Por Mónica Delgado
El director coreano Kim Seong- hun tiene una clara habilidad en A Hard Day, y es su capacidad en lograr tránsitos sublimes dentro de los parámetros de los géneros, es decir va del thriller al policial y de allí a la comedia extravagante en cuestión de segundos, sin propiciar altibajos ni recursos manidos. Desde su inicio, el filme se vuelve un tour de force, propiciado por un Macguffin absurdo, y que ayuda a penetrar en el juego moral de su protagonista, un joven policía de Corea del Sur, cuya razón y acción se vuelca hacia los modos de los bajos fondos con una dislocación argumental hilarante y que confirma el talento de Seong-hun.
Es inevitable asociar las escenas de acción y el mismo estilo del Heroic Bloodshed y del humor al cine de John Woo, sobre todo al de los inicios de los noventa (Once a Thief, por ejemplo), donde las tramas quedaban soportadas en personajes representantes de la ley y el orden y que se veían seducidos a caminar por la vereda de enfrente. Sin embargo, yendo de la mano del sentido del humor usual del cine coreano actual, lleno de gags y chistes gruesos, Seong-hun proyecta una día de pesadilla en la vida de este policía, y que simbólicamente comienza de madrugada y tras la muerte de su madre, y mientras se prepara para acudir a los funerales. Todo el metraje está pleno de humor negro y de peleas o duelos a muerte, pero donde el artificio en la puesta en escena, por momentos exagerada, extravagante, lúdica, no logra restar al total ese afán de la sorpresa y del ingenio.
Seong-hun trabaja desde una estructura dramática sólida, ya que, debido a la trama llena de momentos de irracionalidad y nonsense, que está llena de situaciones estrambóticas, como ocultar un cadáver en el ataúd de la madre, o convertir al protagonista investigador en un objeto de sospecha y persecución en un dos por tres, y de la mano de actores reconocidos del cine coreano, como Lee Sun-kyun (quien trabajara con Hong Sang-soo o Park Chan-ok, la película va en total crescendo, con escenas de acción logradas, y que propician un producto con fórmula de éxito (claramente asumiendo los trucos del géneros, actores populares, y un humor conocido).
Lo más atractivo de A Hard Day, que pudimos ver en la Quincena de Realizadores, es la fascinación con la que el joven cineasta se apodera de este universo de la ley a punto de resquebrajarse, y donde no evita el tono socarrón hacia esas profesiones de acción, como la del policía, pero en un contexto de burocracia y cinismo en una Corea actual. Kim Seong- hun logra arrancar su película a partir de tres elementos que funcionan en el género como lugares comunes, y reunidos aquí: un policía, un muerto y la necesidad de una coartada. Sin embargo, ese encuentro se convierte en un ejercicio de géneros creativo, sumamente hilarante, y donde se asoma aún una frescura coreana que creía ya perdida ante tanta industria. Un gran segunda película en la carrera de este joven director.
Director: Kim Seong-hun
Productor: Cha Ji-hyeon, Jang Won-seok
Guión: Kim Seong-hun
Reparto: Lee Sun-kyun, Cho Jin-woong
Música: Mok Yeong-jin
Fotografía: Kim Tae-seong
Edición: Kim Chang-ju
Distribuidora: Showbox/Mediaplex