Por Mónica Delgado
El sentido del ritmo en torno a las acciones define la identidad de Good Time de Benny y Josh Safdie, pero también de You Were Never Really Here de la cineasta escosesa Lynne Ramsay, ambos films que estuvieron en competencia en este reciente festival de Cannes y que cuentan entre sí con bastantes elementos en común.
Estas dos películas están marcadas por el impulso de la banda sonora y del soundtrack, elaborados y diseñados por músicos de trayectoria, Oneohtrix Point Never en la de los hermanos estadounidenses, y por Jonny Greenwood, de Radiohead, en el film protagonizado por Joaquin Phoenix. Y esta marca, se vuelve en un recurso que va formando las atmósferas en un mundo de criminalidad, en una Nueva York viciada, de personajes oscuros y en permanente huida o en persecuciones a toda velocidad.
Como sucede con films recientes como It Follows (a cargo de Disasterpeace) o Cold in July, también vistas en ediciones anteriores de Cannes (Semana de la Crítica), la música no solo recrea un ambiente que aporta considerablemente a transformar las características convencionales del cine de género (el terror, el policial, en esos casos que menciono) sino que permite un espíritu nostálgico, a punta de sonoridades vintage, de toques electrónicos y ochenteros. Algo de eso asoma en ambos films de este nuevo Cannes, que si bien no apelan a la nostalgia, sí a un deja vu del cine trepidante de Scorsese o Lumet, dando otra mirada de la ciudad más filmada del mundo.
Me detengo en el film de los Safdie: desde los primeros minutos, en una suerte de intro que remite a identificar la relación de los hermanos protagónicos (alter egos imaginarios de la pareja de hermanos que dirige el film), la música enfatiza el suspenso, tanto en las escenas de robos, en las escapadas y en las incursiones, formando la tonalidad de la psique del protagonista, un Robert Pattinson prófugo de la justicia que hace lo imposible por recuperar al hermano preso e internado en un hospital. Mientras que en el film de Ramsay sucede lo mismo desde el inicio, donde la música marca la pauta de la violencia, en una intro que va describiendo la brutalidad del accionar de un sicario que rescata niñas de la prostitución y la pedofilia, pero que se va acentuando de acuerdo al avance de la trama, pero perdiendo la intensidad inicial.
Si bien el film de los Safdie resulta superior y más redondo en su conjunto frente al trabajo de Ramsay, que peca en supuestos morales de la justicia y los trastornos infantiles como definitorios en las personalidades antisociales y violentas, en los dos se percibe una primacía del sonido, donde las imágenes van obedeciendo a esta cadencia, alineada al montaje. Sin la música, Good Time se vería sin fuerza, mutilada. Mientras que en la de Ramsay, la música, tanto diegética como extradiegética, intenta explicar el pesar o traumas del protagonista, y quizás en su cambio no nos perderíamos de mucho, y allí la gran diferencia.
GOOD TIME
Directores: Ben Safdie, Joshua Safdie
Productores: Sebastian Bear-McClard, Oscar Boyson, Terry Dougas, Paris Kasidokostas Latsis
Script: Ronald Bronstein, Joshua Safdie
Fotografía: Sean Price Williams
Cast: Robert Pattinson, Jennifer Jason Leigh, Barkhad Abdi
USA
YOU WERE NEVER REALLY HERE
Directora: Lynne Ramsay
Productores: Rosa Attab, Pascal Caucheteux, Lynne Ramsay, James Wilson
Escrito por: Jonathan Ames (novela), Lynne Ramsay (script)
Fotografía: Thomas Townend
Cast: Joaquin Phoenix, Ekaterina Samsonov, Alessandro Nivola
EEUU, Francia