Por David S. Blanco
Cerramos el último día del festival de cine de San Sebastián por todo lo alto. Y antes del reporte, mencionar que cerramos la competición por todo lo alto con la mejor cinta que ha clausurado el festival en los últimos cinco años que lo he visitado, con Bad Times at The El Royale, de Drew Goddard, y no es otra que la nueva cinta de Drew Goddard, autor de la perversa, profunda y divertidísima The Cabin in the Woods. En esta ocasión, el director vuelve a centrar su atención en una historia coral llena de violencia, mentiras, engaños, e identidades postizas.
Blind Spot, de Tuva Novotny
Lo bueno, a veces se hace esperar, y para muestra, la portentosa ópera prima de la sueca Tuva Novotny. La que fuera conocida por su notable éxito como actriz en su Suecia natal, firma un debut portentoso rodado en un único plano secuencia de 105 minutos, para trasladarnos al horror más absoluto, en la búsqueda de prevenir ese punto ciego en el que la felicidad, parece marchitarse delante de nuestros propios ojos. Aunque este plano secuencia, tiene un pequeño truco, y es que, gracias a una técnica conocida como overlapping, la directora filma toda una coreografía que nos lleva por la ciudad en tiempo real, pero todo el metraje, está rodado con dos cámaras. Una cámara en mano, y otra en steady, que les permite reencuadrar en el plano en funcion de las necesidades de la propia formalidad artística del metraje, por lo que técnicamente, no es un plano secuencia al uso, pese a estar rodada en una sola toma sin fin.
Pero lo técnico, no sobrepasa al mensaje. Unas portentosas y extremas actuaciones, nos meten de lleno en el terror de las desgracias que más duelen, aquellas que nadie se espera. La directora planifica sobre el plano un distanciamiento moral contenido y remarcado, pero no tiene miedo a acercarnos al mayor dolor cuando lo considera oportuno. Este juego de acercamiento y distanciamiento, dota a la película de una coherencia neorrealista y asfixiante, que carece de música en todo su metraje, y que es, por mucho, la experiencia más intensa de toda la competición. Ojala le caiga algún premio importante.
A Star is Born, de Bradley Cooper
Otro debut, y de otro actor, pero esta vez, desde Estados Unidos. Y claro, a nivel de producción, eso se nota. Cooper firma una carta de amor a la música, al amor, a ser uno mismo, y a no intentar venderse en una industria, que parece condenada a fabricar productos en lugar de talentos. La historia, tal y como podéis imaginaros. Estrella del rock se fija en chica normal con increíble voz, y la lleva al estrellato, nada nuevo bajo el sol. Pero Cooper encuentra en un mimado guion lleno de pequeños detalles y algunas pinceladas de humor, la mayor arma para conectar emocionalmente con el espectador, no obstante, a nivel formal, la película se parece demasiado a otras y no aporta nada realmente relevante, novedoso o desafiante, por lo que sellamos esta película como un buen debut, pero no uno grande.
Petra, de Jaime Rosales
Terminamos la sección perlas con lo nuevo de Jaime Rosales, una interesante y comprometida obra en forma de tragedia griega y comedia negra muy a la catalana. La película se centra en a historia de Petra, una artista que busca conocer la verdad sobre su padre biológico, al que nunca llegó a conocer. Esta premisa, le sirve a Rosales para introducir a la siempre correcta Barbara Lennie en un universo viciado, arisco e hipócrita, que mediante una estructura de capítulos, nos conduce a un desenlace trágico y redentivo. Rosales se atreve a seguir innovando con las formas y narrativas dentro del cine, desordenando cada capítulo a su antojo – sin seguir un orden lineal – e introduciendo una sinopsis de lo que vamos a ver en cada uno, que bien podria funcionar como spoiler dentro de la propia trama, algo que a Rosales, no solo no le importa, sino que sirve como artilugio para mantener toda la atención en el hecho cinematográfico, radiografiado en una cámara que flota en el ambiente, y deja espacios de fuga para la contemplación, esa que sí consigue atraparte en su atmósfera, te tendrá atado hasta el final del metraje. Conmigo, lo ha conseguido, desde luego.