Cannes
CANNES 2017: HAPPY END DE MICHAEL HANEKE
Por Mónica Delgado
Happy End funciona mejor como microscopio de relaciones intrafamiliares, a partir de la resistencia a crecer de una adolescente de trece años con apariencia de 10, que como análisis social de la clase alta francesa. Cuando aparecen elementos exógenos para confrontar el detrimento interior de una familia burguesa, dueña de un emporio comercial, que vive en una mansión atendida por dos empleados árabes, Michael Haneke se detiene en la intención fácil para expresar falencias, contradicciones o cinismos sociales y culturales desde situaciones evidentes.