Por José Sarmiento Hinojosa
Detrás de la nítida cinematografía del último documental de Aliaksei Paluyan, Courage (Alemania, 2020), se encuentra la historia de un grupo de teatro clandestino en Minsk, que sobrevivió a los tiempos de la dictadura de Alexander Lukashenko por más de 20 años, en medio de una elección fraudulenta para prolongar aún más al último régimen comunista en Europa. Este pacífico acto de resistencia se canaliza a través de la puesta en escena de diferentes obras de teatro, como piezas simbólicas que representan el estado actual de las cosas y la posibilidad de rebelión a través del cuerpo performativo.
El papel del grupo de teatro, con su líder en el exilio, y su propia incertidumbre sobre el futuro, se retrata aquí como un papel activo de un colectivo, de intérpretes y teatrales detrás de su papel de comunicadores, de individuos políticos que protestan abiertamente por los actos de su estado se prepara para una obra clandestina, una puesta en escena durante años sobre el papel del totalitarismo en su país. No es un acto pasivo de resistencia, sino pacífico, un acto a través de las posibilidades del arte y los diferentes roles detrás de los actores políticos del país, mirando tras su mirada amenazadora, desvelando un aparato de horror y control.
La agresiva represión y la brutalidad policial del gobierno de Lukashenko se encuentran con los esfuerzos articulados de una población que se cansa del totalitarismo del Estado. Pero más allá de la violencia, hay un grito de reconciliación en un país fragmentado. La reacción contra la línea del frente del gobierno (grupos policiales y militares) no radica solo en una reacción recurrente de escalada violenta, sino en un abrazo silencioso que pide unión, de reconocer que los bielorrusos dentro y fuera de las barricadas están los mismos individuos, con un objetivo común. En un momento de la película, vemos gente corriendo para abrazar a un soldado que recibe a una Lilly blanca en su escudo, y las lágrimas brotan de su rostro. Este momento único de conexión revela la desesperación del otro lado, que está completamente involucrado en el mantenimiento del régimen, pero que también lucha con sus propias decisiones.
Y no se trata de romantizar la humanidad detrás del papel de la policía y el ejército en la película, no se trata de romantizar la tensión inherente entre dos lados de la población y la posición de resistencia pacífica. Courage es una película sobre cómo encontrar un terreno común en medio de un movimiento de resistencia violento. Como un grito silencioso brechtiano, el documental captura la lucha de todo un país contra décadas de la dictadura más larga de Europa, de voces ahogadas, de una violencia y represión inherentes a su gobierno, de lirios blancos y la urgencia de llamar a los compatriotas del otro lado del bloqueo, instándolos a comprender la necesidad de construir juntos.
Gas lacrimógeno, coraje, encuentros, la desesperación de miles por reconciliar a su país, resistir contra la corrupción estatal y el papel del arte como agente fundamental de resistencia.
Competición oficial
Director: Aliaksei Paluyan
Fotografía: Tanya Haurylchyt, Jesse Mazuch
Edición: Behrooz Karamizade
Sonido: Vensan Mazmanyan
Productor: Jörn Möllenkamp
Alemania, 2021, 90 min