Por José Sarmiento Hinojosa
Crítico de cine, actor, director, guionista, coleccionista. Dos años antes de la muerte del mítico André S. Labarthe, Cristophe Derouet realiza esta pequeña provocación, un pequeño gesto ante Labarthe y su audiencia, de requerirle una secuencia donde leer un extracto de uno de sus escritos. Inútil tarea que resulta luego, en un lúdico gesto del gato y el ratón donde Derouet juega con la sensibilidad surrealista del creador de la gran Cinéastes de notre temps, y donde podemos ser testigos de las distintas facetas del francés: amante de Bataille, coleccionista inagotable, fumador consumido, pero sobre todo, un sujeto con una sensibilidad muy particular que encuentra en pequeñas manifestaciones de belleza de la naturaleza un refugio para su ímpetu inquisidor. Desde latas de soda, recortes de uñas, hasta manuscritos originales y una extraña colección de roadkill, Labarthe se detiene en aquellos gestos del mundo que le devuelven la fascinación por lo simple y la eterna conexión con el cine y la vanguardia de su tiempo.
Grato ver también, a Marc’O, uno de las figuras más notables del Letrismo francés, hacer una aparición del lado de Labarthe, cerrando ese círculo de apreciación mutua, en un snapshot del fulgor de épocas pasadas. En una imagen (de muchas) fotográfica de archivo del cineasta, encontramos a Guy Debord, Jean Cocteau, Marc’O y el mismo Labarthe en una reunión de amigos, en las épocas más estimulantes de la vanguardia Francesa. Para Labarthe, es Marc’O el precursor del trabajo con actores que luego ocurrió en la Nouvelle Vague, y nos habla de asistentes asiduos a las obras del Letrista como Jacques Rivette, posteriormente influenciado por las obras de teatro que desembocarían en películas magistrales como Les Idoles (1968) en ese tono burlesco y de deconstrucción (muerte y resurrección) del género tan propio del Letrismo.
Esa fascinación y admiración mutua con los personajes de su tiempo, esos intentos fallidos de recrear El Azul del Cielo de Bataille en guión, las ideas que quedaron en Labarthe sin elaborar, son todo parte de un gesto que se reconstruye una y otra vez bajo la mirada de un hombre que parece haber trascendido la historia. Tout Ça Peut Mal Tourner (Todo podría salir mal) es una declaración de principios, del abandonarse a la violencia azarosa del arte y la naturaleza. Una pequeña y nostálgica pieza para el futuro.
Director: Cristophe Derouet
With Andre S. Labarthe
Producer: Anne-Catherine Witt (Macalube Films)
2019, Francia, 33′