Por Aldo Padilla
El insomnio se puede definir como un estado intermedio entre el sueño y la realidad. Apichatpong construye o simula ese escenario mediante cuadros que van cambiando levemente el posible sueño, la posibilidad de cambiar voluntariamente lo que vemos en ese estado intermedio, parte de la voluntad de mantenerse en ese limbo. La protagonista de Blue se revuelve en una cama mientras hay una llama de fuego que se va extendiendo a través de ella, pero sin lograr quemarla, una ilusión generada por una pantalla transparente que parece alejar al espectador de la privacidad del sueño inaccesible. El fuego avanza y las pantallas siguen cambiando, mientras Apichatpong va transponiendo las ideas de su cine y de sus instalaciones en cinco minutos, donde el color azul que se asocia al sueño apacible, aparece esporádicamente para recordarnos que estamos en la noche y que se contrapone con los paisajes crepusculares de los cuadros intercambiables.
En la instalación The Last years of the river (2016), el director ya se había aproximado a la idea del fuego como una superposición de capas que no se tocan y en la instalación Sleepcinemahotel (2017) los huéspedes del hotel eran parte de la exhibición, ya que dormían en las diferentes camas acomodadas en diferentes niveles, formando una especie de campamento, acompañados de una pantalla circular en la cual se proyectaban diferentes animales y personas durmiendo, una instalación colectiva donde el director trata de llevar las diferentes experiencias del sueño a un nuevo nivel de experimentación. El caso de Blue puede entenderse como una experiencia intermedia entre cine e instalación. La experimentación se mueve hacia el proceso mismo del sueño: el escenario que cambia y las sensaciones del sueño como tal, el daño que se puede ver, pero que no se alcanza a sentir.
Frente al onirismo de Blue, Kämmerer recurre a la ilusión del infinito en base a la circularidad en Arena. Una toma única recorre una especie de foro en el cual la cámara muestra las tribunas del foro en las cuales apenas las zonas del espacio apenas pueden diferenciarse entre sí, y que plantean un patrón que va variando de manera muy sutil a través de todo el metraje y que debido a estar rodada en 70 mm va generando una sensación más fuerte aún de distancia. La pequeña variación del ángulo, desde el cual se realiza la toma, se ve a la lentitud con la cual se mueve la cámara, llegando a una suerte de clímax, en el momento en el cual la exposición de frente a las tribunas genera el verdadero desafío. Se trata del enfrentamiento de la imagen cual si estuviéramos en una arena de batalla a la cual llegamos sin siquiera notarlo.
La circularidad del escenario que se transforma en linealidad, la destreza a la hora de planear la toma perfecta y plástica, que genera un estudio del espacio puro sin ninguna distracción -como puede ser el sonido-. No es nada extraño que Arena preceda a L. Cohen de Benning en la misma función, ya que ambos generan un diálogo entre el tiempo de Benning y el espacio de Kämmerer.
WAVELENGHTS 1: Earth, Wind and Fire
Blue
Director: Apichatpong Weerasethakul
País: Francia, Tailandia
Año: 2018
Duración: 12 min
WAVELENGHTS 2: L. COHEN preceded by Arena
Arena
Director: Björn Kämmerer
País: Austria
Año: 2018
Duración: 5 min