ANATOMÍA DE UNA CAÍDA DE JUSTINE TRIET
Por Mónica Delgado
Hay algunas claves en las películas de la cineasta francesa Justine Triet que muestran alternancias sobre la relación indisoluble entre la vida profesional y la vida personal de las mujeres. No es una generalización, pero sí una arista que la cineasta aborda desde diferentes matices, ya sea desde la comedia agridulce al thriller o al drama judicial, a partir de las realidades de sus protagonistas, mujeres europeas profesionales y de clase media. A través de una galería de personajes femeninos que aparecen en films como La batalla de Solferino (2013), Victoria (2017), Sibyl (2019) o Anatomía de una caída (2023), la cineasta también propone una cuestión en torno a la mirada de los espectadores sobre estas mujeres liberadas, a través del modo en que asumimos a sus personajes en una ruptura con una usual división sexual del trabajo y aquello que se considera como espacio doméstico desde lo femenino, asociado solamente a cuidados, crianzas y protección. Por ello, la sospecha social y estructural como una respuesta inherente a las acciones de las mujeres también es un motivo que la cineasta ausculta a través de sus obras.