Por José Sarmiento Hinojosa
La relación identidad/mirada/convención/medio juega un interesante paralelo en esta performance/instalación del japonés Takahiko Iimura, donde el video es el formato elegido para construir una reflexión sobre las actividades de “filmar/mirar” y “proyectar/ser visto”. Colocando dos cámaras frente a frente y dos monitores mirándose simultáneamente, Iimura es partícipe de una performance donde esta cuestión de identidad y de fronteras personales es ejecutada de forma lúdica y sobre las periferias del significado. En As I See You You See Me, el intercambio del “tú” y el “yo” (como sucede literalmente en la lengua japonesa) da lugar a una reflexión sobre la mirada del otro y de la invasión del espacio personal, en un ejercicio de penetración ante la mirada que superpone en pantalla los “I” y los “You”, con una literalidad que obra mucho sobre las costumbres de comunicación japonesas, donde ver directamente al otro mientras se habla es visto como un acto ofensivo.
En este intercambio del voyeur y el observado, se construye una relación palíndroma, donde Iimura interviene con distintos detalles, involucrando al público (rompiendo así la barrera entre la audiencia, el creador y la obra) en la actividad de la performance. Las sobreimpresiones, el discurso y la actividad de juego sobre estas frases, crean un stream of consciousness infinito, en donde solamente el creador decide en que momento la actividad llega a su culminación. La audiencia es invitada también a filmarse el uno al otro, repitiendo el discurso instalado en la pared, y de aquella forma anulando el significado primordial del yo y el otro.
As I See You You See Me (1995) es un trabajo pionero en donde el recurso de la “identidad video” se utiliza como una herramienta poderosa para construir un discurso lúcido sobre las barreras culturales y la cuestión de identidad en la realidad del creador y porque no, en nuestra vida propia, donde detrás del yo existe implícitamente la mirada del otro, como si validáramos nuestra existencia a través del ojo ajeno.