GIJÓN 2018: FILMS DE JOSEPHINE DECKER, JOEL POTRYKUS Y ED LILLY

GIJÓN 2018: FILMS DE JOSEPHINE DECKER, JOEL POTRYKUS Y ED LILLY

Por David S. Blanco

 

Un recuento con algunos films de una nueva jornada en el Festival de Gijón.

Madeline’s Madeline, de Josephine Decker

Rota. Desasosegante. Claustrofobia. Son solo algunos de los adjetivos que aparecen por mi mente para definir la divergente apuesta formal de una directora que toma el delirio y la enfermedad de su heroína central, para articular el lenguaje narrativo que vemos en pantalla. Noventa minutos de planos cortos, desubicados, con enfoques dudosos, con borrones en el frame, que apuestan por el feísmo y el anti raccord, todo al servicio de la percepción de una chica con una enfermedad mental. Una mujer encerrada en un mundo donde solamente adquiere la verdad sobre quién es a través de la actuación e interpretación de otros roles definidos. Con un talento para la disforia emocional del espectador, la joven directora nos regala secuencias que ondulan entre el simbolismo de la libertad soñada, con apasionamientos metalingüisticos en el propio plano. Aquí todo se desquebraja, y para cuando queremos darnos cuenta, si no hemos sucumbido a su estridente y estrambótico ritmo de escalas en primer termino y montaje fugaz, entraremos en el juego de la percepción distorsionada de una sobresaliente Helena Howard que nos dirije con un talento salvaje y animal. Una de esas ambiciosas cintas que se sumergen de lleno en ese universal e inmortal tema que es la identidad del ser humano. Gran descubrimiento.

Relaxer, de Joel Potrykus
Seguimos el día con propuestas extravagantes, valientes, y no aptas para todos los paladares. En una era donde mostrar la estupidez está premiado, y alimentar el ego, es materia de obligado calado personal, ser partícipe de un challenge personal que ponga en compromiso inteligencia, no debería ser cumplido con una excesiva dificultad. Pero, ¿y si este reto pudiese costarte la vida?  Relaxer nos pone en la piel de Abbie, un treinteañero que ha abandonado todo proyecto que haya empezado en su vida. Harto de las burlas de su hermano, acepta la madre de todos los retos ; pasar de la pantalla 256 del Pac-Man, algo que nunca nadie ha sido capaz de superar, pero con una condición : No puede levantarse del sofá durante todo el reto.
Con esta premisa tan absurda, extrema, y casi indignante, Potrykus se casca una película en un solo escenario, noventa minutos de planos secuencias en los que mediante travellings monta sobre escalas, da dinamismo a la imagen, y rompe el tiempo cinematográfico para crear una historia que puede durar horas, días o incluso meses. Porque Relaxer, dentro de su mundo excesivo y absurdo, esconde el miedo y la valentía de la introspección y la aceptación de la miseria personal. Es una cinta que propone el cambio, la voluntad de pensamiento, y la consumación y consecución de una idea por encima de todo. Posiblemente, el mismo fin que ha llevado a este director, a realizar una modesta pieza, en la que con los elementos mínimos, y usando el efecto dos mil como contexto histórico, consigue finalizar un ejercicio sorprendente, estimulante, y muy personal. Una de esas que divide al público.

 

Vs, de Ed Lilly

Si algo me gusta del festival de cine de Gijon en especial, es su sección Enfants Terribles. En ella encontramos voces frescas y descaradas, que tienden a contar historias de este siglo, particularmente, centradas en ese periodo tan difuso e itinerante que es a adolescencia. En este caso, Ed Lilly nos brinca la oportunidad de meternos de lleno en la escena británica del Hip-Hop, donde artistas como Skepta o Stormzy marcan los ritmos de una juventud, que ha encontrado en los versos, el medio mas educado y no conflictivo de expresión. La película, no obstante, se apoya en todos los clichés de una Coming of Age. El abandono maternal, el protagonista agresivo, los primeros (des) amores, y las dudas en torno a la identidad sexual. La peculiaridad de la cinta, reside en su contexto, cogiendo la agresividad de películas como 8 miles y dándoles un barniz de azúcar para no sobre dramatizar la trama. Esto le da un acercamiento mas realista que la película agradece, pues es en la identificación con sus personajes, donde reside todo su encanto. A nivel formal, la película apuesta por patrones ya establecidos como mayor o menor fortuna en el género, y este no seria precisamente el punto mas fuerte de una obra que parece indagar mucho más en el contenido que en la forma. Un contenido que gira en torno a la redención, el perdón y la madurez a través de ese gran catalizador del alma, que es la música.

 

Madeline’s Madeline
Directora:  Josephine Decker
Guión: Josephine Decker, Gail Segal
Cast:  Helena Howard, Molly Parker, Miranda July
Fotografía: Ashley Connor
Edición: Harrison Atkins, Josephine Decker
Relaxer
Director, guión: Joel Potrykus
Cast: Joshua Burge, David Dastmalchian, Andre Hyland
Fotografía: Adam J. Minnick
Edición: Joel Potrykus
Vs
Director: Ed Lilly
Guión: Daniel Hayes, Ed Lilly
Cast: Joivan Wade, Ruth Sheen, Fola Evans-Akingbola
Fotografía: Annika Summerson
Edición: Immanuel von Bennigsen