Por Mónica Delgado
Desde febrero que el nombre del Ilya Khrzhanovskiy, cineasta ruso, cobró interés mediático debido al estreno de dos partes de su gigantesco proyecto interdisciplinario DAU en la Berlinale, que implicó el aporte en la producción de más de cuatro países, un estudio de filmación en Ucrania, más de 700 horas de filmación, dos mil extras y una ola de comentarios a favor y en contra.
Hasta el momento, se han anunciado el estreno de trece films, aunque algunos de ellos ya están disponibles en la página web del proyecto (por ahora, unas cinco películas), debido al contexto actual, incluyendo DAU.Natasha y DAU.Degeneratsia.
El proyecto reconstruye un instituto de investigación científica en épocas de totalitarismo soviético, a través de varias décadas y personajes. Si bien la idea original era partir de una biografía sobre Lev Landau, el físico y matemático, ganador del premio Nobel de Física en 1962, el personaje se mantiene a lo largo de la saga, pero más bien parece ser una excusa para ahondar en los cimientos y sostenibilidad de un sistema de dominación, desde un estudio peculiar de los comportamientos y las relaciones de este sometimiento institucional, que rompe la barrera entre lo público y privado.
A diferencia de las dos entregas anteriores del proyecto, en DAU. Nora Mother, casi toda la tensión se concentra dentro de los ambientes de la casa del líder del centro de investigación, Lev Landau, a quien todos conocen como Dau. Y esta “tensión” dramática se sostiene en dos personajes femeninos: en Nora (Radmila Shegoleva), la joven esposa de Dau (Theodor Currentzis), y su madre (Lydia Shchegoleva), quienes tienen un duelo emocional en torno a los roles de las mujeres como progenitoras, hijas y esposas.
Casi toda la acción del film, que se ambienta en la década de los cuarenta, en un periodo previo a las dos películas anteriores (DAU.Natasha en los años cincuenta, y DAU.Degeneratsia a mediados de los sesenta), se posa en locaciones de una casa, espacio capital para mostrar las épocas juveniles del científico, que aparece solo en algunas escenas, pero esenciales para definir su rol como padre y esposo, y en relación a la visita de la madre de su esposa, y que asoma como un ente externo que llega para cuestionar una mecánica esencial, la del núcleo familiar.
Los diálogos entre madre e hija se vuelven atosigantes, en la medida que van describiendo sutiles estallidos de control y sometimiento, no con la intensidad con la que Natasha dominaba a su compañera de cantina en uno de los films previos, pero sí suficientes como para detectar las intenciones de los cineastas, que buscan mostrar en todo el proyecto las diversas tonalidades y mecanismos de poder. Para Ilya Khrzhanovskiy y Jekaterina Oertel, las semillas de la persistencia de este totalitarismo es perceptible también en las diversas acciones cotidianas, en las conexiones entre personajes que viven bajo un mismo techo, y en cómo algunos arquetipos que reproducen violencia, sumisión y alienación se mantienen a lo largo del tiempo.
Si bien los cineastas mantienen algunos elementos de las dos partes previas, como largos diálogos en interiores, así como las cámaras en mano para dilatar la experiencia de lo íntimo o familiar, aquí hay una intención clara por mantener la hora y media en las conversaciones de dos personajes, quienes se enfrentan y se dicen sus verdades en medio de la noche, en fiel referencia al cine de Bergman (por ejemplo, inevitable no pensar en Sonata Otoñal, guardando las distancias).
DAU. Nora mother es una pieza más dentro del gran proyecto, enfocada en identificar algunos elementos de la psique femenina en tiempos de represión y machismo estructural, tiempos en los cuales, como dice uno de los personajes, solo les quedaba a algunas mujeres cumplir con las tres B que les asignaban los hombres: B de bestia, bastarda y buscona.
Dirección: Ilya Khrzhanovskiy, Jekaterina Oertel
Guion: Ilya Khrzhanovskiy, Jekaterina Oertel
Fotografía: Jürgen Jürges
Reparto: Theodor Currentzis, Lydia Shchegoleva, Radmila Shegoleva
Productora:Phenomen Berlin Filmproduktions
Rusia, Alemania, Ucrania, Reino Unido, 2019, 87 min