CANNES 2017: LES FANTÔMES D’ISMAEL DE ARNAUD DESPLECHIN

CANNES 2017: LES FANTÔMES D’ISMAEL DE ARNAUD DESPLECHIN

Por Mónica Delgado

Abrir el festival de Cannes con una película de Arnaud Desplechin era una deuda, sobre todo porque hace dos años su film Trois souvenirs de ma jeunesse fue presentado dentro de la Quincena de Realizadores e ignorado por la selección oficial, lo que se vio como un acto de poca atención a uno de los cineastas más lúdicos de Francia. Con Les Fantômes d’Ismael, Desplechin entrega un film a la medida de la apertura del festival más importante del mundo, sin caer en el statement por lo social, lo políticamente correcto o lo hollywoodense, como ha sucedido años atrás. El cineasta despliegua sus motivaciones personales como creador al dar vida a un personaje entre alter ego y monstruo literario, en una historia plena de toques de humor extraño, entre absurdo y orínico.

La función de apertura no causó empatía en el espectador, sobre todo si recordamos que films tan flojos como La tête haute o Grace de Mónaco recibieron la ovación del público (o al menos palmas amables) en ediciones anteriores. Sin embargo con Ismael’s Ghosts, Desplechin emplea el estilo del puzzle para invocar a los demonios creativos de un guionista y cineasta en ebullición, atrapado en un mundo de irrealidad propio de las ficciones que lo motivan y fascinan, en una puesta en escena diversa, ecléctica que descuadra al espectador. Silencio, ¿loa o indiferencia? Es lo de menos, pero lo que queda claro es que las fantasías de Desplechin quedan aquí en una tonalidad distinta, más cinéfila, de citas y evocaciones, incluso de arrebatos hitchcockianos.

Un cineasta (Mathieu Almalric, actor fetiche del cineasta) en crisis creativa, se ve perturbado por el regreso entre los muertos de su esposa (Marion Cotillard) desaparecida hace veinte años. Su actual pareja (Charlotte Gainsbourg) y eslabón o muro de contención de sus procesos ambivalentes se ve afectada por esta aparición. Así los fantasmas del título no solo tienen que ver con este regreso de la esposa muerta (muy a lo Vertigo)  sino de las insatisfacciones del cineasta con su nueva película (una historia detectivesca encarnada por Louis Garrel, y donde tiene un pequeño papel el inmenso Jacques Nolot), y que en palabras del mismo Desplechin, se tratarían de  fantasmas que remitirían al universo pululante de pasado y presente muy a 8 1/2 de Fellini.

Hay una apariencia irregular en el film número doce de Desplechin, marcada precisamemte por los desvaríos mismos del personaje que van transformando la puesta en escena, que va desde las sobreimpresiones de carácter fantasmagórico hasta los recovecos genéricos de la comedia absurda. Sin embargo, esta versatilidad permite un film flexible, lleno de reminiscencias, que logra momentos de fascinación cómica e irreal.

Fuera de competición- película de inauguración
Dirección: Arnaud Desplechin
Guión: Arnaud Desplechin
Reparto: Mathieu Amalric, Marion Cotillard, Charlotte Gainsbourg
Productora: Why Not Productions
Francia, 2017