FESTIVAL DE LIMA 2014: EL HOMBRE DE LAS MULTITUDES DE MARCELO GOMES Y CAO GUIMARAES

FESTIVAL DE LIMA 2014: EL HOMBRE DE LAS MULTITUDES DE MARCELO GOMES Y CAO GUIMARAES

Por Mónica Delgado

En el relato que inspira a este filme brasileño, Edgar Allan Poe cita al inicio a Jean de la Bruyère con su “Qué gran desgracia la de no poder estar solo”, frase que de alguna manera refleja el espíritu que completa la relación entre dos personajes en El Hombre de las Multitudes mientras discurren sus días en una ciudad plena y bulliciosa en Belo Horizonte, Brasil. Para Marcelo Gomes y Cao Guimarães traducir la sensación del protagonista inmerso en una cotidianidad que le abruma y lo empuja al ostracismo se refleja en el uso del formato 3×3, que imita el tamaño de las polaroid o la estética del Instagram, que encaja y aprieta a este personaje en ese espacio del encuadre limitado, aplastándolo aún más en esa soledad que lo hace lucir parco y apesadumbrado.

El hombre de las multitudes es precisamente el fantasma en medio del todo. El actor Paulo Andrade da vida a Juvenal, un personaje opaco, ensimismado, que apenas deja atisbar secretos o miedos, y que trabaja con el garbo de una máquina en una estación del tren. Mientras lo conocemos, vemos crecer una amistad tan seca como él, llena de gestos y silencios, con una compañera de trabajo: un personaje que enfatiza las mismas debilidades y la misma necesidad de desconexión (y quizás el modo de entender la idea del “amor”). Entre ambos comienza un juego de discretas posibilidades, teniendo como telón de fondo un departamento de estilo vintage (frente a la sensación de agorafobia en medio de los paseos por la ciudad), donde la fotografía basada en verdes y sus tonalidades se convierte en la atmósfera de lo íntimo.

El estilo de la narración corre a un ritmo a lo Antonioni, para ahondar en esa necesidad del personaje para sentirse acoplado o a salvo entre la gente, y que reconoce en esta acción a la única manera de mimetizarse y mantenerse solo. Así, la pareja de cineastas apuesta por seguir a Juvenal, en sus divagaciones, en su realidad de carácter patético, por calles, escaleras, estaciones de metro, decirle a sí a pequeños abusos laborales, y seguir de cerca a su compañera de trabajo, la controladora de los trenes. El estilo de los personajes como seres fantasmales del cine latinoamericano tiene aquí también su cuota ejemplar.

Lo mejor de El hombre de las multitudes está hacia su final, en las verdades en el aire que los personajes apenas insinúan, en la música que va describiendo lo que no se dice, y que aflora como espejo del sentimiento que se reprime. Sin embargo, el formato, más que alimentar la figura de algún aprisionamiento durante el filme, empuja a medir el relato desde esa estética de la compresión y su decorado, y que no va más allá del efecto mismo del artilugio.

Competencia Oficial de Ficción

Titulo Original: O homem das Multidões
Dirección: Cao Guimarães, Marcelo Gomes
País: Brasil
Duración: 95 min.
Año: 2013
Productora: Cinco Em Ponto, Rec Produtores Associados
Guión: Marcelo Gomes, Cao Guimarães
Producción: Beto Magalhães, João Viera Jr.
Fotografía: Ivo Lopes Araujo
Edición: Marcelo Gomes, Cao Guimaraes, Lucas Sander
Música: O Grivo
Sonido: Gustavo Fioravante
Reparto: Paulo Andre, Sílvia Lourenco, Jean-Claude Bernardet