VISIÓN CHAMÁNICA – COLECTIVO LOS INGRÁVIDOS

VISIÓN CHAMÁNICA – COLECTIVO LOS INGRÁVIDOS

Tierra en Trance, Colectivo Los ingrávidos, 2022

Uno

El horizonte revela una perspectiva: arriba la masiva oscuridad del cielo, debajo la ciudad pulsante. Desde el fondo emerge una proyección aural de protestas espaciadas; hacia el frente fluye una dispersión sonora de nitidez alarmante. La presencia del horizonte es la condición de una visión. Cada determinación de perspectiva corresponde a la demarcación de una derrota. La visión de los vencidos se esboza en el colapso de toda reconciliación y en cada desastre epocal se confirma la evidencia de que El mundo es todo lo que cae. Aquí hablamos de la visión de Anahuac. Aquí y ahora participamos de una visión chamánica.

Visión de Anáhuac, Colectivo Los ingrávidos, 2018

Dos

Aquí, bajo el cielo enorme del Anahuac, sobre el tiempo suspendido del mito, yacemos poseidos por una agitación. Ahora, sobre el páramo y desde el ánima vislumbramos el resplandor de las imagenes: esplenden ancestralidad, esplenden cotidianidad. En el descampado rural el pasado carente de tiempo es contemporáneo de un presente suspendido, juntamente anidan un futuro manufacturado por el gran despoblador. Aquí el desmembramiento ancestral de la diosa Coyolxauhqui es vislumbrado por el monte y los cactus, las barrancas y los valles, testigos oscilantes de la ascención lunar del acontecimiento. Ahora El acontecimiento es todo lo que asciende.

Coyolxauhqui, Colectivo Los ingrávidos, 2017

Tres

Disociación. El despoblador induce una conducta anormal de las imágenes, un estado general de disociación entre imágenes es diseminado y el descarrilamiento accidentado del celuloide es provocado al interior de la máquina de proyección, el mundo y el acontecimiento son aquí impresiones desincorporadas para una máquina de luz y sonido, avasallante máquina que destruye mientras proyecta, quema mientras revela, aniquila iluminando al fragil cuerpo del celuloide. Ahora, balacera, sonido despoblador. Ahora respiración, resto infatigable.

Abecedario / B, Colectivo Los ingrávidos, 2014

Cuatro

Contraste. La placa fotográfica exhibe la fragilidad del interior, la imagen negativa del cuerpo ostenta la delicadeza de nuestra vitalidad y anuncia la mediación que nuestros sistemas orgánicos automatizados posibilitan. Sistema respiratorio: movilización somática de la que pende nuestra resistencia comunal. Politicas de la respiración: correlato rítimico de toda determinación atmosférica. Gas lacrimógeno: latencia y condensación de la irrespirable atmósfera que afronta nuestro hálito pulmonar. Aquí el pueblo de nuestros órganos se avalanza sobre toda conciencia, las tribus automatizadas de nuestro interior asaltan todo posible equlibrio circunscribiendolo a una aritmética desequilibrante y el cuerpo comienza a tragar el peligro, a sumar las arritmias del trance. Bienvenidos a la región más transparente del aire.

Tear Gas, Colectivo Los ingrávidos, 2019

Cinco

Inmersión. El mundo es todo lo que cae. La caida es el movimiento de la nada a la nada que nos descoloca al interior de la máquina audiovisual. El fondo ausente de la caida es capturado por el gruñido de las entrañas hidraúlicas que trituran la posibilidad de una imagen y la retornan a oscuros procesos de gestación. Retorno a la abstracción. La copia anida lo invisible, el simulacro infesta lo inaudible, la apariencia saquea lo intangible y el núcleo informe de la nada moviliza la máquina de aniquilación perenne que no es otra que la máquina de nacimiento perpetuo. Los efluvios chisporroteantes de color que persisten sobre las planchas de impresión serigráfica describen un diagrama de acumulación reticular que amontona restos sobre el negativo de una imagen, padecimientos de una realidad desarticulada. Dive Bomber and Tank.

La Región mas transparente, Colectivo Los ingrávidos, 2019

Seis

Respiración artificial. Una imagen invadida por el furioso anhelo de permanecer, resiste. Su única y múltiple arma la componen la exasperación de su color, la saturación de sus espasmos, la intensidad de su agitación. La imagen invadida motiva un acoplamiento. Las flores y el segador. Danza atmosférica que suscita la ascención de una alegoría: el machete y la flor. Al espacio de la alegoria lo insufla una respiración en el umbral de la inconsciencia. Animada por la artificialidad de una máquina, la respiración de la imágenes vehicula un trance. Es el sueño de las imagenes. En el sueño las imagenes son un campo florido que es segado por el despoblador y el corte inminente de las imágenes hace circular el movimiento en el umbral de su desaparición. Doble negación.

Batalla, Colectivo Los ingrávidos, 2019

Siete

Silencio. Estamos en la casa del sol. Los campos solares reciben a los muertos, sus muertos. Las imagenes ascendidas anidan al sol. Aquí las materias acumuladas invocan la danza. Ahora la elevación. Ascención y caida en la casa del sol. Los cuerpos circulares reverberan en el éxtasis amniótico del color. Las oscilaciones cromáticas alrededor de acumulaciones cinéticas desprenden el lado oscuro del sol. El pueblo de las imagenes son la cara oculta, visible, del sol. El pueblo aural de los sonidos son la cara lunar, invisible, del sol. Imagenes. Sonidos. Pueblos alucinados por el Sol.

El Nido del Sol, Colectivo Los ingrávidos, 2021

Ocho

Visión chamánica. Desde aquí los cuerpos rituales, danzantes. Ahora, los cuerpos extáticos, desmembrados. Interludio al trance. Invocación. Iniciación. Consagración de la intermitencia. Desde el fondo, nuestro punto de vista centellea bajo el embrujo y la modificación de las cosas reunidas, caídas, pluviales. Hacia el frente el viento mesoamericano, aliento de los valles, lluvia de palos, piedras aurales. Arriba el contorno audiovisual que nos guía. Soplo cinético que nos inicia. Debajo el fondo que nos arrebata. Sonido telúrico de reberveración lunar. Desde el interior, veinticuatro cuadros por segundo. Desde el exterior, respiración. Barrancas y valles, instrumentos atmosféricos mesoamericanos. Testigos oscilantes de la vibrante polirritmia solar. La atmósfera reune sus elementos para provocar el trance de la Tierra. Veinticuatro brasas solares por segundo. Tierra en Trance.

Mayo, 2023

Harvard Film & Visual Studies Graduate Conference