PANORAMA: EXPECTANTE DE FARID RODRÍGUEZ RIVERO

PANORAMA: EXPECTANTE DE FARID RODRÍGUEZ RIVERO

Por Mónica Delgado

A través de sus anteriores largometrajes y de algunos cortos, el cineasta peruano Farid Rodríguez Rivero ha mostrado una total certeza en el uso de los dispositivos que marcan su cine: travellings de seguimiento frontales (usualmente detrás de los personajes), un blanco y negro contrastado y planos fijos que se detienen en observaciones para mostrar la densidad del paso del tiempo. Y con Expectante (Perú, 2018), Rodríguez afina su estilo de registro y apuesta nuevamente por adentrarse a partir de gestos y detalles mínimos en personajes de una Lima que frustra.

La breve trama que propone Farid Rodríguez en Expectante da cuenta de la inseguridad de la ciudad, (por ello el título del film, tal cual lo ha mencionado), a partir de un protagonista que vive a salto de mata (lo menciono como ironía y por alguna escena donde se atenta contra su privacidad casera), en una Lima donde asoma el fantasma de la delincuencia. Pero más allá de lo que supone este plot, el film de Farid, como pasa en algunos otras películas peruanas de la década, se detiene en una suerte de subcultura de “slackers” (vagos, al español), donde un grupo de personajes se la pasa al frente de la computadora, pasando las horas con videojuegos o  que apenas sale del hogar para asuntos puntuales. De esta manera, el dispositivo que usa Farid, de travellings y planos fijos, estructura en buena cuenta sobre este acontecer cotidiano poco espectacular de sus personajes, pero esta vez en medio de una noche limeña aún más en penumbras y donde al parecer no suele pasar mucho pese a la expectativa ante “el mal” que mantiene en un vilo extraño al protagonista, un joven que llega a casa luego del trabajo y que se siente amenazado.

Podría decirse que Expectante, que tuvo su estreno en la pasada edición de Cinesuyu en Perú y en el festival de Jihlava en República Checa, tiene dos partes marcadas, del personaje llegando a casa y esperando la llegada de amigos para jugar Play Station 2 o ver videos de Digimon, y una segunda que se desarrolla a partir de caminatas en el barrio, ya sea con los amigos de juegos o con las vecinas que cuentan que han sido víctimas de un robo. Son estas caminatas, donde el travelling a punta de cámara en mano se vuelve cómplice de los diálogos de los personajes en la secuencia final, que van soltando diálogos sin impostaciones, y donde el barrio vacío y de casi madrugada va tomando un protagonismo. Y es en estos momentos de fluidez que Rodríguez logra a partir de este recurso estilizado, mostrar este nivel de “expectación” de las personas que registra.

Pero ante todo, más allá del argumento, Expectante es la puesta en escena de la antítesis de una emoción. La expectación del personaje es anticlimática y quizás más acorde con la normalización de una situación ante la delincuencia que ha logrado que se haya perdido esa ansiedad natural ante el ataque o la perdida. En algunos momentos, Rodríguez deja emerger algo de color en escena, lo que mostraría esa irrisoria recuperación de un mundo perdido ante un entorno de blanco y negro que todo lo gobierna, sin embargo, esta Lima moldeada a punta de este contraste se vuelve el único entorno viable, donde solo queda mantenerse.

Por otro lado, Expectante se convierte en una película que escapa al modelo de cine “independiente” o al cine de guerrilla peruano que viene pululando aún como modo de producción precario  (donde se considera a lo precario como un valor per se), y se percibe un esmero por trabajar desde lo mínimo una puesta en escena cuidada, y que responde al tratamiento del film. De esta manera, el cine de Farid Rodríguez se ubica en un espacio especial y logra una propuesta estructurada desde los intereses estéticos y cinematográficos que ha mostrado el cineasta a lo largo de todas sus obras.

Dirección y guión: Farid Rodríguez Rivero
Reparto: Jean Pierre Seminario, Fiama Silva Portugal, Luis Ciudad, Emily Patazca, Jesús Santa Cruz
Fotografía: César Fe, Farid Rodríguez Rivero
Montaje: Farid Rodríguez Rivero
Producción: Feelart Company
Perú, Portugal, 2018, 77 minutos