
BERLINALE 2018: GRASS DE HONG SANGSOO
Por Aldo Padilla
En Grass, el espacio está limitado a un pequeño café y sus alrededores de forma que adquiere un protagonismo parcial, además de definir su personalidad mediante melodías clásicas muy reconocibles, lo cual parece ser un gusto personal que refleja el cineasta coreano, quien se transforma en una especie de DJ que va eligiendo melodías que se van cruzando con la intensidad de diálogos de amantes o parejas frustradas, que van evadiendo los temas centrales por los cuales están allí.