LOCARNO 2024: PUNTER, THE CAVALRY Y SOLEIL GRIS

LOCARNO 2024: PUNTER, THE CAVALRY Y SOLEIL GRIS

Por Mónica Delgado

Esta edición 77° del Festival de Locarno propone una selección de cortometrajes, a través de su sección Pardi di Domani, que contiene tres competencias: el Concorso Internazionale, con obras de cineastas emergentes de todo el mundo; el Concorso Nazionale, solo para producciones suizas; y el Concorso Corti d’Autore, con obras cortas de cineastas consagrados. Suele ser una oportunidad no solo para acercarse a obras de jóvenes cineastas y artistas de diversas partes del mundo (en este caso con una limitada presencia de América Latina, salvo algunas coproducciones con México o Colombia en la sección Corti d’Autore), sino también un termómetro del gusto y criterios de la selección de los programadores del festival, como un factor que suele reflejar una sensibilidad actual, en este caso desde Suiza y Europa en general.

En este texto nos detenemos en tres cortometrajes de la sección Concorso Internazionale, que incluye veinte trabajos diversos en formatos y géneros, provenientes de Alemania, Bélgica, Canadá, EEUU, Estonia, Grecia, Francia, Irán, Lituania, Malasia, Reino Unido, Rumania, Rusia, Sudáfrica o Tailandia. Se trata del drama Punter de Jason Adam Maselle, la animación Soleil gris de Camille Monnier, y el documental The Cavalry de Alina Orlov.

Con la producción ejecutiva de Spike Lee, el cortometraje sudafricano Punter de Jason Adam Maselle nos sitúa en la relación entre el púber Brett y su padre, un apostador quien está de cumpleaños, en una Johannesburgo que apenas se ve pero se intuye desde un abordaje de predominancia masculina. La trama se concentra en un premisa sencilla: Brett (Tiago Marques) acaba de comprar una torta para el cumpleaños de su padre en una cafetería local, sin embargo, el traslado a casa debe esperar, ya que el padre insiste en pasar antes por una tienda de apuestas. Al parecer el padre (interpretado por el cantautor Bouwer Bosch) no puede seguir apostando en el lugar, debido a deudas y peleas, motivo por el cual obliga al hijo menor de edad para que le ayude en la compra de las apuestas. Si bien la trama de Punter devela un relato de estructura convencional centrado en la tensa y típica relación filial, el realizador Jason Adam Maselle crea una puesta en escena particular desde el uso de planos cerrados, de primeros planos del padre, ya sea dentro del auto, en la cafetería o el bar de apuestas como un ente que impone y esperar lograr sus cometidos. Esta forma del encierro grafica el universo que el cineasta construye para la “cárcel” de la ludopatía, encarnada por la figura paterna, un hombre ansioso y absorvente, y cuya actividad, la de ser un jugador, da título a la obra. Más allá del modo en que es mostrado este vínculo ligeramente problemático entre padre e hijo, Punter plantea a través de imágenes la figura de la herencia forzada, como un rito inevitable, que se debe transitar para la aceptación y para la inserción dentro de una dinámica asumida como natural. El padre que decide, y el hijo que solo sigue instrucciones para ser aceptado.

Por su parte, Soleil gris de la cineasta francesa Camille Monnier, plantea una tensión similar pero desde el vínculo de dos hermanas, quienes retozan en un ambiente de extremo calor que remarca el desánimo de la situación. Ambas se alojan en un hotel de carretera, y pasan la tarde discutiendo cerca a una piscina sin agua en algún poblado alejado en el desierto de los EEUU, mientras se oye a locutores radiales hablar sobre las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global. Hecha con la técnica de animación en acuarela, la textura de los colores y trazos acrecienta el clima áspero entre los dos personajes en pugna. En este drama que refleja la crisis de dos mujeres jóvenes, que parecen tener problemas con la madre, surge un asunto capital e inesperado: un incendio forestal. Este suceso genera un punto de quiebre, que agrega un componente ecológico y relaciona la locución radial con este evento desastroso. Pronto, las dos mujeres enemistadas, deben generar una rápida hermandad que les permita sobrevivir. Esta circunstancia del desastre natural permite que la realizadora Camille Monnier elabore una escapatoria del fuego desde un trabajo vibrante y fascinante de animación, que transgrede una trama manida y plantea un tratamiendo visualmente notable, a tal punto que la enemistad queda como una anécdota olvidable ante un clímax pleno de rojos y anaranjados que arden (como preludio en la huida hacia el mar).

 

The Cavalry es un documental con toques de ensayo que se distancia totalmente de las formas de las dos ficciones mencionadas anteriormente. Es una obra que, como indica el título, aborda la naturaleza de la labor de los caballos dentro de las unidades policiales y de represión entre Cisjordania e Israel. Por un lado, la intención de la cineasta Alina Orlov es explorar al caballo como símbolo fallido de libertad sometido a la voluntad humana como pieza de trabajo dentro de un sistema de control, pero abstrayéndolo de cualquier contexto sociohistórico alguno. Por ello, utiliza la simulación de imágenes de archivo, que hacen perder su conexión de documento con la realidad, creando escenas con inteligencia artificial, y que aluden a un pasado imaginado de estos caballos, a través de sucesos acaecidos a mediados del siglo XX. Y por otro lado, la cineasta muestra puntuales dinámicas de poder, desde el interior desde estas unidades policiales israelíes donde se asignan roles al caballo que escapan a su orden natural, y que lo convierten en una suerte de “minotauro”, sometido a diversas pruebas de resistencia y de obediencia por parte de sus jinetes, y donde asoma inevitable también un papel dentro de un pasado y presente colonizador. Se comprende, por ello, la tesis de intención universalista en el tratamiento de este tema, de cómo este tipo de animales son sometidos por el hombre para subvertir incluso el modo en que son percibidos, como parte de sistemas policiales, como parte de órganos de seguridad antimanifestaciones, por ejemplo, dentro de la llamada policía ecuestre que existe en diversos lugares del mundo. Incluso hay un plano fijo y panorámico donde vemos a lo lejos, entre casas y avenidas, a un hermoso caballo desbocado trotando en círculos en un espacio sumamente pequeño como evidencia de un tipo de locura o sueño de fuga. Sin embargo, la tesis que se plantea política desde esta mirada cuestionadora, se vuelve incólume o calculada al confrontarse con el contexto actual avasallador y doloroso. Como espectadores percibimos que este universalismo es abiertamente cínico, más aún cuando imaginamos a esos jinetes en un fuera de campo del horror, desaparición y muerte, donde no hay tiempo y espacio para limpiar cascos, cepillar crines o retirar el estiércol.

Sección Pardo di Domani- Concurso internacional

Punter
Dirección y guion: Jason Adam Maselle
Edición: Nay Tabbara, Jason Adam Maselle
Fotografía: William Douglas
Sonido: Lebogang Nkoana
Productores: Jason Adam Maselle, Noam Argov, Rethabile Mothobi
Reparto: Tiago Marques, Bouwer Bosch, Nyaniso Dzedze
Sudáfrica, 2024, 14 min

Soleil gris
Dirección y guion: Camille Monnier
Animadores: Anne Huynh, Léa Krawczyk, William Lebrun, Camille Mahé, Camille Monnier
Edición: Santi Minasi
Sonido: Pascal Bricard
Diseño sonoro:Pierre Sauze
Música: Fredrika Stahl
Productor: Marc Faye
Coproductor: Brecht Van Elslande
Voces: Sandrine Attard, Gauthier Baillot, Anna Gianforcaro, Nicolas Gonzales, Anaïde Rozam
Francia, Bélgica, 2024, 13 min

The Cavalry
Dirección y edición: Alina Orlov
Animadora: Alina Orlov
Sonido: Patrick O’Shea
Música: Fredrika Stahl
Productora: Alina Orlov
Canada, USA, Israel, 2024, 17 min