CANNES 2017: THE BEGUILED, FROST, A GENTLE CREATURE, RODIN Y ALIVE IN FRANCE

CANNES 2017: THE BEGUILED, FROST, A GENTLE CREATURE, RODIN Y ALIVE IN FRANCE

 

Por Mónica Delgado

The Beguiled de Sofia Coppola, a diferencia de la película original de Don Siegel, está centrada en definir un modo de vida de clase alta desde una arcadia de mujeres jóvenes en el contexto de la guerra civil norteamericana. Si en la adaptación de Don Siegel, a partir de la novela de Albert Maltz, las mujeres ponen en sus decisiones un toque de oscuridad y perversión, en el remake de Coppola estamos más bien en un mundo sometido a las formas y buenas costumbres, libre de maldad, al menos explícita, y es dentro de este corsé que la cineasta nos meterá en este universo a la luz de las velas.

Coppola sí transforma el remake de Siegel, lo convierte en una pieza más pequeña, en cuanto va aislando la interacción de los personajes en un versus de Colin Farrel frente a siete mujeres de diversas edades, quienes se muestran fascinadas con este hombre herido, que se queda en la mansión para su recuperarse de heridas graves tras una batalla. La cineasta plantea, a diferencia de Siegel, una arcadia desde el inicio, borrando cualquier elemento exógeno que plantee una fuga del lugar. Y es allí donde estas mujeres comienzan una competencia sutil por las atenciones de este hombre, a quien seducen pero también asfixian.

El mayor mérito de The Beguiled (que no tiene el uso de BSO de otros films de la cineasta estadounidense) está en cómo Coppola va construyendo las relaciones entre las mujeres, a partir de silencios, o diálogos simples y sugerentes, que evitan la maldad o el envilecimiento, y que apuesta más bien por un entorno de juegos de poder, donde la fotografía revela esa oscuridad a medias que las acciones reprimen u ocultan. Un film que salvó la jornada diaria en Cannes.

Por otro lado, Frost de Sharunas Bartas muestra un ángulo distinto del conflicto de Rusia con Ucrania (que también toca de manera diferente A Gentle Creature de Sergei Loznitsa), y que se sostiene más bien en una posición moral pacifista, que no queda resuelta del todo. Un par de jóvenes lituanos se enlista como voluntarios para llevar alimentos y ropa a la frontera en la zona de guerra. Pero esta travesía se verá interrumpida por diversas situaciones, que les permite afirmar la amistad o el amor en este viaje también interior.

El lituano Sharunas Bartas logra momentos de cuidada intimidad entre los personajes, dejando la sensación de que se trata de personas motivadas por registrar o vivir la guerra en directo, como si necesitaran de un estímulo que los haga sentirse vivos (uso de redes sociales: Youtube, por ejemplo). Y por otro, mientras más nos acercamos a la zona de guerra se percibe un retorno a un Bartas conocido, pero toda esta intención se desinfla bajo la premisa de que “la guerra es mala” que surge como marco moral del film, con una facilidad de reflexión quizás innecesaria, pero que el cineasta usa para remarcar la situación de emergencia y de crisis aún vigente. De todas formas la película mejora en su media hora final, recordando algunos buenos tiempos del cine del lituano.

Mientras que en A Gentle Creature, Sergei Loznitsa plantea un personaje femenino que va en búsqueda de su epsoso en una cárcel de una Rusia fronteriza, sin embargo solo encuentra burocracia y el inicio de una odisea que la llevará por una viaje que se va enrareciendo por culpa de militares, policías o proxenetas.

Para Loznitsa el problema es la situación en que dejó al actual país los dogmas de la ex URSS, aquí materializados en un busto de Lenin, o en menciones a Marx, empobreciendo moralmente a una región y a sus pobladores, con rezagos de militarismo, de esta bucrocracia socialista y donde la ineficiencia y el absurdo parecen ser marca registrada.

El problema con A Gente Creature, que parte de un relato de Dostoievski “La Mansa”, es la intención de crear analogías desde lo fantástico entre la problemática rusa y un lado fuera de campo, el de la periferia separatista de esa nación con problemas -en este caso desde el conflicto con Ucrania, que se vuelve un fantasma. A través de una mujer que nunca dice no a nada, un robot emocional, como la mujer del cuento del escritor ruso, que se deja llevar por donde la vida la lleve, sin pensar en los peligros, es que Loznitsa va desarrollando una radiografía social, viciada, de prostitutas, malos policías y ONG de derechos humanos inactivos. La mujer sometida a las reglas de este nuevo país, que más parece ser tierra de nadie.

Con el estilo del relato realista, Loznitsa vira de modo sorpresivo hacia la ensoñación que recuerda a Kusturica o a Fellini, pero para dar cuenta de la imposibilidad de transformar a su personaje en un ser de decisión. Un final menos truculento le habría ayudado.

Lo que sí resulta anecdótico es la inclusión de un film de lerda qualité como es Rodin en la selección de la competencia oficial. Jacques Doillon ha bajado definitivamente la guardia, para narrar de modo parsimonioso y “académico”, un biopic del famoso escultor, de estilo episódico (la parte de su vida con Camille Claudel) pero que no tiene el motor de los otros films del cineasta francés. Ni la actuación de Vincent Lindon salva del cadalso a este film afectado.

Y Abel Ferrara presentó Alive in France, en la Quincena de Realizadores, que registra una serie de presentaciones del cineasta junto a su grupo de músicos y amigos en Toulouse y París, el año pasado. El cineasta comparte escenas de los conciertos- canciones de la banda sonora compuesta para sus films (desde The Driller Killer hasta 4:44)- con diarios de los previos a cada presentación, donde se le aprecia en vida familiar, en conversaciones diversas, en diálogos públicos sobre sus películas, que van complementando los momentos de los conciertos mismos.

Alive in France mantiene un interés como diario fílmico pero porque va revelando a un Ferrara más asequible, amigable y atento con sus admiradores. Ojo que no solo es una film para fans. Baja la tonalidad de su neurosis usual -al menos la que ha dejado entrever en entrevistas- y permite al espectador demabular por su lado más blusero y rockero, y dejando para la historia evidencia de una de sus facetas menos conocida.

THE BEGUILED
Director: Sofia Coppola
Script: Sofia Coppola, Thomas Cullinan (novela)
Productores: Roman Coppola, Sofia Coppola, Youree Henley
Fotografía: Philippe Le Sourd
Edición: Sarah Flack
Cast: Kirsten Dunst, Nicole Kidman, Elle Fanning, Colin Farrell, Angourie Rice, Oona Laurence,  Addison Riecke
USA, 94 min

FROST
Director: Sharunas Bartas
Script: Sharunas Bartas
Productor: Valery Kalmykov
Cast: Vanessa Paradis
Lituania, 90 min

A GENTLE CREATURE
Director: Sergei Loznitsa
Script: Sergei Loznitsa
Fotografía: Oleg Mutu
Edición: Danielius Kokanauskis
Cast: Vasilina Makovtseva, Valeriu Andriuta, Sergei Kolesov, Dimitry Bykovsky
Slot Machine
Ucrania
143 min

RODIN
Director: Jacques Doillon
Productores: Kristina Larsen for Les Films du Lendemain
Fotografía: Christophe Beaucarne
Cast: Vincent Lindon, Izia Higelin, Severine Caneele
Les Films du Lendemain
Francia

ALIVE IN FRANCE
Director: Abel Ferrara
Productor: Nicolas Anthomé
Fotografía: Emmanuel Gras
Edición: Fabio Nunziata
France
79 min