TIFF 2018. WAVELENGTHS: THE TRIAL DE SERGEI LOZNITSA

TIFF 2018. WAVELENGTHS: THE TRIAL DE SERGEI LOZNITSA

Por Aldo Padilla

Ante todo, el montaje declara una idea de intencionalidad: mostrar algo de acuerdo a una finalidad artística o comunicacional. Cuando desde un medio de comunicación se utiliza el termino “montaje”, por lo general hace referencia a un tipo de trampa que busca manipular a un segmento de la sociedad. Los gobiernos con tendencia totalitaria son expertos en construir realidades paralelas, tanto para reafirmar la lealtad de sus seguidores como para amedrentar a sus opositores. Los montajes comunicacionales que se arman o denuncian pretenden ocultar los problemas de raíz de sus dudosos regímenes

La tercera película del año del director Sergei Loznitsa cierra un año donde ha explorado sus múltiples facetas como realizador: la contemplación social en Victory day, la ficción política en Donbass y la recuperación de found footage en The trial.  En este film el cineasta se permite hacer un doble juego de montaje, ya que va dando forma a los archivos encontrados de uno de los primeros juicios estalinistas perpetrados en los años 30, contra el autodenominado Partido Industrial y que sirvió como un ensayo de la maquina judicial que arrasaría a finales de década con sus opositores en la llamada Gran Purga.

The trial es un ejercicio de sobriedad intrínseca, trámites y lenguaje judicial, sin grandes frases trascendentes y reduciendo las declaraciones a un constante mea culpa de parte de los enjuiciados y la extraña fascinación de la gente que llena el tribunal, en un extraño ejercicio de contención que se destapa totalmente cuando salen a las calles a festejar la derrota de los supuestos conspiradores y a instigar a los jueces a la pena máxima, mostrando que el terror estalinista funcionó como propaganda del régimen a la hora de instalar en el pueblo la idea de que cualquier enemigo de la revolución debe ser castigado.

Los argumentos de los acusados se basan en enrevesados procesos de sabotaje, donde se busca implantar la idea de cómo un pequeño equipo técnico organizado puede desmantelar el aparato industrial de un país. La solicitud de piedad y la resignación de los acusados se enfrenta con la severidad del fiscal y las preguntas incisivas de los jueces, lo que genera una sensación coreográfica, ya que todos los discursos se desarrollan sin dudas, ni vacilaciones de los acusados, y la contundencia de la culpa se acentúa en el ambiente, mientras la sombra de la pena de muerte se hace más grande.

Si bien la historia como tal es conocida y no debería correr el concepto de spoiler, el shock es evidente frente al giro final que se presenta en forma de textos, donde se cuenta que los acusados eran parte del montaje y que las penas que los condenaban jamás fueron ejecutadas como tales. La sensación de un montaje a una escala aún más grande, nos lleva a la idea del montaje infinito que aún continúa funcionando en la Rusia actual, como las detenciones de los cineastas Oleg Sentsov y Kiril Serebrennikov que plantean un estado cuyo aparato judicial está totalmente corrompido y que es ficcionado por Zvyagintsev en Leviathan, donde el monstruo gigante va consumiendo todo a su paso. 

Wavelengths
The Trial
Director: Sergei Loznitsa
País: Holanda,
Año: 2018
Duración: 127 min