Por Mónica Delgado
Casos complejos aborda con un humor singular un problema de total actualidad en el Perú: la corrupción en los estamentos de justicia del estado. Un grupo de crimen organizado en una provincia del país está siendo vigilado por un fiscal que parece ser la excepción a la norma: es el único que parece hacer su trabajo y quiere tras las rejas a una banda de extorsionadores y sicarios pese a tener a jueces y a la policía en contra.
Con ecos de algunos films de Bong Joon-ho (Memorias de un asesino) o de Takeshi Kitano en la manera en que se abordan los universos de thriller o del policial con toques de humor y sátira, el cineasta trujillano Omar Forero expone con frescura las trabas que experimentan dos personajes: uno que quiere hacer justicia, y otro que de alguna manera la quiere entorpecer (Gonzalo Vargas en un gran debut). Un juez y un sicario, quienes nunca se cruzan en la búsqueda, y que plantean las dos caras de una problemática feroz, de desinterés estatal y de corrupción endémica.
A diferencia de sus trabajos anteriores Los Actores o Chicama, films contemplativos o de exploración formal desde algunos dispositivos documentales, en Casos complejos, Omar Forero apuesta por un tratamiento que va más allá de la historia afortunadamente coyuntural, al imponer perspectivas narrativas y sus posibilidades para ficcionarse. La música incidental, de toques alegres, va ir modelando precisamente estos puntos de vista, desde aquellos que narran diversos episodios criminales (policías, detectives o testigos), con la aparente torpeza de estos relatos contados por personas comunes y corrientes y que Forero vuelve extraordinarios a punta de ralentis o de una puesta en escena lúdica.
La libertad que permite Forero se concentra en las posibilidades narrativas en manos de estos testigos. La cámara asume por momentos el rol de aquel que narra, y de cómo este entabla la reconstrucción de los hechos, por ello este recurso da cabida a cuotas de ingenuidad o de impericia, lo que provoca inesperados estallidos de humor, sobre todo debido a diálogos de cariz popular y jerga.
Si bien hay algunos momentos desechables por aleccionadores (la pastilla moral del fiscal que pide a sus asistentes seguir en la lucha anticorrupción, o los flashbacks que justifican el lado humano del sicario), Casos complejos plantea una ruta de estilo que muchos evaden en el cine peruano, la de la ironía, el humor negro y la sátira para dar cuenta de la naturaleza del “ser peruano”. Quizás Forero esté planteando con Casos Complejos una salida a la crisis de la comedia en el cine peruano (sobre todo comercial), con este film que propone un abordaje creativo y distinto a realidades densas, y que usualmente son tratadas desde la solemnidad o la contención.
Dirección y guion: Omar Forero
Música: Lucho Barrera
Fotografía: Omar Quezada
Reparto: Oscar Alarcón, Gonzalo Vargas, Héctor Paredes, Robert de la Cruz, Lady Solano,Fernando Bacilio
Productora: Cine de Barrio
Perú, 88 minutos, 2018