MÁRGENES 2016: YO ME LO CREO DE TERRORISMO DE AUTOR

MÁRGENES 2016: YO ME LO CREO DE TERRORISMO DE AUTOR

Por Mónica Delgado

Planos fijos por casi cuarenta minutos de un personaje que mira directamente a la cámara. Capturar los detalles de su mirada, de sus imperceptibles gestos, de un ritmo que tiene decidido hipnotizar al espectador, o entumecerlo, mientras una voz en off va contando diversos puntos de vista desde la locura. Yo me lo creo aparece así como una narración total, en la medida en que la prepoderancia de lo que cuenta el personaje gobierna el sentido pleno de la imagen.

El colectivo Terrorismo de Autor plantea un artefacto político, como en Stemple Pass de James Benning, donde aquello que es narrado en voz off, en primera persona, como parte de un testimonio anodino e inédito, va a superar toda necesidad de lo expuesto a través de las imágenes. Es decir, no se trata de una total supremacía de aquello que se escucha, como confesión salvaje de un personaje, Antonio Ruiz -que se describe como jubilado a los 48 años, que estuvo internado en una clínica psiquiátrica y que recibe de modo fraudulento una pensión del Estado español- sino que los planos fijos, un par de “contraplanos” e insersiones de tres filmes, devienen en un diálogo extraño, donde lo que el espectador imagina a través de lo narrado se vuelve detonante en esta metáfora sobre la realidad.

Dividida en tres actos o tópicos, Yo me lo creo se plantea precisamente como una afrenta sobre lo verosímil. ¿Es Antonio Ruiz el que vemos ante cámaras?, ¿se trata de una reflejo de bipolaridad?, ¿hasta donde se extiende la ficción? Lo que sí está claro es la relación del simbolismo de las reflexiones del personaje con los tres fragmentos de películas que aparecen al cierre de cada tópico o parte que se divide el film. Para redondear lo expuesto por Ruiz, el colectivo elige una escena visceral de El Puente (Die Brücke) de Bernhard Wicki, y unos fragmentos de Vivir su Vida y de La Pasión de Juana de Arco, y que pasan a convertirse en una summa ideológica de lo expuesto este narrador. Así, lo que podría leerse como un caso clínico de ribetes foucaultianos, se abstrae hasta convertirse en un termómetro de un determinado contexto social en España, sobre la reclusión, la enajenación y el papel del ciudadano ante el Estado. “Pinta tu vida, pinta tu muerte”, arenga que repite algunas veces el personaje, pasa a ser materia de aquella condición soñada por las vanguardias históricas: la del hombre nuevo. Y que aquí, según Yo me lo creo, solo puede ser patentada desde la locura.

Yo me lo creo
Dirección: Terrorismo de Autor
Guión: Terrorismo de Autor
Edición: Terrorismo de Autor
Fotografía: Antoine Forgeron
Intérpretes: Antonio Ruiz
Producción: Terrorismo de Autor
País: España
Año: 2016
Duración: 40 min