Por Mónica Delgado
A Doona Bae, la actriz coreana, la hemos visto en varios papeles pero ninguno como este de A girl at my door, de la debutante July Jung. De Linda, Linda, Linda, pasando por The Host o Air Doll, esta actriz ha mostrado una evolución pero casi siempre desde el marco del cine independiente de su país, y variando entre papeles donde se le presenta con carácter pasivo y rendida ante las situaciones. En cambio en A girl at my door se convierte en una policía alcohólica, de apariencia frágil pero decidida, que es enviada a trabajar a una zona rural, llena de personajes extraños, para tratar contextos de violencia o de ilegalidad.
La directora July Jung escoge el melodrama seco para contar la historia de una niña (Kim Sae- ron) que sufre los golpes de su padre y abuela, y que es ayudada por Doona Bae, quien encuentra en la púber un posible nexo de filiación con la nueva comunidad donde ha sido destacada. El tratamiento del filme cobra una dimensión sencilla, centrada en describir la relación de ambos personajes, y en hacer un retrato de esta policía desde sus ausencias y secretos, evitando que la trama de violencia tuviera un tono más sensacionalista. A July Jung le interesa cómo va progresando la amistad entre estas dos mujeres, huyendo de algunos tópicos, pero sí afianzándose en la memoria de filmes sobre protectores y aprendices, o de niños que descubren los terrores de la adultez.
A girl at my door tiene como mérito plantear una historia de supervivencia emocional desde un ángulo que no recurre a lo sórdido, pese a la trama que pudo haber tenido un corte más efectista, sin embargo, las intenciones de la cineasta se trazan al parecer un camino poco pretencioso, centrado mas bien en cómo se establecen antagonismos con los «malos» del filme, pero también en cómo se logra la libertad más allá de cualquier noción moral.
Un Certain Regard
Dirección: July Jung
Producción: Lee Chang-dong
Guión: July Jung
Reparto: Bae Doona, Kim Sae-ron
Duración: 119 minutos
País: Corea del Sur