OLHAR DE CINEMA 2017: REY DE NILES ATALLAH

OLHAR DE CINEMA 2017: REY DE NILES ATALLAH

Por Aldo Padilla

Hay algo en Chile que lo convierte en un territorio ideal para el mesianismo. Es posible que esa cárcel natural que es la Cordillera de los Andes, haya sido propicia para que crezca esta nación aislada de sus vecinos y de toda una realidad construida en base a individualismo, esencia de país de fin del mundo. En ese límite  convencional pareciera que se espera a un ente elegido y diferente, ya sea en la infinitud plana de los desiertos del norte o en las masas verdes australes. Precisamente ese sur adquiere una compleja personalidad caracterizada por la aún vigente lucha de pueblos originarios arrinconados, vilipendiados y calificados como terroristas, frente a un estado que en base a puestas en escena y juicios cuyos culpables se saben desde el inicio, han buscado poner a la sociedad en contra de pueblos que buscan recuperar lo perdido, o más bien dicho lo arrebatado. Y sobre la espera del mesías es de lo que trata Rey, reciente trabajo del chileno Niles Atallah, que obtuvo premio del jurado en Rotterdam de este año, y que se presenta esta semana en Olhar de Cinema en Brasil.

Niles Atallah construye su discurso desde la contraposición épica de una aventura y la falacia de un juicio. Orélie-Antoine de Tounens, condenado y rey a la vez, es un personaje histórico que se transforma en el modelo de buscador europeo en territorios desconocidos, aunque con la certeza de tener el derecho de la propiedad que busca, en este caso algo que denomina Reino de la Patagonia y la Araucania. Estructura que nos recuerda a esa Latinoamérica que siempre ha sido un territorio de búsquedas y cazarrecompensas, donde los extranjeros del siglo XVII llegaron ávidos por encontrar tesoros, y así lo muestran leyendas como El Dorado -y que también está reflejado en el cine más actual, sin ir más lejos en la última película de James Gray The lost city of Z, en la cual el tesoro deja de ser monetario y se transforma en un tesoro humano, una civilización oculta.

La búsqueda se maneja en la ambigüedad: un Rey tras su reino, tras su pueblo que lucha sin una cabeza visible, expectante de aquel que unifique a un territorio disperso; de un rey que dirige a su pueblo desde sus sueños, que dice ser el agua y que bajo la mirada de Atallah fluye a traves de diferentes materialidades, tanto expresiva como del soporte en que es registrado.

Parte de la idea central de Rey se ve reflejada en la misma producción de la obra. En el film se retrata el juicio a Orélie-Antoine por desorden público, registrado como una representación teatral, en la cual los personajes se pierden en medio de máscaras y donde el demente rey franco-mapuche parece tener una versión de la historia de la cual no tiene pruebas. Y Atallah describir este proceso a partir de la materialidad en una puesta en escena de fragmentos sometidos a una transformación artificial, enterrados en un jardín y sometidos a un leve paso del tiempo, simulando found footage. ¿Existe una distorsión natural o forzada de la historia? De la misma forma que el director va modificando la textura de su film, la historia de los pueblos originarios solo tiene la versión de los pueblos vencedores. Es posible que los conquistadores sigan enterrando esa historia y esperando que sus descendientes la desentierren y la interpreten de la forma que quieran.

Presentación especial
Dirección y guión: Niles Atallah
Fotografía: Benjamín Echazarreta
Editor: Benjamin Mirguet
Sonido: Roberto Espinoza
Música: Sebastián Jatz
Producer: Lucie Kalmar / Mômerade
Production Company: Mômerade, DiluvioSales Mômerade
Cast: Claudio Riveros, Rodrigo Lisboa
Chile, Francia, Holanda, Alemania, Qatar, 2017