Por Mónica Delgado
Ripples of Life del cineasta Shujun Wei, presentada en la Quincena de Realizadores 2021, es un film metatextual. Todo en él existe para generar un pastiche, para poner en discusión algunas ideas y prejuicios sobre las construcciones y representaciones visuales de la China actual a través del cine independiente. Hay una burla al cine de autor, a los quiebres creativos y ansias de llegar a las marquesinas de los grandes festivales, pero también un acercamiento desde las propias experiencia en este oficio. Por ello, por usar la premisa del cine dentro del cine (incluso el film que se está pensando a producir se llama igual) puede tener mucha sensación de deja vu, de que los caminos que tomará el cineasta podrían ser predecibles. Sin embargo, logra salir con fortuna, aunque sus problemas sean más de tipo formal, como usar la canción manida Don’t Cry for Me Argentina para una secuencia de montaje paralelo.
Este segundo largometraje de Shujun Wei se divide en tres episodios para contar la historia de un mismo rodaje. Partes dirigidas por Wei con igual temple, en la medida que se muestra consistencia en el diseño de los personajes y en las situaciones del rodaje, que se complica por la tardanza en la finalización del guion. Eventos que son ejecutados con el fin de situar a los protagonistas de cada capítulo desde gestos y pequeñas acciones: una joven mujer, que tiene una bebé y que vive con su esposo y suegros, y que trabaja en el restaurante familiar, sueña con la posibilidad de encarnar a un personaje en el film; una actriz famosa que llega al mismo rodaje, en su pueblo natal, para ser la protagonista del film independiente que dará un viraje a su carrera; y la relación entre tensa y amical entre el cineasta y el guionista ante una crisis creativa (no tienen el guion terminado) en pleno inicio de rodaje.
Por un lado, Ripples of Life habla de las pretensiones del cine independiente que hace usufructo de las locaciones y habitantes de la periferia o poblados rurales, en su mirada exógena y oportunista de contextos y situaciones ajenas para exotizarlas, y por otro, elige algunas “categorías” como los perfiles o arquetipos de las actrices o cineastas para citar algunos lugares comunes del ámbito festivalero: “Te pareces a Kim Min-hee”, le dice el camarógrafo a una aspirante a actriz, para hacer referencia a una de las personalidades más alabadas del cine coreano reciente (la llamada “musa” de Hong Sang-soo). También hay un momento apreciable, pero a modo de homenaje, en el cual el personaje del director del film menciona como inspiración a Spike Lee (presidente del jurado de Cannes de este año además) y al poder del hip hop para crear atmósferas “cinematográficas”.
Si bien Ripples of Life parte con una intención de poner en espejo algunos clichés del mundo del cine independiente chino (y en general, el festivalero, en sus modos de producción, paradigmas y estretelones), poco a poco se va centrando más en una oportunidad de hablar del cine, de entenderlo y de lograr una empatía con estos personajes que al final de cuentas se buscan a sí mismos a partir de las historias que encarnan (o quieren interpretar). Todos los personajes parecen rendidos a la idea de no poder cumplir sus sueños, y que de alguna manera el cine en su fantasía y posibilidad de creación los redime, al abrir una posibilidad. Aunque esta sublimación anhelada llega a ritmo de Don’t Cry for Me Argentina.
Quincena de Realizadores
Título original: Yong an Zhen Gu Shi Ji
Dirección: Shujun Wei
Guion: Chunlei Kang, Shujun Wei
Fotografía: Wang Jiehong
Reparto: Yang Zishan, Kang Luo, Miyi Huang, Wang Jiajia, Meng Zhou, Chen Wang, Nan Cui
Productora: Factory Gate Films
China, 120 min, 2021