VALDIVIA 2017: GRANDEUR ET DECADENCE D’UN PETIT COMMERCE DE CINEMA DE JEAN-LUC GODARD

VALDIVIA 2017: GRANDEUR ET DECADENCE D’UN PETIT COMMERCE DE CINEMA DE JEAN-LUC GODARD

Por Mónica Delgado

Ante el estreno comercial en diversas partes del mundo de la inefable Le Redoutable de Michel Hazanavicius, que satiriza de modo grotesco (hasta de mal gusto) el rodaje de La Chinoise con un Louis Garrel como pastiche de Jean-Luc Godard, el reestreno de Grandeur et décadence d’un petit commerce de cinéma se vuelve un maravilloso acto de justicia divina, para el mismo cineasta, para la cinefilia, y los cinéfilos.

El reestreno (en Locarno, y luego aquí en Valdivia) de Grandeur et décadence d’un petit commerce de cinéma, una de las películas perdidas de Godard, ya es uno de los grandes acontecimientos cinematográficos del año. Grabada en video para la televisión en 1983 y con un proceso de restauración finalizado en 2017, gracias a Caroline Champetier, esta obra televisiva de Godard explora precisamente los márgenes y estéticas del video, desde el tono de la sátira y no exenta de ácida reflexión sobre la urgencia del cine que mantiene sus viejos modos de producción.

El cineasta se detiene en los entretelones de una pequeña productora, sin dinero, liderada por Jean Almereyda (Jean-Pierre Mocky) y sazonada por la neurosis de un director de cine llamado Gaspar Bazin (Jean-Pierre Leáud), quienes se resisten a perder las viejas modalidades de producción del cine clásico. Godard utiliza el proceso de casting y una serie de “screen test”, por momentos de inspiración surreal, precisamente para dar cuenta de una política actoral, de presencias, cuerpos, entidades ante la cámara que van adquiriendo un aura que en los nuevos tiempos (a mediados de los ochenta) se precarizan por la rapidez e inmediatez de la producción televisiva y la primacía de las “estrellas”.

Con una banda sonora lúdica, que corta y silencia, de Béla Bartók a Arvo Pärt, de Janis Joplin a Leonard Cohen, este film de Godard se propone como una puesta que yuxtapone, imprime, exalta, expandiendo la edición como vehículo diletante en este entorno saturado, convulso de una pequeña empresa en un proceso de casting cuasi permanente. Las marcas godardianas de los intertítulos, las huidas narrativas, la exaltación de los rostros desde las sobreimpresiones se perciben aquí brillantes y perfectas en su afán por remover también los modos de representación en la televisión. La experimentación llevada a los campos de la sátira y la política, plena de citas y guiños cinéfilos, con referencias explícitas al cine negro, a los escritores de novela negra, y al Hollywood de actores de James Dean.

Grandeur et décadence d’un petit commerce de cinéma es una película sobre la resistencia en el cine, pero también sobre la aceptación, o resignación, de su transformación. Uno de los mejores films de Godard, quien además hace de sí mismo en una de las escenas más hilarantes de esta obra muy actual y fresca.

Director: Jean-Luc Godard
Guion: Jean-Luc Godard (Novela: James Hadley Chase)
Fotografía: Caroline Champetier, Serge Le François
Reparto: Jean-Pierre Mocky, Marie Valera, Jean-Pierre Léaud
Francia, Suiza, 1983, 92 min