BAFICI 2017: CÍNICOS DE RAÚL PERRONE

BAFICI 2017: CÍNICOS DE RAÚL PERRONE

Por Mónica Delgado

Una fábrica abandonada se vuelve en Cínicos en la metáfora de una sociedad de la decadencia. No solo se trata de mostrar a una comunidad en la anomia y anarquía, donde las relaciones de poder se tornan sinuosas y permeables, sino que este espacio del trabajo, del esfuerzo comunitario y la generación de plusvalía, modelo de transformación y de lides obreras tras la revolución industrial, condensa la fisonomía en desvarío de la caducidad de un modelo societal que parte desde la sublimación del trabajo, en su explotación y alienación.

Pero Raúl Perrone va más alla. Si bien el cineasta mantiene en Cínicos los usos y formas de sus anteriores trabajos: cámara digital en constante movimiento, blanco y negro de contrastes, rostros expresivos en primerísimos planos, cadencias que van componiendo formas sonoras y visuales permitiendo una atmósfera anacrónica, lo que logra en este film es una summa performática, donde la corporeidad de los personajes cobran una abstracción, que antes de una fábula política, lo que ofrece es un relato sobre la materialidad de la alienación, o de aquello que impulsa a la locura tras el libre albedrío.

Cínicos describe en el inicio que se inspira en la escuela cínica de los griegos, como corriente filosófica y poética, que permite conceptualizar el entorno del film, las maneras, las reglas y el espíritu de esta comunidad de niebla y óxido, de personajes en éxtasis, que recitan poemas de Pasolini, Rimbaud, Shakespeare o Becket. Estos cínicos no mantienen la insanía de la soledad y la rebeldía que los personajes griegos, o la certeza de que la civilización es la encarnación del mal, con sus leyes y tradiciones, pero sí su paradigma físico, basado en la vida frugal, para asumir la identificación con la vida canina incluso, pasión por la naturaleza y la vida animal. Los cínicos de Perrone son sucios, lascivos, verborreicos, histéricos, creyentes, sumisos, que remiten a los personajes ideados por Aleksei German en Hard to be a God, film con el cual tiene además similitudes formales. Pero es apenas una coincidencia de tipo estética, puesto que la trama propuesta por Perrone apunta a otra ruta.

Para Perrone, el ámbito de este cinismo, de renuncia a una devoción a un sistema social determinado, solo puede asumirse como una recreación de su protagonista, el poeta Ibico, como un sosías avejentando de Jesucristo, en su vida, pasión, muerte y resurrección, como si fuera necesario repetir la misma dialéctica humana del redentor y de su misma aniquilación. La masa, sea cual fuere su naturaleza, filiación o pertenencia va a tomar un curso determinado, autosaboteándose. El evangelio de Ibico es la poesía, páginas de poemas que en este universo de la fábrica abandonada, se vuelve en objeto preciado y de poder, en elemento de transacción cual moneda de oro. Cuando la poesía es desestimada, cuando pierde su aura, la comunidad ataca a esta única posibilidad de fantasía y creación.

Con Cínicos, Perrone propone una extraordinaria fábula moral sobre el sentido de lo poético, como si se tratara de una nave de los locos postapocalíptica, donde el poeta, anciano y desgastado, sufre como un mesías la negación del verbo y su representación. Y es así como poco a poco en el film se va pasando de las declamaciones poéticas de los personajes al silencio, donde tras el curso trágico de la historia solo queda la fábrica y sus escombros, con los mismos diletantes, sucios, hambrientos y frenéticos, nuevos Diógenes, sin poder salir de la gran oscura comunidad.

Noches especiales del BAFICI 2017.

Dirección y edición:  Raúl Perrone
Guión: Raúl Perrone, Damián Zeballos
Cámara y fFotografía: Raúl Perrone, Lara Seijas, Martín Farina
Productor ejecutivo: Pablo Ratto
Diseño de imagen y Sonido: Raúl Perrone
Post de sonido: Lucas Granata
Música: Matías Parisi, Juan Marco Litrica, Sofia Naccarato (violin)
Asistente de dirección: Andrea Cano, Emma Echevarria
Arte,  Maquillaje, Vestuario: Paola Polleto, Maria Paula Trota, Mayra Nani
Producción:  Les envies que je te Desire – Trivial Media – Películas anti-autor