Por Calin Boto
Queers, maricones, los “dandy”, proxenetas. La jet-set y sus forajidos. Revolucionarios fracasados y dinero viejo. Todos conviviendo en la filmografía de Rainer W. Fassbinder, a veces en la misma película.
En todo caso, el autor del “cherry bomb” del Nuevo Cine Alemán era un conocedor de la cultura queer, al navegar por su pasado y sus novedades; un hombre de dandismo y fetiches, sátira irreconciliable, de melodramas conmovedores. Sin embargo, independientemente de cómo se vistiera, la rareza desnuda significa tristeza solo en sus películas. Quizás sea la razón por la que no tenemos héroes queer en su trabajo, solo personas atrapadas en su sexualidad. No desfilan sino cargan sus cruces. Eso hace que la muerte sea un tema tan peculiar en estas películas: a veces una visa y una carta de amor, cómo la que usa en Querelle, otras veces una burla, como pasa en Satan’s Brew. O un alivio. Cualquiera que sea su resonancia, la muerte se retrata como erótica. Cada vez que vemos a un hombre que mata las cosas que ama no es meramente una idea, no es algo sobre lo que hay que reflexionar sino, como a través de Oscar Wilde, un acto que consumimos con inmenso voyerismo.
Accede al video ensayo Wilde at heart en inglés.
Wilde at Heart – C?lin Boto from Desistfilm. on Vimeo.