Por Mónica Delgado

Esta coproducción entre Francia y Algeria es un drama sobre los contornos de la Yihad: un disidente comienza un camino de mea culpa, buscando a las víctimas producto de su «guerra santa», ayudarlas y pedirles perdón. Un tema algo convulso ya que los personajes no cruzan los caminos del fundamentalismo, sino que se resignan a vivir dentro de ellos, con angustia, pese a las diferencias en las clases sociales y las miradas sobre la compasión y el perdón. El taaib (Argelia, Francia, 2012), dirigida por Merzak Allouache, muestra como un arrepentido dentro de los plazos de una amnistía dada por el gobierno, desciende de las montañas para reunirse con sus familiares luego de años en un escondite en las alturas. Sin embargo, en el pueblo es visto como traidor, motivo para verse forzado a  emprender un viaje a la ciudad para lograr la reinserción. Rachid (el actor Nabil Asli) con apoyo de la policía consigue un empleo en un café, donde intenta llevar una nueva vida. Sin embargo, se encuentra con Lakhdar (Khaled Benaissa), un farmacéutico al que lo une un secreto, que poco a poco va saliendo a la luz.

Merzak Allouache, quien tiene ya más de 18 filmes en su haber, va presentando a sus personajes a través de planos fijos centrados en sus acciones diarias, tanto a Rachid como a Lakhdar, sin intenciones en establecer las conexiones entre ellos, sino mas bien desagragegando los motivos de sus enajenaciones, de sus soledades y miedos. Luego aparece en escena Djamila, la esposa del farmacético, quien acentúa la atmósfera que los ha unido, sin dilucidar hasta los últimos planos la naturaleza del drama que viven, y donde el «arrepentido» cumple un papel detonante.

En este filme, y tal como señala su título, estamos ante el retrato de la psique de un fundamentalista y de sus intentos por salir de las fronteras de esa ceguera; un joven cuyas opciones se vuelven transcendentales y que pese a sus intentos de salir de esa suerte de cárcel fanática, queda la única vía de la venganza en nombre de dios como solución.

El Taaib es una cinta que sirve de muestra del panorama actual del cine argelino, y que encuentra sus símiles en las propuestas de cine árabe que buscan confrontar ideales universales desde lo cultural y religioso (lo islámico y sus disparidades), lo que podría caer en un lugar común, donde la moraleja de que los «malos son siempre malos», encuentran respuestas fáciles bajo una estética de cine de festival.

Director: Merzak Allouache
Guión:  Merzak Allouache
Cinematografía: Mohamed Tayeb Laggoune
Cast: Nabil Asli, Adila Bendimered, Khaled Benaissa
Algeria, France
87 min
2012
Europa Cinema Award – Directors’ Fortnight