Por Mónica Delgado

A diferencia de otras películas de los hermanos Dardenne, el personaje de Marion Cotillard se convierte en la pieza esencial, el motor, el alma, la vida de Two Days, One Night. Si bien en sus anteriores filmes, todos los personajes se articulan en una suerte de microcosmos social, aquí la variación es otra. Los Dardenne explotan una vena más íntima o psicológica, donde el plano social, si bien es el detonante (la crisis laboral, el desempleo, la falta de asistencia social, entre otros), queda rezagado, para cambiar la dialéctica de la culpabilidad del “sistema” que transforma las decisiones de sus protagonistas, por una fijación más minuciosa, a partir del personaje de Sandra, sumamente depresivo y que encarna Cotillard.

Sandra solo tiene un fin de semana para convencer a una decena de compañeros de trabajo a que renuncien a un bono de asistencia de mil euros, para que ella pueda conservar el empleo. La tarea no luce fácil, ya que todos sus colegas viven la misma situación (y no está de más decir que con Sandra, Marion Cotillard luce en su mejor papel, así extraviada, frágil, dispuesta al llanto ante cualquier motivación). Y la idea del argumento de los Dardenne no deja parecer ser cruel, que como en Rosetta o los padres de El hijo, al someter a su personaje a una serie de búsquedas en plan regresivo y de suspenso, apostando por la tensión y por la debacle inevitable (como sucede en casi todos sus filmes).

En Two Days, One Night, los Dardenne han dejado de ser los afanosos admiradores del estilo y tema bressoniano, para ejecutar una drama sencillo, de planos, contraplanos, o la cámara en mano que sigue el personaje pero aquí ya sin mucha ambición (sobre todo si recordamos el estilo que implantaron con las mencionadas Rosetta o El hijo),  y que en este filme ya no se muestra necesario, puesto que están a la caza de las reacciones de un personaje a punto de la renuncia. La cámara está al servicio de Cotillard, a quien vemos cruzar la calle, tocar las puertas, bajar del auto. Incluso en las escenas que sirven de respiro (como las canciones en el auto con el esposo o la amiga), allí con la cámara que persigue detalles, dejando entrever sus sonrisas o miradas (pero nunca de modo frontal).

Las películas de los hermanos Dardenne poseen un nivel minimal y certero, directo, sin ambivalencias, y con este retrato de una mujer a punto de un ataque de nervios, quedan expuestos a la confirmación de su fama.

Competencia Oficial
Escrito y dirigido: Jean-Pierre y Luc Dardenne
Editor: Marie-Hélene Dozo
Productores: Jean-Pierre y Luc Dardenne,  Denis Freyd.
Reparto: Marion Cotillard, Fabrizio Rongione, Pili Gropyne, Simon Caudry.
País: Bélgica
Año: 2014