Por Mónica Delgado
El título de Atlantique cobra sentido con una vuelta de tuerca, con el efecto sorpresa que saca al film del drama amoroso para ofrecerlo a los códigos del género fantástico. El mar adquiere una dimensión onírica y se convierte en elemento de tránsito entre mundos de vivos y muertos. Una joven es obligada a casarse con alguien que no quiere, y a la vez, mantiene en secreto un amorío. De pronto, el amante desaparece junto a todos los hombres de la comunidad de amigas de Ada (Ibrahima Mbaye), en una embarcación ilegal de Senegal rumbo a España, y tras ese incidente se impone un ambiente de mujeres tristes que acaban de perder a sus parejas.
Atlantique va más allá del drama a lo Romeo y Julieta, de dos jóvenes amantes que no pueden vivir su amor, y se vuelve en un contracara del fenómeno migratorio africano a Europa, de Dakar a las costas españolas, desde la visión de estas mujeres que se quedan, tal cual Penélopes, a esperar en un bar, con música y trago, el regreso de todos esos hombres. El inicio de la película va mostrando la situación laboral de Souleiman, el amante escondido de Ada, como obrero que lleva meses sin pago, y también vemos a la muchacha en su espacio familiar en los preparativos de su boda. Diop va dando pistas para que nos adentremos poco a poco dentro de climas oníricos, desde esa intro de travelling donde Souleiman se abstrae mirando el mar, acompañado de la música de Fatima Al Qadiri. Es en estos momentos que aparece la mejor Diop para sacar al film de un posible y manido realismo social.
Este paso de Mati Diop, del documental Mille Soleils (2013) a este su primer largometraje de ficción, que se convierte en el primer film dirigido por una directora afro en la competencia oficial, nos permite indagar sobre el rumbo que viene tomando su cine, y dejando expectativas para lo que vendrá. Revelar más detalles de Atlantique es traicionar el modo en que Mati Diop ha diseñado su film, porque ese salto donde asoman los fantasmas, las oscuridades y sucesos extraños concentra toda la magia de su propuesta. Sin embargo, vale la pena mirar al film desde la perspectiva femenina, donde las mujeres de la historia son las salvadoras y entes que tienen en sus manos el retorno al orden natural de las cosas.
Competencia oficial
Dirección: Mati Diop
Guion: Mati Diop, Olivier Demangel
Música: Fatima Al Qadiri
Reparto: Ibrahima Mbaye, Abdou Balde, Aminata Kane, Mbow, Mame Bineta Sane, Diankou Sembene, Nicole Sougou, Babacar Sylla, Traore
Productora: Coproducción Senegal-Francia-Bélgica; Cinekap / Frakas Productions / Les Films du Bal
Senegal, 2019, 100 minutos