Por Mónica Delgado
Tras una ausencia de quince años, el polaco Andrzej Zulawski regresa con un film peculiar, y que considero una de las grandes obras subvaloradas del año pasado. Hay dos cosas que me intrigan de este regreso: ¿qué implicó para Zulawski volver a dirigir abandonando sus usuales dramas histéricos y abordar una ficción desde la comedia del absurdo? A pesar de esta novedad argumental, por así decirlo, ¿en qué radica su insistencia a lo largo del tiempo por construir personajes femeninos en perpetuo estallido? Cosmos conjuga parte del universo de Zulawski; en él encontramos a las mujeres en crisis, en llantos y gritos, pero también están sus hombres sometidos o siguiendo una propia lógica íntima ajenos a esa furia o histeria femenina. Sin embargo, Cosmos plantea una distancia casi total, a pesar de estas reminiscencias, de sus anteriores trabajos.
Optar por la adaptación de una obra de Witold Gombrowicz, manteniendo fidelidad al argumento y a los diálogos y juegos retóricos, es ya un asunto novedoso dentro de la filmografía de Zulawski, cineasta reconocido por dramas tormentosos de cariz freudianos o épicas en tiempos de oscurantismo. El cineasta mantiene el espíritu de la novela de Gombrowicz, y libera una clara influencia del humor a lo Samuel Beckett o Eugene Ionesco, pero dotando a la historia de una intención conceptual que la hace ir más allá de un sentido grotesco, para ahondar más en las posibilidades mismas de la narración o puesta en escena para construir una idea de realidad. Es como si Zulawski estuviera dispuesto a plantear por primera vez en su cine la naturaleza misma de la recreación mediante el acto de filmar. Los créditos tras el final, con su “detrás de cámara”, afirma este juego de representación que se ejerce desde el inicio, y que se encarna también en la figura del protagonista, un escritor novato en crisis creativa, que va ideando una novela mientras transcurre el tiempo del film. Construir realidades, y que esta invención sacuda “lo real” pareciera ser la premisa con la que Zulawski sostiene a este cosmos. La forma que aferra el relato es constantemente corrompida, sobrepasada, subvertida, propiciando este nuevo cosmos, devenido en caos y libertad.
Cosmos, producida por Paulo Branco y rodada en Portugal, parte como una intriga policial sui generis, donde se da seguimiento a una serie de pistas, muchas de ellas irrelevantes pero que van permitiendo establecer correspondencias y oposiciones entre las mujeres, bocas, animales, sueños, o situaciones. El hallazgo de un gorrión colgado de un árbol es la pista que lleva al escritor joven y su amigo (gran pareja cómica a la manera de los personajes de Beckett), quienes llegan a una casa de clase media “burguesa” como inquilinos, a ahondar en esta investigación motivadora y pasional. La casa, habitada por una doméstica vestida de monja y de labio extraño, por una hija maniática y enajenada, por una madre absorbente y gritona, por un padre vivaz y sibarita, y un novio casi invisible, permite crear una analogía de un mundo excesivo, donde gobierna el sin sentido. Zulawski mantiene esta histeria inherente a su cine, en ese desborde de sentimientos y pasiones, en esa expresividad de los gestos de ira, extrañeza o frustración, pero desde lo cómico y burlesco, desde la exageración y lo teatral.
En Cosmos, pareciera que Zulawski afirmara la necesidad de salirse del tipo de cine que se le había encasillado, para entablar así una necesaria discusión sobre el proceso mismo de construcción de historias, de su representación y correspondencia, rompiendo un estilo propio y marcado de hacer películas. Tras quince años, Zulawski es otro, y de la mano de Gombrowicz logra una de sus obras más redonda, contundente y retadora.
Lo mejor, la impecable secuencia nocturna en el bosque.
Director: Andrzej Zulawski
Guión:Witold Gombrowicz, Andrzej Zulawski
Fotografía: André Szankowski
Reparto: Sabine Azéma, Jean-François Balmer, Victória Guerra, Ricardo Pereira, Andy Gillet, Johan Libéreau, Jonathan Genet, Clémentine Pons, António Simão
Productora: Alfama Films
Año: 2015
Duración: 103 min.
País: Francia