Por José Sarmiento Hinojosa
Los últimos días de la Berlinale llegaron, y sin embargo no hay sorpresas desde la competencia principal vista en el Palast. Como todos los años (ante una declinación particular de la calidad en los últimos años), la sección Forum ofreció lo mejor que el festival presentó (a excepción de películas de otras secciones: 71′ de Yann Demange o Journey to the West de Tsai Ming Liang, por nombrar algunas de ellas). Pero aún así, uno no puede dejar de sentir un sabor agridulce después de una competición que podría haber sido mucho mejor. Sólo algunas notas: No hay que perderse 20’000 Years on Earth, el documental sobre Nick Cave, y Calvary de John Michael McDonagh.
ALOFT – CLAUDIA LLOSA (COMPETITION)
Un melodrama excesivo y con esencia mística. Aloft es probablemente la película más débil de Claudia Llosa hasta la fecha: protagonizada por un elenco maravilloso (Jennifer Connelly, Cillian Murphy, Melanie Laurent), la película pierde su curso rápidamente con una historia carente de tratamiento, que se basa en rituales locales y místicos, ya tratados en el cine de la autora. Los actores hacen un trabajo increíble tratando de contener la enorme cantidad de sobrecarga emocional dentro de un relato ya predecible. Esto no significa que sea un mal filme: visualmente Aloft es impecable, y Llosa sin duda tiene una habilidad especial para las vistas panorámicas y el uso de planos a corta distancia (probablemente más un mérito de puesta en escena), y, de hecho, no son al azar los mejores momentos que se trabajan realmente en la película. Pero en general, Aloft se encuentra entre las películas más débiles de la competencia de este año.
ALAIN RESNAIS – LIFE OF RILEY (COMPETITION)
Desde su You Haven’t Seen Anything Yet!, Resnais se entromete (de nuevo) con la idea de incorporar el teatro en un formato un tanto experimental con buenos resultados. Life of Riley es reflejo del gran esfuerzo del cineasta, por incorporar animación a la fórmula (una fusión de géneros que sólo se pudo trabajar en las manos de un cineasta competente). Esta es la tercera vez que Resnais adapta una obra de Alan Ayckbourn (el mejor resultado fue probablemente Coeurs de 2006) y desde entonces ha estado radicalizando su puesta. Por no decir que estos son trabajos experimentales de vanguardia incomprensibles, el cineasta tiene suficientes asideros en la historia del cine para hacer una comedia con trabajos de luces cálidos, y con resultados agradables. Life of Riley, sin embargo, podría ser solo un olvidable pasaje de todo el impresionante cuerpo de su obra.
WU REN QU – NO MAN’S LAND
Uno de los problemas de tener un director de cine como Quentin Tarantino, sobrevalorado y sobreestimado entre tantos críticos y público por igual, es la cantidad de imitadores dentro del “género homenaje” que propició. No Man’s Land es un híbrido entre Mad Max y Érase una vez en el Oeste, cuyos resultados son espantosos. Sin duda, la película más floja de toda la competencia, y resulta una supuesta parodia de spaghetti western y films apocalípticos, pero apenas el cineasta Wu Ren Qu consigue unos aburridos primeros treinta minutos de metraje (y que se extienden a unos noventa más insoportables aún), donde el argumento es lo de menos, y donde priman el exceso de de pirotecnia y personajes inenarrables. No hay mucho que decir acerca de este choque de trenes, a excepción de que mi tiempo podría haber sido invertido en algo mejor, es decir, viendo una buena película real. Y sí, tenemos que culpar a Tarantino por esto.