Por Mónica Delgado
En Il Solengo de Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis, respetando un orden patriarcal cerrado, y dentro de un entorno rural específico, nos detenemos en el recuerdo de un personaje solitario y ausente, cuya presencia es reconstruida a través de las anécdotas y reminiscencias de un grupo de hombres, todos ancianos ya, cazadores, agricultores y ganaderos. Hombres recordando a un hombre distinto, ancianos dentro de sus rutinas de ocio y de trabajo, intentando captar aquello que hacía diferente a este personaje, un ser disidente, un proscrito en medio del bosque.
Este universo de lo masculino, que los directores italianos trazan desde una serie de relatos que van a ir reavivando la figura de un habitante sui generis, un ermitaño tildado de loco, es también mostrado desde los paisajes y fragmentos de un campo vivo, de colmenas y covachas, de animales y flora desde su normalidad. La relación de la naturaleza con el personaje que se intenta «armar» aparece como una motivación que quizás esconde la razón de la huida y ocultamiento.
En este mundo de hombres, que elaboran quesos, plantan y cosechan, que beben vino y preparan lo que comen, las mujeres aparecen solo dentro de sus propias narraciones, sea ya como parte de la historia de este ermitaño o como presencias apenas necesarias. Mas bien, se las alude, como el caso de la madre de uno de los personajes, como entes del mal, apoyados por imaginería de la zona o simple superstición. Esta irrupción de lo femenino como lo mortal o extraño es completada también en el monólogo del final, donde las causas del autoexilio de este solitario quedan al desnudo, pero también sublimadas, dándole otra perspectiva, incluso bajo un halo de romanticismo o afán bucólico a esta desazón.
Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis eligen dos estilos para condensar el espíritu del film: por un lado, la apuesta documental, de los habitantes de esta comunidad siendo registrados contando sus opiniones o situaciones en torno a este «solengo», ya sea uno por uno o en reuniones; y por otro lado, la opción de introducir hacia el final una suerte de introspección que da cuenta de la sensibilidad de este personaje, al que hemos ya completado a partir de los relatos, a quien ya tenemos casi frente a frente, pero ya visto en su dimensión de soledad, esquivo y casi de espaldas a la cámara.
Competencia Internacional
Dirección: Alessio Rigo de Righi, Matteo Zoppis
Cinematografía: Simone D’Arcangelo
Sonido: Marcos Molina Jaime, Lorenzo Corvi
Edición: Andres Pepe Estrada, Alessio Rigo de Righi, Matteo Zoppis
Música: Vittorio Giampietro
Reparto: Ercole Colnago, Giovanni Morichelli, Ugo Farnetti
Italia, 2015