Por Aldo Padilla
La educación es un constante campo de batalla en América Latina, donde el sector privado ha marcado una gran distancia respecto a una limitada educación pública. Ya sea en Chile o Brasil son los estudiantes y no los apoderados los que han tomado esta lucha como bandera frente a las grandes diferencias sociales de ambos países. Estas luchas contradicen al rancio discurso de generaciones más adultas quienes acusan pasividad en la juventud y adolescencia, y muestran que la revolución solo necesita de una causa común y una estrategia ordenada para empezar a contagiarse (o viralizarse).
El relato en primera persona que dan los protagonistas de las protestas estudiantiles paulistas entre 2013 y 2015 en Espero tua (re)volta, le dan frescura al relato de esta demanda en las calles, que ha ido evolucionando desde las marchas por los costos del transporte público (los famosos 20 centavos previos a Rio 2014), hasta las protestas en las que el film se concentra por el cierre de los niveles superiores de varios colegios públicos y de cierta forma vulnerables.
Capai consigue un seguimiento invisible en las complejidades de las tomas físicas de las escuelas, donde las contradicciones y la convivencia muestran cómo estos movimientos sociales evolucionan no solo en sus demandas, sino también en su crecimiento como ciudadanos con conciencia social. Todo lo anterior se define por la siempre difícil decisión de una radicalización en las protestas que atentan contra el orden ciudadano, pero que se ve como la única forma de ser escuchados, aunque esto genere el rechazo de una población ajena y una costosa represión policial que desnuda las prioridades de un estado que puede pagar gases lacrimógenos, pero que se niega a aumentar fondos en una malograda educación.
El fantasma que recorre el film es la lucha contra una posible partidización del movimiento, cuyo único objetivo está basado en la defensa de una educación pública, ya de por sí muy lastimada, un fantasma que va mutando hacia el final del film y que se transforma en la sombra del fascismo que se ha apoderado de Brasil. Y el título del film hace precisamente una alusión a una nueva lucha que se asoma y que invita a las nuevas generaciones a estar listos para cuatro años de un gobierno cuya ideología es totalmente contraria a las reivindicaciones del movimiento estudiantil de 2015. Una revuelta que regresa y que se regenera constantemente con nuevos actores de una resistencia aún más grande.
Frente a la efervescencia juvenil de los personajes de Capai, las adolescentes de Ojos negros quedan un poco desdibujadas, con una protagonista que va deambulando en una enorme casa de un pequeño pueblo, en la cual se encuentra de vacaciones. Ella va mirando constantemente a través de las rendijas de puertas entreabiertas, como un reflejo de cierta timidez e incomodidad de una visitante en un territorio ajeno.
Si bien no es posible juzgar a una protagonista por su idiosincrasia, esa abulia y vacío no solo se transmite en sus actitudes, sino también en la manera de filmar la película, ya que, si bien Ojos negros tiene ciertas similitudes con Estiu 1993, no se consigue esa complicidad con su protagonista, cuyo eje comienza a virar una vez que conoce a una amiga del pueblo, cuya relación puede tener cierto interés. Sin embargo, esta apuesta se diluye gradualmente frente a su convencionalidad. Si bien el paisaje aragonés se plantea como otro protagonista, Lallana y Castelo no logran explorar algo que defina a esa “España vacía” que lucha contra su despoblación, y lo único que queda es un film que lucha contra ese mismo vacío que parece devorarla.
Competencia Derechos Humanos
Espero tua re(volta)
Dirección y guion: Eliza Capai
Edición: Eliza Capai, Yuri Amaral
Intérpretes: Lucas “Koka” Penteado, Marcela Jesus, Nayara Souza
Duración: 93 minutos
Brasil, 2019
Competencia Internacional
Ojos negros
Dirección y guion: Marta Lallana, Ivet Castelo
Guion: Marta Lallana , Sandra García , Ivet Castelo , Ivan Alarcón
Edición: Nila Núñez, Victor Xavier Monzó
Intérpretes: Julia Lallana , Alba Alcaine , Anna Sabaté
Duración: 65 minutos
España, 2019