Por Mónica Delgado
Williams Carlos Williams, el gran renovador de la poesía estadounidense en los albores del siglo XX, el que abandonó el estilo de Parnaso para ir hacia la recuperación de lo coloquial, incorporando un imaginario popular y expresiones de lo cotidiano es la gran inspiración del personaje que encarna Adam Driver, pero también el impulso que gobierna parte del espíritu de Paterson. Sin embargo, pese a esta libertad creativa que se apodera del protagonista, un conductor de transporte público de la ciudad, y que escribe poesía en sus tiempos libres inspirado en Carlos Williams, Jarmusch esquematiza su film a partir de una serie de episodios titulados al ciclo de una semana completa, de lunes a lunes, para mostrar la repetición o sus variaciones en un grupo de locaciones determinadas: la habitación de la pareja, el bus, el paseo del perro y la estancia nocturna en el bar.
A lo largo de estos ocho días, Jarmusch va presentando al protagonista en su progreso de construir poemas mientras camina, contempla o espera la hora de su turno en el bus, mientras la pantalla se llena de los versos que Adam Driver va creando. Esta composición de lo creativo, va acompañada de la aparición de la ciudad y sus habitantes como motor inspirador, precisamente para trasladarlos al universo de lo coloquial de versos y líneas, que remiten a una Paterson sublimada en la rutina.
La Paterson de Jarmusch es una ciudad de dobles, de gemelos en tránsito permanente: unos hermanos en el bar, unas ancianas en el bus o una niña que le lee poemas mientras espera a su madre y hermana gemela. Esta reiteración de lo doble, se complementa con la «marca» que la mujer de Driver – Golshifteh Farahani- establece como motivo hogareño: figuras en blanco y negro, dicotomía permanente en la decoración de la casa hasta de unos cupcakes para venta, una suerte de Ying y Yang que lo perfila todo.
Si bien Paterson resulta redonda en su propuesta, en la manera en que Jarmusch va articulando esta sensibilidad de lo cotidiano con la marca de esta ciudad, que puede ser espacio social pero también un individuo, reflexivo y heroico en los Estados Unidos de crisis, hay una intención de colocar una contraparte demasiado boba: el personaje de la novia que parece diseñado para demostrar que la tranquilidad y rectitud de lo rutinario requiere de este lado modoso, tierno y tonto. La mujer en casa, que no va al bar y hace kekes. El hombre trabaja, escribe poemas y lee. Sin ese elemento, Paterson hubiera sido lo que intenta ser: la transposición de lo poético dentro de la rutina mundana.
Competencia Oficial
Director: Jim Jarmusch
Guión: Jim Jarmusch
Fotografía: Frederick Elmes
Reparto: Adam Driver, Kara Hayward, Golshifteh Farahani, Sterling Jerins, Luis Da Silva Jr., Frank Harts, William Jackson Harper, Jorge Vega, Trevor Parham, Masatoshi Nagase, Owen Asztalos, Jaden Michael, Chasten Harmon, Brian McCarthy
EEUU, 2016