VISIONS DU RÉEL 2022: VIDA FÉRREA DE MANUEL BAUER

VISIONS DU RÉEL 2022: VIDA FÉRREA DE MANUEL BAUER

 

Por Mónica Delgado

En la competencia internacional del festival suizo Visions du Réel se presenta el largometraje peruano español Vida Férrea (Steel Life, 2022), dirigido por Manuel Bauer. Es la primera vez en mucho tiempo que un documental peruano es seleccionado en este tipo de competencias oficiales, donde a la vez participan obras de Noruega, Francia, Alemania, Grecia, Armenia o Suecia, y donde también es el único en esta competencia proveniente de una producción de Latinoamérica. Y este aspecto, de por sí, merece destacarse.

Vida Férrea ya adelanta desde su nombre lo que veremos en sus 95 minutos. Se trata de la exploración de una relación entre el trayecto de un tren de minerales, el denominado Ferrocarril Central Andino, por tres regiones del país y una serie de cinco personajes que, indirecta o directamente, están vinculados con el sector industrial que este medio de transporte representa. Por un lado, está el recorrido en clave paisajista del trayecto del tren, que luce aún como resto de una obra pensada a finales del siglo XIX, y por otro, la clave humana ante una actividad económica que pese a los esfuerzos y pese a la denominación de ‘Perú, país minero’ ha dejado enfermedades, pobreza y mantenido al país en el subdesarrollo o en una situación de dominación colonial. Si bien el discurso crítico a la minería gobierna toda la visión del film, la mirada de Bauer busca distanciarse de alguna posición desde una perspectiva sociológica y etnográfica, y deja a sus personajes hablar de los pro y contras, aunque la mayoría se refiere a la actividad minera como un mal necesario o como un sistema de depredación del ambiente y la salud que no ha dejado los réditos que se esperaba. Y en ese sentido, es un documental que permite conocer los efectos de la minería desde el plano social, ya como productor de enfermedades letales producto del plomo, desplazamientos forzados, destrucción de comunidades enteras y como perpetuador de inequidades.

Manuel Bauer (1974), egresado de la Universidad de Lima y reconocido montajista que trabaja en España en cine y TV desde hace más de veinte años, propone un acercamiento naturalista, a tal punto que el recorrido que vemos es lineal, ya que comienza esta inmersión en esta vías férreas desde Cerro de Pasco y culmina, en un viaje descendente, en el puerto del Callao, provincia constitucional, el fin del trayecto terrestre de los minerales, que luego son enviados en containers a otros países. Este viaje desde los 4800 metros sobre el nivel del mar, en los Andes, va hacia el Callao y el mar como un proceso que permite ver un panorama común, no solo de deformación de paisajes y destrozos del medio ambiente (como los grandes panorámicos de las minas a tajo abierto en Pasco), o de rutas al ras de precipicios o paisajes maravillosos, sino como telón de cinco historias, de cuatro hombres y una mujer (Manuel Llanos, Betty Oscanoa, Fernando Tovar, Federico Cabeza, Víctor Rostaing), que revelan también un abanico de profesiones y oficios que fueron marcados o depende de la actividad minera. Un servidor público que trabaja en las vías, una enfermera en un centro de salud que lidia contra los efectos de la contaminación del plomo, uno de los meseros de un bar que se ubicaba frente a una estación del tren y que hoy es un centro cultural, o un ex futbolista de Alianza Lima que trabaja en el puerto. Personajes que desde el recurso de la voz en off (mientras los vemos realizar sus actividades diarias) van revelando los aspectos más difíciles de su vida laboral. Y por ello Vida férrea no solo es un documental sobre la trascendencia de un tren de carga sino sobre los trabajadores.

Este primer largometraje de Bauer, estructurado como road movie, ofrece a su vez un retrato de país en el contexto de las celebraciones de fiestas patrias a fines de julio. Bauer no solo busca plasmar desde recursos documentales la experiencia del recorrido con reflexiones de estos personajes en off, sino que hay una necesidad de materializar una metáfora de país desde su diversidad y desde el relato de nación. Un país donde el discurso del emprendimiento y desarrollo individual se contrasta con el gran proyecto minero que desde finales del siglo XIX se convirtió en el símbolo nacional del progreso absoluto. Así, Vida férrea, plasma una indiferencia estatal y una alegoría del fracaso. Por otro lado, este documental no busca ser un análisis histórico, aunque materia había: Perú inauguró la línea Lima – Callao, en 1851, considerado el primer tren de toda Sudamérica, como una apuesta de modernidad y de inserción en la actualidad de la industrialización, y más bien el film solo explora esta relación tren y minería desde la ruta en sí y desde la inserción de un personaje por cada espacio: Pasco, Junín, Lima (Chosica y el centro de la ciudad) y la provincia del Callao.

Y a diferencia de otros documentales que aprovechan el circuito del tren para realizar metáforas sobre el devenir de la vida (o sobre el devenir del cine) o sobre su propia interioridad, Bauer concentra su paso como oportunidad para que el espectador pueda conocer de primera mano los testimonios de estas cinco personas. Y el punto de partida es la historia de Manuel Llanos, quien comenta que se siente un extranjero en su propia tierra en Pasco, mientras lo que vemos es un lugar que pese al poderoso cielo andino luce gris y marchito. Sin embargo, más allá del peso dramático de los relatos, los momentos más interesantes de Vida Férrea se ubican precisamente en el aspecto más manido de este tipo de obras, es decir, en esos planos producto de la cámara colocada en los techos del tren o desde la cabina de los maquinistas, y que dejan explorar la ruta y sus ‘acontecimientos’: rieles al borde del precipicio, caminos sinuosos donde decenas de animales cruzan intempestivamente, tráfico de autos y combis que no temen al paso del tren, o viviendas de familias empobrecidas que rozan las vías a modo de improvisada resistencia. Si bien también hay momentos dramatizados entre los personajes y sus entorno, la aparición de una comparsa en medio de una calle de Pasco quizás nos alude a esa inevitable relación for export del mundo andino con coloridos bailes y carnavales, que roza lo exotizante.

Por otro lado, el tren como símbolo de progreso o como devenir existencial ha sido explorado varias veces en el cine peruano. Menciono un par de casos recientes: la ficción El viaje macho (2016), ópera prima del director Luis Basurto, que plantea un viaje interior de un ex convicto, en una inmersión de Huancayo a Huancavelica, o el documental Tren de juguete (2011), también film debut del realizador Rómulo Franco Ruiz-Bravo, que de la mano de personajes que suelen tomar este metro de Lima, va planteando la problemática de una obra carísima y que fue emblema de un gobierno de corrupción. Así, en este panorama reciente, Vida férrea se inserta también en este ámbito expresivo, donde el tren encarna una dialéctica problemática sobre lo social, ya como injusticia y como medio de una neocolonización. Y la mirada de Bauer, de la mano de la fotografía de José Luis Salomón, construye un acercamiento crítico más allá de los cielos celestes, donde prima la desazón y la figura de una imposibilidad.

Competencia internacional
Director: Manuel Bauer
Guion: Manuel Bauer
Fotografía: José Luis Salomón
Edición: Clara M. Malagelada, Manuel Bauer
Sonido: David Romero / Ismael Calvo, David Mantecón (Diseño de sonido)
Producción: Sandra Yépez, Carlos Cárdenas, Manuel Bauer, Alejandro Lázaro
Reparto: Manuel Llanos, Betty Oscanoa, fernando Tovar, Federico Cabeza, Víctor Rostaing
Productoras: TV Cultura (Perú), Kilovivo SL (España)
Perú, España, 2022, 95 min