FESTIVAL DE COSQUÍN 2021: VIRAR MAR/MEER WERDEN DE PHILIPP HARTMANN Y DANILO CARVALHO

FESTIVAL DE COSQUÍN 2021: VIRAR MAR/MEER WERDEN DE PHILIPP HARTMANN Y DANILO CARVALHO

Por Pablo Gamba

Virar mar/Meer Werden es una película sobre una cuestión de actualidad: los problemas con el agua por el cambio climático. Está basada en el tópico de las antípodas, dos partes del mundo en las que unos habitantes están de cabeza con respecto a los de la otra. Esto, y la nacionalidad de los directores, uno alemán, Philipp Hartmann, y el otro brasileño, Danilo Carvalho, lleva a la comparación de dos realidades, la de Europa y la de Sudamérica. Hartmann tiene una maestría en Ciencias Latinoamericanas y un doctorado en Estudios Ambientales. Es una figura del llamado “nuevo cine independiente de Hamburgo” junto con Helena Wittmann, directora de fotografía de esta película. Se lo conoce por El tiempo pasa como un león rugiendo (2013). Carvalho ha sido sonidista de Karim Aïnouz, entre otros directores.

El título hace referencia a la profecía del santo Sebastião en Dios y el diablo en la tierra del sol (1964), de Glauber Rocha: “El sertón se volverá en mar y el mar se volverá sertón”. En consonancia con la cuestión antipódica, significa en Alemania que ya no resulta económicamente rentable la manutención de los diques que protegen las tierras costeras del Mar del Norte, originalmente levantados por los propios habitantes como obra comunal. Esto dejaría sin protección  a una zona que se volvería inhabitable, en especial debido a los desórdenes meteorológicos de hoy. En el Nordeste de Brasil, por el contrario, la sequía ha llegado a ser tal que se ha reducido hasta el 5 % de su capacidad el agua del embalse de Castanhão, en Ceará.

Pero, Virar mar/Meer Werden no es un documental que entre en explicaciones de este tipo, ni indague en las causas ni busque posibles soluciones. El acercamiento al problema –porque es el mismo, aunque se manifieste al revés en las antípodas– llama, entonces, a volver sobre la interrogante que plantea el final de Dios y el diablo en la tierra del sol. El film del cinema novo ha hecho correr tinta en torno a la interpretación del corte del sertón al mar: si simboliza la utopía revolucionaria, que necesariamente se cumplirá en el futuro, el marco de un versión teleológica de la historia, o si es lo que ha quedado en el vaquero Manuel de sus pasadas esperanzas mientras huye de las balas del sicario de los terratenientes, Antonio das Mortes.  

Hartmann y Carvalho no están ni con el destino ni con la memoria. Hacen un cine lúdico en el que nada se desprende necesariamente de lo anterior ni tiene consecuencias inevitables. Parece una lúcida metáfora formal de la cuestión del cambio climático, que ha sido hecho por la acción humana y, por tanto, la humanidad puede deshacerlo. El juego incluye el uso del teatro dentro del cine, en Alemania, y el “cine popular” dentro del documental, en Brasil, además de bromas con el sonido y una con Jesucristo, representado entre torrentes de agua en las iglesias: el hijo de Dios ya no puede caminar sobre las aguas porque así de estropeado está su mundo.

El punto es, sin embargo, que la jocosidad y el espíritu de juego se imponen así a la gravedad que tiene el problema social del agua. Una cuestión de antípodas que hubiera sido pertinente plantear, quizás, es que la salida del chorro por la canilla puede parecer natural en Hamburgo, pero no lo es para la mayoría de los habitantes de Lima ni para prácticamente nadie en Caracas, por ejemplo. El aroma que se percibe en un departamento después de siete días corridos sin suministro, lo que ha venido a ser lo “natural” desde hace años en varias zonas de la capital de Venezuela, es una experiencia que impide tomarse a broma este asunto. Llama la atención, sobre todo, el escamoteo de la memoria de las luchas populares por el derecho humano a tener agua potable, que incluso alcanzaron la dimensión de una guerra en Bolivia.

Competencia internacional
Dirección, guion y producción: Philipp Hartmann, Danilo Carvalho
Fotografía: Helena Wittmann
Montaje: Philipp Hartmann, Herbert Schwarze
Alemania-Brasil, 2020, 85 min.