Por Pablo Gamba
El programa My Lovely Lunarite (Mi Linda Lunarita), de Images Festival 2020, reunió siete piezas en torno a un concepto sin definición en inglés ni traducción al español. Lo “lunarita” tiene que ver aquí con la luna y las fuerzas cósmicas, pero también con la mujer y la experiencia femenina del tiempo, aunque el uso de la música fue también otro motivo reiterado en la selección.
Afternoon Clouds (Dopahar Ke Badal, 2017) compitió en la Cinéfondation, la sección estudiantil del Festival de Cannes, y fue lo más destacado del programa. El cortometraje de la directora y actriz de la India Payal Kapadia se desarrolla en el transcurso de una tarde, en el departamento de una viuda de 70 años de edad, que vive con su sirvienta en Mumbai (Bombay). La mujer mayor es una viuda que recuerda a su marido, mientras que la joven es nepalesa y novia de un marinero, al que espera.
El único suceso del corto es que se abre una de esas bellas flores de duración efímera, lo que es una obvia metáfora de los ciclos vitales. También se refiere, en este contexto, al problema del desencuentro entre el despertar de los deseos de las mujeres y el paso de los hombres por su vida.
La tensión entre el tiempo estancado y la vida que pasa sin detenerse produce en Afternoon Clouds una fuga que borra la distinción entre lo real y lo onírico. Tensa el espacio con recursos que van desde las miradas fuera de campo hasta que lo hace saltar a otro ambiente, como el lugar de escaleras, sótanos y deseos de la sirvienta. El motivo del sueño justifica otras formas de irrupción de lo extraño en lo cotidiano, pero siempre bajo una atmósfera de angustia. El problema para caminar de la muchacha podría ser un síntoma. No queda claro si es físico o psicosomático.
Otra tensión significativa es que este corto sobre el tiempo detenido y la vida que sigue su paso se rodó en 16 mm, un formato que tiene la potencialidad de durar para siempre. También se percibe en la cinematografía la búsqueda de la belleza de la pintura en el cine, en particular en una cita fácilmente reconocible de Johannes Vermeer. La realización de Afternoon Clouds es expresión, en general, de las destrezas que se aspira a que futuros los realizadores adquieran en una escuela de cine. La película es resultado de la conjugación de la búsqueda de lo que se quiere expresar y esa presión por alcanzar la excelencia en el resultado. Vermeer en la India puede ser el camino de Mumbai a la Cinéfondation.
La temática femenina está presente también en Mãe D’água (2019), pieza brasileña de la artista multimedia Lou Pipa (Lorena Pazzanese), con dirección de arte de Bárbara Carnielli y fotografía en video de Esther Az. Las autoras la califican de videoclip, y es una de las obras que giran en torno a la música en el programa. Pero hay un detalle que aclara que no es esa la dominante sino la performance de Lou Pipa en el agua, cantándole a capela a una sirena de los ríos de su país. Hay un error evidente que comete la artista en su interacción con las flores y hojas que flotan a su alrededor, y que habría llevado a sustituir esa toma fallida por otra perfecta en un video musical. Reivindicar la imperfección puede ser visto, además, como la toma de posición feminista en la pieza frente a lo que se exige a las mujeres.
La música, en cambio, se impone a las imágenes en When the Moon Suddenly Appeared in Kata Tjuta (2019), cortometraje en formato fílmico de la artista multimedia australiana Belinda Davis. Se trata de una película que busca encontrar resonancias de la mitología aborigen en unas formaciones rocosas asociadas a varias leyendas. El asomarse de la Luna entre las piedras viene a resultar en este contexto una suerte de epifanía, pero el impacto que debe tener una aparición como esa se diluye ante la ampulosa música del cantautor y compositor surafricano Chris Letcher.
También la música es la dominante en Celestial Vault (2019), pero por la participación de Asha Puthli. La cantante de la India es la protagonista del video del dúo de artistas y curadores August Fröhls, integrado por Swapnaa Tamhane y Aman Sandhu. Fue grabado mayormente en la obra de arte homónima, que tiene forma de cráter artificial y fue hecha en Holanda en 1996 por James Turrell. Es un artista que se hizo conocido en la década de los setenta por sus Skyspaces, recintos que tienen una apertura al cielo.
Puthli colaboró con el disco Science Fiction (1971) de Ornette Coleman, una de las figuras más importantes del free jazz, y una de sus canciones conocidas es “Space Talk” (1976). La comunicación con el espacio es el motivo principal de Celestial Vault, que incluye el uso de ruidos vocales en la banda sonora y la fragmentación de la banda visual en planos fugaces y una segmentación también del cuerpo de la cantante. Pero básicamente se trata de hacer homenaje a una artista de culto en un lenguaje vanguardista.
El equilibrio entre imagen y sonido solo se logra otra de las mejores obras que integraron Mi Linda Lunarita: Danzas lunares (2020) de Los Ingrávidos. También hay una búsqueda de una conexión con los mitos en esta película: la diosa lunar Coyolxauhqui y su danza con una tierra que se materializa en el vértigo de un montaje métrico de planos de piedras, plantas, flores y otras cosas disueltas en un magma cósmico. El acertado correlato de las imágenes es una pista de free jazz. No se identifica a los intérpretes, lo que es cónsono con el anonimato que han decidido mantener los integrantes del colectivo mexicano por el arte político que hacen.
Las otras dos obras reunidas en el programa tienen una conexión más vaga con los conceptos femeninos, lunares y musicales de las demás. Desert Islands (2019), de Ralitsa Doncheva, es un documental en primera persona sobre un viaje que a Bulgaria para volver a hacer, junto con su padre, un recorrido que la marcó en su infancia. La relación padre-hija puede ser un aspecto central de la experiencia femenina, pero aquí lo trasciende la confrontación con un lugar clave del pasado de su país natal, en el que fue levantada una obra de arquitectura modernista en la que se reunían los dirigentes del Partido Comunista. Su aspecto de nave espacial puede establecer otra relación con otras de las películas de Mi Linda Lunarita.
Más suelta aún en el programa pareció 21 Chitrakoot, de Shambhavi Kaul, la tercera pieza más interesante, después de Afternoon Clouds y Danzas lunares. El humor ha sido señalado como un aspecto destacado de la obra de esta otra artista de la India, que es conocida por su trabajo de eliminación de la figura humana de material genérico del cine y la televisión. Esa intención se hace explícita aquí en el plano que registra brevemente los pies de una actriz que escapan volando del encuadre.
21 Chitrakoot fue creada con paisajes y efectos especiales de series de televisivas que parecen expresar el poder de fuerzas invisibles. Pero es una comedia que podría no tratar de mares y montañas, sino de lo que realmente los mueve en los productos audiovisuales de los que fueron extraídos. Es lo que le da “vida propia” a las mercancías y hace que los ciclos de la vida humana los determine el capitalismo, la más real y cósmica de las fuerzas convocadas en las piezas de Mi Linda Lunarita, aunque no sea natural.
Danzas lunares
Realización: Colectivo Los Ingrávidos
México, 2020
21 Chitrakoot
Realización: Shambhavi Kaul
India, 2012
Afternoon Clouds
Dirección y guion: Payal Kapadia
Fotografía: Mayan Khurana
Interpretación: Cephas Subba, Trimala Adhikari, Usha Naik
India, 2017
Desert Islands
Realización: Ralitsa Doncheva
Canadá-Bulgaria, 2019
When the Moon Suddenly Appeared in Kata Tjuta
Imagen: Belinda Davis
Música: Chris Letcher
Australia, 2019
Mãe D’água
Música: Lou Pipa
Fotografía: Esther Az
Dirección de arte: Bárbara Carnielli
Brasil, 2019
Celestial Vault
Realización: Agust Fröhls (Swapnaa Tamhane y Aman Sandhu)
Interpretación: Asha Puhtli
Canadá-Escocia, 2019