Por Mónica Delgado
Este nuevo trabajo de Ryûsuke Hamaguchi, ganadora a mejor guion en el reciente Cannes y presentada en el festival de Toronto, lleva el nombre de una canción de Los beatles, un tema que no aparece en el film. Es el nombre literal de un relato de Haruki Murakami que abre su libro de cuentos Hombres sin mujeres, publicado en Japón en 2013, y cuyos títulos de cada historia es una reminiscencia al espíritu de las canciones de esta famosa banda inglesa. Para aquellos que hemos leído el relato, el valor como película de Drive my car (2021) está en la profundidad y extensión de los personajes, en los diálogos secos, puntuales, reveladores, en las interacciones entre el mundo interior y el mundo laboral, en el modo en que Hamaguchi construye “un más allá”, incluso un terreno intermedio, de sutilezas, de fuera de campo, de metáforas sobre la vida y la muerte, y en la inserción de los entretelones de una obra de Chéjov como espejo de lo real.
La historia es muy similar al del relato, aunque ordenada de manera cronológica distinta: un actor de teatro de Tokio, Yusuke Kafuku (Hidetoshi Nishijima), se queda viudo de manera repentina. Su esposa, una guionista de programas de TV, tuvo varios amantes, y esta situación arroja al actor a repasar varios hechos de su vida y a confrontar incluso a alguno de los amantes. Estos hechos íntimos van confluyendo con la reposición del Tío Vania, de Antón Chéjov, obra que es parte de un laboratorio creativo en la ciudad de Hiroshima, a la cual viaja como mentor. El actor y dramaturgo, quien sufre de glaucoma, debe aceptar que no puede manejar su auto y contrata obligado por la compañía de teatro los servicios de una joven chofer, Misaki (Toko Miura). Este suceso que abre el cuento de Murakami, es abordado por Hamaguchi ya muy adentrada su trama. Y en este sentido, la amistad que surge con el personaje de la chofer se vuelve parte de una serie de situaciones, que poco a poco y hacia el final, será determinante.
En Drive my car, Hamaguchi vuelve a algunos motivos de sus anteriores trabajos, sobre todo de Asako I & II o Wheel of fortune and fantasy -otra extraordinaria película de este 2021-, en la medida que las palabras son las que construyen sentidos, permiten dar rienda suelta a la imaginación, y son las que definen más que los gestos el destino de los personajes, sobre todo dentro de un sistema social parametrado, donde el azar suele irrumpir para dar salida a estas vidas en soledad. Por ello, los textos del Tío Vania que se leen en los ensayos, los audios sobre esta obra de Chéjov que se usan como una metodología de aprendizaje mientras se viaja en el auto o las charlas confesionales entre desconocidos son definitivas. Para Hamaguchi, son vías en la que Kafuku va a encontrar formas de soltar el luto. La relación de estas dramatizaciones de ficción y los sucesos de infidelidad, pérdida, enfermedad en la vida de Kafuku son parte de una misma red de significaciones: hay una juego de suplencias y complementaridades que se dan en torno al plano de la culpa y la afirmación existencial. Misaki cumplirá el rol de la utopía familiar para Kafuku, materializa el viejo sueño filial, del regreso de la hija perdida: una idea plasmada hermosamente en esa escena en que encarnando a Vania se encuentra con la sensibilidad sin palabras del personaje de Sonia, la sobrina, en pleno estreno de la obra.
La maestría de Ryûsuke Hamaguchi radica en su modo de componer estos microcosmos a partir de un grupo específico de personajes, ordenados en una lógica temporal y espacial clara y determinada. La secuencia del largo viaje desde Hiroshima a la tierra de Misaki, cerca al nevado Hokkaido, grafica el viaje interior propio de las grandes road movies, donde la transformación es inherente al flujo reflexivo que permiten los paisajes, las horas muertas en medio de carreteras y túneles. En este sentido, Drive my car es una obra sublime, donde la tensión de vida y muerte, pese a las resistencias, se vuelve un magma triste e inevitable.
Special presentations TIFF 2021
Director: Ryûsuke Hamaguchi
Guion: Ryûsuke Hamaguchi, Takamasa Oe. Historia: Haruki Murakami
Música: Eiko Ishibashi
Fotografía: Hidetoshi Shinomiya
Edición: Azusa Yamazaki
Sonido: Kadoaki Izuta
Original Score: Ishibashi Eiko
Reparto: Hidetoshi Nishijima, Masaki Okada, Reika Kirishima, Tôko Miura
Japón, 169 min, 2021