Por Mónica Delgado
Have a nice day participó en la competencia internacional de la reciente Berlinale, despertando interés por ser un film de animación que mezcla el pulp, cine negro y evidentes inspiraciones de diversos mangas japoneses violentos, pero sobre todo por tratarse de un trabajo hecho en China, revelando nuevas perspectivas dentro de esa cinematografía que vive limitada por temas de censura.
Lo más logrado de Have a nice day es su ironía, un sentido del humor negrísimo en torno a la historia de una persecución de un hombre que desea ayudar a su pareja a cambiarse de sexo tras haber encontrado un maletín con miles de yenes, de propiedad de unos maleantes, quienes inician su búsqueda por los bajos fondos de una China ambientada en el presente pero con aires de los años ochenta. Y es quizás esta atmósfera ochentera, centrada en detalles específicos, diseño de objetos, alguna memorabilia peculiar, modas y canciones que dan vida a esta época ambivalente, en un país imbuido por las políticas comunistas, donde el mundo del hampa sigue su curso soterrado.
Esta es una China extraña de mafias, gángsteres, e incluso estéticamente dentro de las variaciones de los films de triadas, donde los sicarios o los limpiadores atacan a sus víctimas a punta de cuchillos de carniceros, como si la modernidad o sofisticación no hubiera despertado importancia en este entorno criminal. Y todo este universo lúmpen, de restaurantes de medio pelo, habitaciones de hoteles para hombres solitarios de paso, de paredes con agit pro maoísta, se condensa en el estilo de Liu Jian, artísta visual que explora desde la animación otras perspectivas estéticas sobre lo popular y nostálgico, a través de un trazo realista.
En este segundo trabajo, Liu Jian propone un entorno anacrónico a pesar de la nostalgia y la evocación ochentera, donde hay lugar para mencionar a Trump, Hillary Clinton o al dueño de Facebook. Un mundo delincuencial ilusorio, donde el protagonista oscilante, decaído, aburrido quizás, se va relacionando con un grupo de tres personajes tan desencajados como él. Antihéroes en un mundo solitario, donde una cita inicial extraida de una novela de Tólstoi marca el espíritu decadente del film.
Punto aparte la música creada por The Shanghai Restoration Project, banda que con su chill pop que recupera ritmos tradicionales chinos, le da el ambiente ideal de sugerente nostalgia ochentera a este film.
Vanguardia y género
Dirección y guión: Liu Jian
Animación: Liu Jian
Edición: Militia Xiao Liu
Música: The Shanghai Restoration Project
Diseño de sonido: Li Danfeng
Sonido: Gao Rui Feng
Casting: Liu Jian
Productores: Yang Cheng, Liu Jian
China, 2017