Por José Sarmiento Hinojosa
El aparato de la resistencia y su mecanismo implacable en una era de crisis ya había sido explorado en Vers Madrid de Sylvain George, un slow burner de levantamiento político y lucha de clases en las revueltas de Madrid del 2011 y el 2012. Y a pesar de que las consecuencias inmediatas de la organización civil no hayan sido aparentes inmediatamente, el sentido de malestar general en una población empujada al límite de la auto sofocación fue absolutamente palpable, y el filme fijó una mirada de esperanza a la luz de las posibilidades de las organizaciones civiles. Paris est une fête – Un film en 18 vagues retoma la ruta de Vers Madrid, 4 años después en medio de un clima de miedo global y migración, donde migrantes escapando los horrores de la guerra son vistos como bacteria indeseable en un sistema circulatorio ya colapsado.
La resistencia civil y el modo de vida de los desfranquiciados encienden la iniciativa en blanco y negro del cine de George, en un Paris que se siente como una cámara de eco gigante de miedo y disgusto social. Voces desesperadas claman por fraternidad, libertad e igualdad -el manifiesto Francés desde la era de la revolución- voces que luchan por ser escuchadas en una atmósfera de violencia represiva. Sylvain George es preciso siempre al utilizar su cámara como un arma de manifestación social, un duro pero necesario instrumento de protesta cuyas imágenes en un contrastado blanco y negro logran una urgencia inmediata. Pero además, el realizador da un paso adelante en su narración, navegando vigorosamente en la oscuridad por un jardín de margaritas muertas, para hallar al final un cuerpo desnudo en la interperie. Estos momentos surreales añaden un elemento de suspenso y manifestación expresiva única, una forma de sumergir al espectador en esta sensación de completo abandono del otro mediante poesía visual.
Paris est une fête – Un film en 18 vagues, presentada en la Competencia Internacional del festival Lima Independiente, es un logro en sí mismo, ya que muestra que las herramientas expresivas del documental experimental de George están lejos de agotarse. La elección de fotografía en video, que gravita en los detalles físicos únicos de sus personajes –algo que ya había sido trabajado con éxito en Reposent En Révolte (Des Figures De Guerre) – es revisitado, y muestra al cuerpo como un lienzo de sufrimiento, lucha y búsqueda de identidad (con el bienvenido regreso de las manos humanas en pantalla). En un momento donde las políticas de miedo y la policía global pretenden arrinconarnos, un trazo de esperanza habita en este documento de humanidad, un recordatorio poderoso de que nuestra lucha está lejos de acabar.
COMPETENCIA INTERNACIONAL
Director: Sylvain George
2017
Francia
95 mins