BERLINALE 2020: EL TANGO DEL VIUDO Y SU ESPEJO DEFORMANTE DE RAÚL RUIZ Y VALERIA SARMIENTO

BERLINALE 2020: EL TANGO DEL VIUDO Y SU ESPEJO DEFORMANTE DE RAÚL RUIZ Y VALERIA SARMIENTO

Por Mónica Delgado

En su Poéticas del Cine, el cineasta chileno Raúl Ruiz definió lo que consideró como “actividad cinematográfica chamánica”: a “un cine capaz de inventar una gramática nueva cada vez que pasa de un mundo a otro, capaz de producir una emoción particular ante cada cosa, animal o planta, con solo modificar el espacio y el tiempo de duración”*. Bastante de eso, sino casi todo, encontramos en la gran recuperación de El tango del viudo y su espejo deformante de Ruiz y de Valeria Sarmiento, que fue elegida para celebrar los cincuenta años de creación de la sección Forum de la reciente edición de la Berlinale.

No solo se trata de un film que se creía perdido, inconcluso y recuperado, restaurado por un empeño internacional que implica un trabajo cuidadoso de la Filmoteca de la Universidad Autónoma de México, sino que además grafica de modo perfecto el puente de 1967, año en que se rodó, a cargo de Ruiz, con el año 2020, año en que se termino de montar de la mano, oído y ojo de Sarmiento, y que materializa una propuesta curatorial de esta edición de Forum 50 (otros films de Sarah Maldoror, Chris Marker o Alexander Kluge han sido parte de esta retro) en homenaje a esta conmemoración, y que tiene un cariz político y militante. Un puente que revela una completa modificación de tiempo y espacio, que escapa incluso a la propuesta de la puesta en escena imaginada por Ruiz y completada por Sarmiento,  a lo largo de más de cincuenta años.

Pero, ¿qué sería lo chamánico en un film como El tango del viudo y su espejo deformante? Desde luego que en su forma, pero también en su proceso, de dos autores (Ruiz-Sarmiento) dialogando a partir de la reinvención arqueológica y el deslumbramiento creativo. Al fin, un film más para la escasa y tardía vanguardia de América Latina, y que se denota también admirador de las poéticas renovadoras del cine de los años cincuenta y sesenta.

El contexto es el año 1967, meses posteriores al clásico La Maleta (1966), film hermano, en el uso del 16mm, el blanco y negro y en una intención sonora y de montaje expresionista que recuerda a films de la vanguardia silente. Pero más allá de este estilo inicial de Ruiz ya reconocible, antes de Tres Tristes Tigres (1968), es la misma trama de El Tango del viudo, que se inspira en un relato de Daphne du Maurier, y que revela la relación fatalista y enrarecida de un personaje ante una ausencia/presencia fantasmal. Se trata de un viudo (Ruben Sotoconil), que vive atormentado tras la muerte de su esposa, quien se le presenta en forma de jocosa entelequia o como una peluca juguetona. Desde el primer plano, Ruiz nos devela la causa de esta lógica de remordimiento del personaje, quien vive acompañado de un sobrino nihilista y es visitado por un trío de amigos. Las quehaceres del hogar como actos inútiles o conversaciones extrañas sobre la naturaleza del tiempo o el sabor simple de un café.

En El tango del viudo y su espejo deformante estamos ante un Ruiz primigenio, pero que permite detectar algunas motivaciones futuras, relacionadas con el usual barroquismo o juegos alegóricos, en un mundo de aparente duermevela, como espacio liminal entre sueño y vigilia. Esta intención se acentúa más con el trabajo sonoro de Sarmiento y con el montaje que retrocede el tiempo, que materializa el “espejo deformante” que aparece en el título. Luego de veinte minutos y un poco más, Sarmiento dispone la posibilidad de recuperación del tiempo perdido, a través del retroceso continuo de cada escena pensada por Ruiz, para comprobar precisamente la imposibilidad de obtener el tiempo recobrado: aparece uno distinto, enrarecido, y un poco más absurdo que el real.

Adolfo Vera Peñaloza sostuvo que el cine de Ruiz (posterior) se debía a “una poética en la que la tecnología del cine se une con los modos más arcaicos de transmisión del relato (la “narración” benjaminiana) (… ) está atravesada por la cuestión de la espectralidad”**. Y sin dudas, El tango del viudo y su espejo deformante es un gran preámbulo.

Notas
* Ruiz, R. Poéticas del Cine. Ed. Universidad Diego Portales, 2014, p.112.
** Vera Peñaloza, A. Políticas de la espectralidad en el cine de Raúl Ruiz: una lectura desde una filosofía de la desaparición. Revista del Instituto de Filosofía, Universidad de Valparaíso, Año 1, N° 1. Junio 2013, p. 93 – 101.

Sección Forum
Dirección: Raoul Ruiz, Valeria Sarmiento
Guion: Raoul Ruiz, Omar Saavedra Santis (Poema: Pablo Neruda)
Música: Jorge Arriagada
Fotografía: Diego Bonacina (B&W)
Reparto: Ruben Sotoconil, Claudia Paz, Luis Alarcón, Shenda Román, Luis Vilches, Delfina Guzmán, Alonso Venegas
Productora: Poetrastos
Chile, 2020, 70 min