Por Mónica Delgado
En Brown and Clear (EEUU, 2017), Kevin Jerome Everson recurre nuevamente al estilo minimalista, de registro que encuentra en el granulado y en la cercanía una manera ideal para ahondar en el detalle de lo cotidiano. Poco a poco, desde acciones a simple vista irrisorias va construyendo significados más complejos sobre el ámbito laboral y social, con el fin de lograr, desde la simpleza de recursos, todo un mecanismo de auscultación de un EEUU oculto.
Distancia y persistencia pueden ser dos palabras para definir la marca que Kevin Jerome Everson coloca en sus trabajos. En Brown and Clear, la historia, si la hay, es sencilla: una cámara atenta a los movimientos de un barman que realiza una tarea específica. Un hombre que va llenando botellas usadas con whisky bourbon y vodka para revender. Una práctica que revela un tipo de informalidad, incluso de una experiencia en esta actividad que remite a los tiempos de la ley seca, y dentro de un gran mercado negro que permanece muy fuera de campo.
Everson hace un planteamiento no solo desde lo narrativo, del acto de un hombre que va llenando botellas y ensayando cuál tapa le corresponde a cada frasco, sino que hay todo un trabajo de contraste, entre lo vacío lo lleno, de lo transparente en el espacio hacia las tonalidades del whisky que van transformando la atmósfera del encuadre. Por momentos se percibe la abstracción, e imaginamos al barman de quién solo conocemos sus manos. Pareciera que más allá del plano social que pudiera remitir este registro, el cineasta propone desmenuzar la naturaleza del dispositivo fílmico que emplea desde el documental: cercanía con el objeto enfocado, sonido que remite a la acción misma o no, la perspectiva y la ubicación de la cámara.
A diferencia de sus largometrajes, como en la reciente Tonsler Park o de cortos como Ears, Nose and Throat, Jerome Everson apuesta aquí por planos muy cerrados, para dejar a su personaje casi fuera de campo, donde sus actos repetidos configuran este imaginario del alcohol, las costumbres, quizás del alcoholismo y sus vicios.
Kevin Jerome Everson ha dirigido más de una treintena de films en un lapso de doce años, y es uno de los cineastas de la comunidad afroamericana que ha marcado un estilo precisamente desde el registro de diversas aristas sobre lo racial en un EEUU, que aún mantiene guetos culturales y económicos. Y Brown and Clear se inserta sin excepción dentro de esta motivación.
Wavelengths 2: Fluid Frontiers
Director: Kevin Jerome Everson
Reparto: William Wanky Everson
Fotografía, edición, sonido: Kevin Jerome Everson
Productores: Madeleine Molyneaux y Kevin Jerome Everson
EEUU, 2017, 08 min