Por Ivonne Sheen y Viola Varotto
Nota de la editora: Esta es una entrevista publicada en desistfilm en marzo de 2021, y que traducimos al español en el marco de la 6° edición del festival Hecho por mujeres, que se realiza en diversas regiones del país entre el 8 y 16 de marzo de 2024. Dentro de su programación se proyecta Self-Portrait: Birth in 47KM (2021) de Zhang Mengqi, como parte de la muestra Subterfugios, bloque 1, que “se enfoca en reunir voces y experiencias de mujeres y personas disidentes, que no solo se entretejen sino también plantean revisionismos históricos, cotidianos y afectivos”. Esta muestra estuvo bajo la curaduría de Lore García e Ivonne Sheen Mogollón.
Zhang Mengqi es una documentalista y performer china que ha desarrollado durante un periodo de 11 años una serie de autorretratos en el pueblo de su padre, situado a 47 kms de la ciudad de Suizhou, distancia que da nombre al lugar. Llegó por primera vez a 47 km, como parte de The Folk Memory Project, un proyecto documental participativo en curso que explora las historias personales de los aldeanos que vivieron durante la Gran Hambruna China, en las zonas rurales del país durante la era Mao. El proyecto fue fundado en 2010 por el cineasta Wu Wenguang y el coreógrafo Wen Hui, que pidieron a jóvenes cineastas que volvieran a los pueblos con los que tenían relación, para recoger la memoria censurada de la Gran Hambruna. Cuando Mengqi llegó por primera vez al pueblo de su padre, no sabía que iba a formar parte de 47 km. Hasta ahora ha rodado nueve películas allí, que se desarrollan desde su relación con el pueblo y sus habitantes a lo largo de once años. Su serie de películas floreció al mismo tiempo que ella. Recientemente ha construido una Casa Azul, que es un punto de encuentro creativo en el pueblo donde vive actualmente. Sus películas se han proyectado en festivales internacionales de cine documental, como el Festival Internacional de Cine Documental de Yamagata, y se conservan en los archivos de The Folk Memory Project.
Ivonne: Antes de llegar a 47 km, ¿cuáles eran tus perspectivas como artista? En Self-portrait with three women, ya se puede leer una crítica al conservadurismo de la ideología maoísta y su persistencia en la China contemporánea, y al mismo tiempo un enfoque feminista de ti misma y de las mujeres de tu familia.
Mengqi: Quizá sepa que me formé como bailarina desde mi infancia. Antes de licenciarme, mi vida giraba en torno a la danza en un sentido tradicional y probé la danza contemporánea, así que la danza era lo único para mí. Cuando acabé la Universidad quería hacer algo, hacer Arte, pero no sabía cómo ni qué arte podía hacer. Empecé Self-portrait with three women (2010) sin saber qué hacer. No tenía ninguna perspectiva, lo único era que quería hacer mi propia pieza, y no ser la bailarina de otros o bailar en un grupo grande. Cuando fui a Caochangdi Workstation, tenían un proyecto para jóvenes coreógrafos, así que presenté mi proyecto, que trataba sobre mi familia y yo, y recibí una pequeña ayuda económica y también un espacio de danza que podía utilizar, así que empecé a crear mi propia pieza. Lo único que sabía era que quería que mi madre se uniera a mí en el escenario, pero no podíamos hacerlo porque ella estaba en otra ciudad y yo en Pekín, así que le envié una pequeña cámara y le pedí que hablara de la historia de mi infancia y de sí misma, de su esperanza, de todo lo que quisiera hablar conmigo, y así fue como empecé Self-portrait with three women.
Así que antes del documental, hice una pieza teatral llamada Self-Portrait and Dialogue with My Mother (2009). Era un diálogo en el escenario, en el que la imagen de mi madre se proyectaba sobre mí, así que trabajé con mi cuerpo y la memoria de mi madre. Pero cuando hice esta performance, me sentí débil, porque escuchar la historia de mi madre me afectó. Así que creo que hacer esta performance durante ese tiempo fue como autoeducarme, fue un nuevo comienzo, no seguir lo que aprendí en la escuela. Como me pregunto en la película: ¿quién soy?
Se lee esta crítica a la era maoísta y al feminismo, pero en aquella época yo no sabía nada de eso, sólo le preguntaba a mi madre: ¿por qué me has hecho escribir este autoexamen cuando era adolescente? Una vez terminada la película, tras las discusiones y charlas con la gente que decía que era una película feminista, empecé a pensar “oh vale, quizá lo que estoy haciendo es lo que dicen en los libros”. Pero en aquel momento no tenía muy claro lo que estaba haciendo. Lo mismo ocurrió cuando volví al pueblo de mi padre, 47 km, ni siquiera sabía cuánto tiempo podría hacerlo, simplemente volví al pueblo porque quería unirme a The Folk Memory Project. Creo que fue una buena idea porque trata de historia y yo no sabía nada de la historia de mi pueblo ni de este país. Cuando entrevisté a mi madre, me habló de la historia de la época de Mao, así que me interesaba saber por qué hablaba así, por qué decía eso, por qué esta historia hace que su generación enseñe así a sus hijos. Como hice la primera actuación y la primera película, encontré algo que realmente me interesaba, pero antes de eso no sabía qué podía hacer antes de llegar al pueblo.
Viola: Cuando enviaste la cámara a tu madre, ¿mostró ella alguna resistencia a hablar de aquellos tiempos durante la era de Mao, o estaba abierta a hablar contigo?
Mengqi: Mi madre quería ayudarme en todo. Porque creo que ella sentía que su mayor sueño era enviarme a la universidad y después de esto, pensó que su trabajo había terminado y que podía ayudarme con lo que necesitara. Así que me ayudó mucho a hacer esta actuación, así que aceptó. Tenía diferente material para que hablara, ella hablaba de diferentes cosas pero yo elegí la historia de mi nacimiento, así que ella tenía mucha confianza para hablar conmigo de estas historias. Es muy especial.
Viola: ¿Es sólo tu madre o la gente, en general, habla libremente de estos tiempos pasados? Porque en América Latina hay una especie de miedo a hablar del pasado.
Mengqi: Mi madre está bien, mi abuela también. Pero en el pueblo, la gente tiene miedo de hablar del pasado, especialmente los hombres más que las mujeres, los ancianos.
Ivonne: ¿Cómo describiría la evolución de su relación con 47 km? Como menciona en los créditos, sus películas forman parte de The Folk Memory Project. Cada película desde el principio de su serie tiene un tema como metáfora y como índice de la realidad de 47 km, como uno de los muchos pueblos de China y del mundo.
Mengqi: En Folk Memory Project (FMP), lo importante es volver a nuestras propias aldeas o a aquella con la que tenemos una relación y no a la aldea de otro. Así que algunas personas viven en el pueblo como yo. En cuanto al pueblo de mi abuelo, yo no nací allí, no crecí allí, sólo tenía pequeños recuerdos de este pueblo. Tenía casi once años cuando vine por última vez, debido a los problemas de mi familia. Así que cuando decidí buscar un pueblo, sólo tenía este pueblo donde vivía mi abuelo. Así que creo que también era el momento en que necesitaba conectar con este pueblo, y mi madre también estuvo de acuerdo. Así que cuando volví incluso había perdido el idioma local, sólo entendía un poco, no podía hablar con ellos, era muy extraño. Llamo a este lugar mi pueblo natal porque es el pueblo natal de mi padre, pero en realidad no tenía ningún recuerdo de esta tierra.
Pero el proyecto pedía a la gente que volviera a los pueblos y recogiera recuerdos, así que la primera vez fue un viaje creativo para recuperar los recuerdos. Además, estos recuerdos se guardan muy lejos y no tenemos ninguna información sobre ellos en nuestra educación, así que cuando los escuchaba ni siquiera sabía lo que decían, así que me llevó mucho tiempo porque después de las entrevistas teníamos que escuchar lo que decían y escribirlo, así que con este proceso creo que recuperé un poco el idioma. Creo que la forma en que encontré la relación con el pueblo se reduce a dos cosas. Una es que volvía cada año, seguía volviendo, y casi toda mi vida giraba en torno a ellos, escuchando lo que decían y para ver su memoria, para ver las imágenes, para editar, necesitas ver el material una y otra y otra vez. Así que sentí que había llegado a conocerlos viendo mis imágenes, así que cuando volví al pueblo sentí que los conocía, pero sentí que tenía que volver al pueblo una y otra vez para conocerlos de verdad. Al principio, me consideraban muy raro, porque a mi edad no había nadie como yo, pensaban que yo no tenía trabajo, que acababa de volver y que estaba haciendo algo raro. Cuando llegué, mi tío me presentó, les dijo que era estudiante y que tenía que hacer algunos trabajos en ese marco, así que tenían motivos para aceptarme y hablar conmigo. Al año siguiente, mi tío me presentó diciendo que era generosa, que necesitaba entrevistarles porque enviaría la entrevista a la televisión o a los periódicos, así que cambió su idea de presentarme, para que la gente sintiera que tenía yo un trabajo, que era serio, que no estaba jugando; así que los tres primeros años fueron así. La chica, Fang Ho, es muy importante y no sé cómo explicar en detalle cómo fue la evolución de mi relación con 47 km, pero las personas mayores y los niños son muy importantes para mí. Dije que volvería al pueblo porque tenía una relación de sangre con el pueblo, pero después de 3 o 4 años creo que mi amistad con las ancianas y los niños era más importante que la relación de sangre, así que algo cambió.
Viola: Es como elegir una familia y no tenerla como una obligación. Elegir tu tipo de familia. Creo que la gente de 47 km te protege de alguna manera.
Mengqi: Sí, sobre todo las ancianas. Siempre, cada año, había una anciana allí para recibirme. Para mí era importante tenerlas, entablar una relación con la gente.
Ivonne: ¿Cómo desarrolla estos temas que aparecen en cada título de su serie de películas: bailar, soñar, construir el puente, morir, nacer, esfinge, ventana. ¿Cómo los eliges?
Mengqi: Abrimos las puertas con la recopilación de recuerdos. Pero lo que marcó mi corazón fue la vida de la gente, especialmente de los ancianos, todos están muy solos, muy solos. El tiempo parecía muy diferente entre los ancianos y yo. No sé si te acuerdas pero en una de mis películas, una señora, camina muy despacio y se ayudaba para caminar con una silla. La primera vez que la vi, quería entrevistarla, le dije que quería entrevistarla en la casa, así que fui a la casa, y ella tardó 15 minutos en entrar en la casa. Así que estuve esperándola, preguntándome si aparecería, pero lo hizo, hizo ese esfuerzo por hablar conmigo. Fue muy importante para mí, porque me dio un nuevo significado. Gracias a esta anciana en concreto, sentí que la vida y las cosas eran muy diferentes con sólo sentarme allí y escucharla. Así que toda esta vida real era totalmente diferente a lo que conocía antes sobre el arte. Filmé en verano y luego, en invierno, cuando estaba editando los primeros films sobre 47 km, ella falleció, así que casi esas fueron sus últimas imágenes, sus últimos recuerdos, lo que me hizo querer volver. Esta es la razón por la que volví. Porque en la película se ve que me sentía incómoda, que me costaba vivir en el pueblo. Pero cuando estaba montando la película, vi a esta anciana una y otra vez, pensé que quería intentarlo de nuevo, así que volví al año siguiente, y al siguiente, y al siguiente. Fue un momento muy importante cuando estaba montando la primera película y sentí mi propio sentido de hacer estas cosas.
En cuanto a los títulos, como el primer autorretrato fue con mi madre, y como creo que toda obra de arte es una especie de autorretrato, lo utilizo para todas las películas. 47 km es un lugar tan específico y para mí es una marca del comienzo de algo. La primera vez que utilicé estos títulos, decidí usar Self-portrait in 47 km como título una y otra vez, pero cuando volví al pueblo también elegí bailar, soñar y construir, porque los dos o tres años siguientes volví intentando hacer algo, como construir la biblioteca, hacer una performance, construir un monumento conmemorativo de piedra de remolque. Todas estas historias tratan de hacer algo en el pueblo, más como actividades que empujaban las historias y en aquella época en el FMP hablábamos de hacer algo en el pueblo, casi todo el mundo quería construir un monumento conmemorativo de piedra de remolque. Algunos querían que los niños limpiaran la basura, otros querían construir una biblioteca y otros querían crear un espacio público en el pueblo. Discutíamos mucho sobre lo que podíamos hacer en nuestros pueblos. En los primeros 4 años trabajamos así, cada título es verbal como una acción en el pueblo.
Ivonne: Es algo concreto, una acción, pero también es un deseo… En tus últimas películas como birth, sphinx, window, hay un cambio que también tiene que ver con las actividades que querías hacer allí…
Mengqi: Como he dicho, los cuatro primeros años pensamos en la realidad de China, sobre todo en los pueblos. No queríamos usar nuestras palabras contra algo, queríamos construir algo. Pero en lo que a mí respecta, en 2014 perdimos nuestro espacio en la estación, tuvimos que mudarnos después de 10 años, así que los proyectos cambiaron, algunas personas querían irse y otras se unieron, así que fue como una plaza para todo este proyecto. Para mí fue un momento importante para replantearme por qué necesitaba hacer esto, ¿iba a volver cinco años más? Empecé a cuestionarme. Ese mismo año falleció mi abuelo. Su muerte me hizo reflexionar sobre las cosas importantes de mi relación con el pueblo. Dejé de hacer lo que estaba haciendo, me pasé todo el invierno sentado y pensando, y simplemente sintiendo. Necesitaba estar tranquila, pensar en la vida de mi abuelo. Así que cuando dejé de moverme y me quedé allí sentada, vi una vida diferente en el pueblo e incluso me vi a mí misma de otra manera.
Escribo mucho en mi diario cada día y mis escritos también cambiaron, empecé a centrarme mucho en los detalles, siento que escribir me acercó más al pueblo. Fue un gran cambio para mí. Así que cuando estoy montando la película, todos mis objetivos eran hablar de la muerte, en la historia, todo sobre la muerte de mi abuelo. Me pregunté: ¿es este pueblo un pueblo moribundo? Pero cuando estaba montando la película, cerca del final, pensé que no quería hablar del pueblo como un lugar moribundo, porque me di cuenta de que no se está muriendo. Conocí a Lei Xianzhen y también a Fang Ho, y puse sus historias al final de la película, así que decidí romper la estructura de la película y añadir las historias de estas mujeres una mayor y otra más joven. Cuando las vi a las dos tomé la decisión de continuar con el proyecto, quería volver a intentarlo durante más años. No sabía si volver de nuevo, pero estas personas me hicieron encontrar una nueva razón para volver. Después de Self-Portrait: Dying at 47 KM (2015) viene Self-Portrait: Birth in 47 KM (2016), Self-Portrait: Sphinx in 47 KM (2017) y Self-Portrait: Window in 47 KM (2019). Empecé a leer el pueblo a través de mi escritura, así que mi escritura me guió en estas películas. Por eso se me nota más tranquilo, con planos más largos en estas últimas películas.
Viola: Acerca de estos cambios. No sabíamos nada del cambio en tu escritura, pero nos dimos cuenta del cambio en la cámara que utilizabas, parecía una cámara de más calidad… Parecía que cambiaba tu forma de ver el pueblo… ¿Cómo te las arreglaste para hacerlo todo tú sola?
Ivonne: Al principio trabajabas sólo con una Handy-cam, la cámara era una extensión de tu cuerpo, y luego hay más planos largos y fijos, imágenes de más calidad, así que lo interpreté como si estuvieras esculpiendo una especie de nuevo memorial a través del lenguaje cinematográfico. Creo que es interesante lo que comenta Viola sobre tu proceso, trabajas solo en una pequeña ciudad… En el proceso, también hay una especie de autorretrato.
Viola: Nos interesa porque aquí en América Latina hablamos mucho con amigos y artistas que se dedican al cine sobre producciones de bajo presupuesto que también llevan una estética. Y utilizando equipos más baratos, de baja calidad, pequeñas producciones, es una forma de hacer cine desde un lugar político concreto sin un gran sistema económico. Es un proceso común al cine latinoamericano, quizá de lugares del llamado Tercer Mundo.
Mengqi: Sí, cambié la cámara cuando rodé Self-Portrait: Sphinx in 47 KM y también tenía una nueva grabadora de sonido. Es totalmente diferente como has dicho, porque la nueva cámara es muy pesada y tengo un trípode muy pesado, por eso no me muevo mucho. Nunca relacioné esto con una cámara pesada. Siempre pienso que no soy un cineasta profesional, que no formo parte de la industria del cine. Después de cuatro años en el pueblo, sentí que necesitaba pensar más en la imagen, cuidar la imagen, no sé por qué, pero sentí que eso era lo que quería hacer, no quería grabar y no prestar atención a la imagen. Cada año el pueblo ha cambiado y casi estoy luchando con el tiempo de lo que se pierde, porque cada año alguien se va o sucede cualquier cambio, así que me di cuenta cada año de que estoy guardando un recuerdo de algo que desaparecerá. Así que las imágenes son muy importantes y cualquier material que tenga es muy importante, por eso empecé a hacer tomas largas, empecé a rodar mucho en el mismo sitio, voy al mismo río, a la misma montaña, a filmar una y otra vez.
No sé qué voy a hacer en el futuro, quizá no sólo hacer una película, quizá haya un archivo de imágenes que tenga que conservar, así que pensé que tenía que cuidar cada toma, y quizá después de los cuatro años rodando creo que mis habilidades mejoraron. Me alegré mucho de tener una cámara nueva. No tenemos financiación, sólo contamos con dos patrocinadores: la Universidad de Duke y White Rabbit, de Australia. La Universidad de Duke no nos da ninguna ayuda económica, pero mantiene un archivo histórico con nuestro trabajo. Lo recogen en la biblioteca y poco a poco lo suben a la página web, para que cualquier persona del mundo pueda ver las obras. Luego nos invitan a hablar con los estudiantes, a compartir actividades de intercambio cultural. Y sobre White Rabbit, ellos coleccionan arte chino contemporáneo, pero no pueden adquirir nuestro trabajo por su naturaleza, así que nos dan un pequeño dinero para la producción, así es como tengo mi cámara, mi ordenador, mi disco duro, ellos apoyan los requisitos técnicos. Queríamos intentar hacer algo antes de tener apoyo, porque el FMP no tuvo ningún apoyo durante los primeros años. No estamos en contra de tener una cámara nueva, un ordenador nuevo, lo necesitamos, pero no lanzamos nuestras películas para encontrar el dinero.
Hacemos lo que podemos poco a poco, ésta es también una forma de hacer cine experimental en China. Como sabes, el Sr. Wu es de la primera generación que hizo cine independiente en China, así que tiene estudios y construyó esta estación de trabajo Caochangdi con su socio, así que tuvieron este espacio hasta los primeros cinco años del FMP, después de estos años perdimos el espacio. Esto fue un gran cambio, así que yo soy el que continuó y hay otras ocho personas de diferentes áreas, todos son nuevos. Hay una señora, su proyecto de cine es más largo que el mío pero era otro proyecto y ahora forma parte de este.
Ivonne: ¿Cómo influye su práctica performativa en tu práctica cinematográfica? ¿Hay alguna otra práctica no artística que puedas considerar influyente en tu trabajo?
Mengqi: Sí, creo que mi interpretación me influye mucho. También creo que es muy importante mantener la distancia entre el pueblo y yo, aunque ahora viva aquí. Mantener la distancia con el pueblo es importante, no quiero fingir que formo parte de este pueblo. Cuando tengo una distancia, tengo una forma diferente de ver la vida de la gente. Cuando filmo, pongo la cámara allí, y a veces siento a los dos minutos que la imagen ha cambiado, que algo ha llegado, es como una performance para mí cuando estoy mirando al espectador. Así que siempre que veo a través de la cámara, veo una performance, está entre la realidad y la performance. Siempre pienso en esto cuando estoy filmando. Quizá recuerdes a ese hombre que intenta detener el fuego con una rama de tres, pero el fuego se hace cada vez más grande. Siempre me encuentro con este tipo de imagen en el pueblo, ves a alguien luchando con algo muy pequeño en su vida. Así que cuando tengo esta distancia, podría ver esto como una representación. Conecto esto con mi escritura, porque cuando escribo puedo hacer que estas pequeñas cosas parezcan más grandes. Así que cuando estoy filmando estos últimos años, quiero hacer que estas pequeñas cosas parezcan más grandes, como un zoom. Esto es muy interesante para mí también, es muy agradable filmar cuando estoy solo, necesito dialogar conmigo mismo, jugar con mi propia imaginación.
Viola: ¿Cuándo y cómo conoció exactamente el Folk Memory Project?
Mengqi: Después de la universidad, conocí la estación de trabajo de Caochangdi. En aquel momento el FMP aún no había empezado, en aquel momento el Sr. Wu tenía otro proyecto llamado Farmer Project, en el que agricultores reales que viven en sus pueblos empiezan a filmar sus propias vidas. Fui a la estación de trabajo de Caochangdi para hacer mi propia pieza de danza, y conocí el cine documental porque hacían dos festivales que tenían dos partes: performance y cine documental. Invitaron a algunos profesores de otros lugares para que impartieran talleres, y yo fui a esos talleres y me pareció muy interesante porque era totalmente diferente a la danza, porque el documental trata de la realidad y la danza es como volar. Así que sentí que tal vez necesitaba esto y quise probarlo. Así que rodé Self-portrait with three women s en 2010, y al mismo tiempo comenzó el FMP. Porque tuvimos un taller ese año en 2010, con Edna Politi, una cineasta de Suiza, judía y una de sus películas era sobre una generación mayor en Israel que está construyendo una utopía. Así que hablamos con ella de historia. Todo el mundo quería hacer películas y la mayoría de los asistentes a los talleres le preguntaron cómo hacer nuestras primeras películas, y ella dijo que quizá la mejor manera de empezar era preguntarnos por la historia en nuestras primeras películas. Así que lo hicimos y empezamos a preguntarnos especialmente sobre la Gran hambruna China, la Revolución Cultural y los pueblos, ya que todo el mundo tiene una conexión con un pueblo aunque vivamos en la ciudad. Empezamos a preguntarnos por los pueblos de los que proceden nuestras familias. Así que decidimos que queríamos filmar sobre esta época de hambre, porque no aparece en nuestros libros de historia.
Viola: ¿Eres una de los fundadoras del proyecto?
Mengqi: Yo pertenezco a la primera generación, pero el señor Wu fue quien nos propuso hacer este proyecto juntos, él es el fundador. La gente está más involucrada con la Revolución Cultural y podemos encontrar libros, diarios, pero de la Gran Hambruna nadie habla y la gente que vivió esto está en los pueblos y no saben leer ni escribir, así que esta memoria muere con ellos. Pensamos que era muy importante.
Viola: Soy de la idea de que la serie completa de tus películas debería pertenecer a un proyecto sobre el olvido, más que sobre la memoria, entendiendo el olvido como un proceso espontáneo de la psique que deja fuera de la memoria lo que ya no sirve para vivir. Siento que el presente es lo que realmente ha tomado un papel contundente, ni el pasado ni el futuro, sobre todo porque las personas que participan en las películas, desde los más mayores hasta los niños más pequeños, están vivos “aquí y ahora”. ¿Ha pensado alguna vez en dejar el Folk Memory Project?
Mengqi: Este proyecto no trata sólo de historia. A todos nos interesa hacer arte, así que no somos profesionales de la investigación histórica, así que, como usted ha dicho, recopilar historia es una excusa para abrir el campo al proceso creativo. La parte histórica es sólo una parte del proyecto, pero en nuestro grupo tenemos muchos talleres, pensamos más en este proyecto de volver a los pueblos como autoeducación para cada uno. El aquí y ahora es muy importante para el desarrollo de este proyecto, por eso estoy aquí ahora construyendo esta Casa Azul, que no es sólo un proyecto para conservar el pasado y ya está. Si queda una persona en el pueblo o dos, este proyecto permanecerá. No creo que deje el proyecto porque sigue cambiando como yo, no tenemos ningún modelo ni formato, sólo hacemos y hacemos y probamos y probamos más. En los últimos años se está produciendo un gran cambio en el arte y el cine: se está llevando a los artistas a los pueblos y se están organizando festivales en ellos. Eso es lo que nosotros no hacemos, no queremos lanzar una bomba en un pueblo, queremos experimentar lo que un cineasta, un escritor o un pintor puede hacer viviendo creativamente en el pueblo durante un largo periodo, ese es nuestro objetivo final.
Viola: ¿La realización de series es una forma habitual del Folk Memory Project? o ¿tú eres la única que realiza una serie?
Mengqi: Todo el mundo hace series, pero no todos utilizan el mismo título que yo. Todos utilizan su propio título relacionado con sus pueblos, pero no el mismo para todas las películas como yo.
Ivonne: ¿Cómo dialogan tus películas con las de otros artistas?
Mengqi: Cada uno está en un pueblo como yo, filmamos y montamos por nuestra cuenta, pero tenemos discusiones en grupo sobre cada película, hablamos mucho de ella y creamos diferentes talleres. Los dos últimos años creamos un taller central, un poco como una escuela, cada uno es un profesor y un alumno, enseñamos a los demás viendo las películas de cada uno, el primer montaje y el montaje final, todo el proceso. Este año no pudimos reunirnos y lo hacemos a través del zoom. Este año hicimos un taller de lectura de metraje, así que nos reunimos y discutimos nuestro metraje, hablamos de lo que leemos y vemos a través del metraje, nos preguntamos en qué dirección nos lleva el metraje, compartimos y discutimos. Esto es muy importante para unir a la gente como proyecto, porque no todo el mundo es como yo, que ya llevo diez años en el proyecto, y este proyecto sólo puede mantener económicamente a una o dos personas, y los demás tienen que ganar dinero por sí mismos trabajando en otras cosas. Yo y otros dos tenemos apoyo para todos los meses, pero tenemos que encontrar la manera de reunir a la gente, por lo que hacer cine o performance es muy importante para nosotros. Además, tenemos un correo electrónico de grupo y mucha gente envía su diario y nos respondemos unos a otros.
Viola: Siempre estás hablando del proyecto, esto también tiene que ver con la financiación. Hablas de una financiación australiana, White Rabbit, esta cuestión es porque en América Latina, vivimos en una realidad en la que hay una colonización cultural y económica. EE.UU. y Europa tienen mucho interés en financiar proyectos culturales, proyectos de arte, proyectos mineros, diferentes tipos de proyectos industriales. Están detrás de muchos proyectos de forma colonial. Estaba pensando si el Folk Memory Project tiene esta financiación, como grupo colectivo de artistas de diferentes formas de hacer arte. Me pregunto si hablan de esto, porque hay una tensión global entre China y Estados Unidos. Me preguntaba sobre el interés que hay detrás de una institución estadounidense en apoyar económicamente este proyecto, si hay algún tipo de forma o deformación, o algún tipo de desobediencia de una generación joven contra la cultura y la educación comunista, porque no es sólo una palabra o un partido, es como cuando pensamos en religión, yo no creo en dios pero formo parte de una cultura católica, así que creo que el comunismo también está arraigado en la vida de la gente.
Mengqi: Para nosotros no buscamos constantemente este tipo de apoyo, empezamos el proyecto por nuestra cuenta y luego aceptamos el apoyo que nos ofrecieron y sobre todo cuando no hay intereses políticos. Queríamos conservar nuestros archivos en las universidades chinas, pero no pudieron hacerlo. Antes de 2014, algunas universidades nos pedían que proyectáramos nuestras películas y habláramos del proyecto en las clases, pero ahora sólo nos invitan en contextos artísticos para hablar de esto. No es fácil lo que hacemos, así que necesitamos apoyo para mantener esto, no podemos hacerlo por nuestra cuenta, porque no son cosas muy profesionales, solo podemos grabarlo y guardarlo. Estamos muy contentos de poder hacer esto, y el sistema universitario no sólo nos da dinero para hacerlo, no se trata de dinero, se trata más bien de que todos los miembros reciban apoyo para hacer esto, para filmar la memoria. White Rabbit nos ha apoyado en todo. Si este proyecto sigue adelante, nos seguirán apoyando de todas formas, no nos ponen condiciones sobre cómo hacer las cosas. No sé cómo es la situación en Perú, pero en China había algunas ONG, y ahora algo cambió que hay menos, y tenían el perfil que dijiste, venían de Europa, de Norteamérica, pero nosotros somos diferentes a las ONG. Pero esto no es un gran problema para nosotros en este momento.
Viola: Quería preguntarle si tienen una Filmoteca Nacional en China.
Mengqi: Sí, tenemos, pero por supuesto no aceptaron las obras.
Viola: ¿Quién conserva todas estas películas que ha realizado a lo largo de estos 10 años?
Mengqi: Colaboramos con la Biblioteca Duke, que tiene una biblioteca sobre Asia Oriental. Sólo archivaban libros y no querían conservar material porque incluso para ellos es una cantidad enorme de material que archivar. Tienen un museo o biblioteca colectiva especial, donde recopilan grabaciones, imágenes e historia, así que construimos este Archivo de la Memoria Popular en esta biblioteca especial, de modo que no decimos que esto les pertenece a ellos o a nosotros, porque lo hacemos juntos. Si alguien más quiere unirse a esto, nos parece bien, porque queremos compartirlo con la gente y no sólo guardarlo en nuestras casas, porque no podemos compartirlo públicamente en China. Teníamos un blog en el que compartíamos los recuerdos de cada uno sobre la Gran Hambruna y la Revolución Cultural, pero en 2016 el blog se cayó y no pudimos volver a subirlo a Internet. Así que para nosotros es muy importante que la Universidad de Duke preserve esto, creemos que es una buena manera de hacerlo.
Viola: ¿cómo se conserva?
Mengqi: Lo conservamos en discos duros. El profesor viene a China y se lleva los discos duros a Estados Unidos.
Viola: De alguna manera ilegal, porque en el aeropuerto pueden sospechar.
Mengqi: Sí, a veces, cuando he enviado mis películas al extranjero en DVD, a veces el envío estaba bloqueado, a veces todo iba bien.
Ivonne: Actualmente vives en el pueblo. Lo que nos hace pensar que esta experiencia de 10 años es trascendental para el cine o el arte, se convirtió en una experiencia de vida, en la que lo personal y lo público están fuertemente entrelazados… ¿Qué piensa del impacto de su trabajo en el pueblo y los aldeanos? Se pueden ver algunos intentos de censura dentro de la comunidad, pero al mismo tiempo cómo creaste profundas relaciones con algunos de los aldeanos. Esto también se refleja en la construcción del monumento, la biblioteca, la actuación con Lei Xianzhen en “Birth”, el cortometraje de la adolescente Fang Ho “My Room” y sus dibujos en las casas de los ancianos, la Casa Azul y muchas otras actividades, gestos y cambios en el pueblo que tienen que ver con su relación con ellos… ¿Cuáles son sus proyectos actuales? En este momento, ¿qué significa la Casa Azul para ti y para el pueblo?
Mengqi: Creo que la inferencia es entre nosotros, ellos y yo, ambos tenemos inferencia. Creo que la relación entre Fang Ho y yo, por supuesto que quiero ayudarla y aportarle lo que creo que es bueno para ella, pero no puedo evitar que abandone la aldea, porque tuvo que dejar la aldea para ir al instituto y puedo ver que después de seis años probablemente dejará la aldea para siempre. Creo que en el pueblo es significativo que los jóvenes puedan volver, creo que esto es muy importante aunque no tengo ninguna respuesta, creo que esto es una señal al respecto.
Entonces no creo que pueda cambiar sus vidas de manera financiera, para que puedan tener una vida mejor ganando más dinero, no esperan que los ayude así, quieren que los ayude con mis habilidades en Internet. Para ayudarles a vender sus setas, quieren que les ayude con mi cámara a filmar lo que hacen y crear interés entre los extranjeros para que visiten el pueblo como turistas. Creo que no puedo ayudarlos con esto. Debido a que regresar a la aldea para vivir aquí es muy inusual en China, la generación de mi tío es la última generación que vive en la aldea y sus hijos ya no regresan a la aldea. Entonces me pregunté cuál es el futuro. Entonces me cuestiono también qué puedo hacer cuando sé que este lugar cambiará o desaparecerá, entonces esta es una pregunta nueva para mí durante este año que vivo aquí. Disfruto vivir aquí, nunca pensé que tendría una vida así aquí. No es fácil de explicar porque este año fue un gran cambio pasar alrededor de seis o siete meses en el pueblo, también puedo ver muchas cosas sucediendo en todo el mundo, puedo ver que están sucediendo muchas cosas, pero no Estoy muy tranquilo aquí, así que a veces me pongo muy nervioso porque “soy joven, pero mi vida es muy tranquila”. A veces tengo este problema, pero a veces creo que es muy bueno para mí concentrarme en hacer algo. Creo que es muy bueno vivir aquí y me gusta preparar mi comida, cultivarla y gasto poco dinero en el pueblo. Mi relación entre mi tío y yo cambió, por lo que compartimos comida muy a menudo. Esta vida es totalmente diferente a la vida en la ciudad, esto es más como un mundo original, más como un mundo viejo. Creo que es muy importante pensar en esto durante este año, qué tipo de vida puedo elegir, qué puedo controlar, qué no puedo obligar a vivir. No tengo una respuesta muy clara. Quizás en un par de años podría darme cuenta.
Pero con respecto a la Casa Azul, esto es lo que quiero compartir con la gente del pueblo, como los niños que regresan con frecuencia, van a la escuela en las ciudades y regresan todas las semanas, simplemente regresan de inmediato a la Casa Azul. No simplemente ir a casa y jugar con el teléfono o algo así. Hablamos sobre la membresía con el FMP porque otros participantes y el Sr. Wu vivieron aquí durante meses y construimos el patio trasero, por lo que probablemente el próximo año o el próximo trasladaremos los temas del proyecto a la Casa Azul, para que haya otra Estación de trabajo Caochangdi en la Casa Azul. Otra cosa es que probablemente también cambiaría mi forma de hacer cine este año, dejaré de hacer largometrajes de 60-100 minutos de duración para presentar algo. Porque el sentimiento ha cambiado, ahora salgo y paso tiempo con una persona y su historia puede convertirse en una película, así que el año que viene presentaría dos o tres películas, porque creo que es importante repensar el camino, ¿por qué? hacer películas, cuál es la película que quieres hacer y quién verá esa película. Entonces he pensado en esto y mis ideas han cambiado. Hace cinco años quería hacer algo de gran formato pero ahora quiero ir poco a poco.
Viola: Tu trabajo va más allá de lo cinematográfico, la danza, la performance, el arte en general, porque sin una propuesta superas la falsa necesidad de representar a “los demás” y transformar la realidad, como cuando alguien llega a tu vida y todo cambia y ya no eres tú. Recuerda cómo era antes. Ahora que enfrentas la convivencia en el KM 47 con los habitantes, ¿estás contenta?
Mengqi: Sí, estoy feliz. Es muy extraño y sorprendente, estamos viviendo en una época extraña, pero cuando vine aquí, sentimos que estábamos enfrentando una gran crisis debido al coronavirus, pero en el pueblo cada uno enfrenta su propio problema y sus problemas están relacionados. a la tierra. Este año, el pueblo tuvo una gran lluvia y el agua inundó toda la tierra, tuvieron que enfrentar este tipo de problemas, y después de la época de lluvias, hubo un clima muy seco, así que, para mis ojos, este año es realmente 2020, pero para ellos cada año tienen que arreglar algo, eso es lo importante para ellos, así que aprendo muchas cosas de ellos, muchos detalles. Entonces encuentro más detalles mientras vivo aquí, más cosas aprendo de ellos que cuando no vivía aquí. No creo que pueda representarlos porque aprendo de ellos más de lo que los represento. Tienen su propia sabiduría pero no se puede ver, incluso cuando regresé por diez inviernos, puedo decir recientemente que he aprendido sobre la relación que tienen con la montaña, son cosas realmente asombrosas, cómo viven. Creo que es verdadera sabiduría sobre la humanidad, no creo que realmente estemos aprendiendo algo en las universidades, y ellos aquí realmente están aprendiendo algo sobre la naturaleza.
Ivonne: Ahora tienes tu propio patio trasero y estás aprendiendo a cultivar tus propios alimentos.
Mengqi: Creo que vivir aquí es como sumergirse en las profundidades del océano, encuentras otro mundo…
Ivonne: ¿Cómo te llegó la decisión de pasar a los 47 km?
Mengqi: No pude decidirme debido al cierre, así que solo me quedé aquí, pero no creo que sea así todos los años, tal vez creo que en septiembre puedo ir a Beijing. Quizás el año que viene pase la mitad del tiempo aquí o la mitad del tiempo afuera, o simplemente viva aquí a tiempo completo.
Viola: En América Latina hay una idealización del comunismo en algunos lugares aquí, entonces China y Rusia fueron un referente a seguir en los años 70, países que hicieron posible las ideas socialistas.
Ivonne: Pero no duró tanto, ahora vivimos en sociedades neoliberales que dependen bastante de la economía global. Algo que nos conmovió de tus películas fue la similitud con la realidad peruana, ya que hay muchos pueblos en el Perú, como 47 km, que están realmente alejados de las ciudades y de donde emigra mucha gente.
Mengqi: Este país está gobernado por un partido comunista, pero ahora es en general un país capitalista, por lo que todo gira en torno al dinero. Este año tuvimos muchas discusiones sobre la generación joven que trabaja en la ciudad, como la hermana de Fang Ho. En las ciudades hay mucha gente del pueblo y trabajan como repartidores, ves a muchos jóvenes haciendo este trabajo, porque ganan dinero muy rápido, trabajas más y obtienes más dinero. Nadie tiene una respuesta, por lo que es un momento muy importante para pensar qué tipo de vida quieren aquí. Para mí creo que es bueno tener la Casa Azul, de lo contrario no sé cómo sería este año.
Viola: Nos encantaron todas las películas, pero hay algunas escenas que nos gustaron más. Quería contarles que nos encantó este paseo con la anciana y los gatos por ejemplo, o la escena de tus manos tocándose con las manos de la anciana.
Ivonne: Realmente prestamos atención a diferentes detalles como las cocinas y las sillas. Todos en el pueblo tienen la misma silla.
Mengqi: Te refieres a las sillas pequeñas.
Viola: Sí, todas las familias tenemos la misma silla, queremos construir una.
Ivonne: Sí, queremos construir una. Hay otra escena significativa cuando le preguntas a tu abuelo sobre los sueños y te dice que hay que educarse para saber soñar.
Viola: En Self-Portrait: Dreaming at 47 KM (2013), creaste una narrativa ficticia en la que apareces bailando, y al final apareces como un pájaro intentando volar.
Ivonne: Este film tiene esta narrativa paralela en blanco y negro que es más onírica. Para mí, esta es una película realmente poderosa, cuando sostienes la cámara y te alejas de tu abuelo, te despides y los niños te siguen y te piden que regreses. Para mí es realmente sorprendente cómo eres muy abierta sobre tu propia vulnerabilidad, eres muy transparente sobre cómo esta experiencia te está cambiando como persona, mientras tanto está sucediendo. También cuando hablas frente a la cámara vestida con la ropa de tu padre y hay un viento fuerte que no nos deja escucharte y pareces muy nerviosa. Es bastante impresionante ver que no estás seguro de lo que estás haciendo y parece más bien una serie de rituales que son parte de tu creciente relación con este lugar. Esta escena de Self-Portrait: Birth in 47 KM con la anciana y sus historias sobre su matrimonio abusivo y sus partos, es un momento estético poderoso y bastante hermoso con tus manos actuando juntas y el sonido que estás haciendo con tus bocas, y luego vemos el momento íntimo que estamos compartiendo juntos al hacer esto, que nos lleva a la realidad de la belleza, no es sólo una búsqueda estética, sino resultado de la cercanía con alguien. Para nosotras es uno de los valores más potentes y fuertes de vuestras películas, porque normalmente los artistas y cineastas tienen posiciones claras cuando hacen sus películas, no abandonan su papel de cineastas como de quien hace una película, pero en vuestras películas eres Mengqi también como cineasta, pero estás bastante presente como persona afectada por la relación que estás creando.
Ahora me pregunto por la acogida de sus películas en general, en los festivales de cine por ejemplo. ¿Hay algún otro cineasta de The Folk Memory Project que también haya proyectado sus películas?
Mengqi: Cuando terminamos nuestras películas las enviamos a algunos festivales. Primero tuvimos tres festivales de cine independiente en China, pero ya no. Una forma de compartir nuestras películas es enviándolas a festivales. Espero que podamos compartirlos en las universidades, eso nos parece mejor que los festivales de cine. Estamos intentando trabajar con algunas universidades extranjeras como la Universidad de New Castle en Inglaterra para archivar las películas y compartirlas en Internet. Hasta ahora en la FMP solo las enviamos a festivales, ahora es la única manera de que la gente vea nuestras películas.
Ivonne: En Yamagata proyectan tres de tus películas…
Mengqi: Sí, es un festival de cine muy especial, casi como el Festival de Cine Independiente de China, donde fundaron el cine independiente porque apoyaban el trabajo de los jóvenes cineastas. No tienen argumentos, simplemente comparten las películas con el público local con una relación muy estrecha con los realizadores. El fundador de este Festival de Cine es Shinsuke Ogawa, también está en un pueblo de Yamagata, el Sr. Wu se inspiró en Ogawa para tener proyectos en los pueblos y así luego creó el Folk Memory Project.