CANNES 2024: UN PALMARÉS JUSTO Y REIVINDICATIVO

CANNES 2024: UN PALMARÉS JUSTO Y REIVINDICATIVO

Por Arnau Martín desde Cannes

Ha concluido la gala de entrega de premios del Festival de Cannes 2024, acontecimiento que ha acogido momentos memorables como el abrazo de reencuentro entre dos titanes del cine norteamericano, Francis Ford Coppola y George Lucas. El primero, director de la extrema Megalópolis, le ha entregado a su camarada de profesión la Palma de Oro Honorífica, como tributo a una extensa carrera como director y productor.

La Palma de Oro a la mejor película le ha sido concedida a Anora, probablemente el filme más redondo, complejo e intenso de Sean Baker, y el Premio del Jurado al extravagante y fascinante musical Emilia Pérez, de Jacques Audiard.  No ha primado el asombro entre la crítica en lo que respecta al reconocimiento de estos títulos, los cuales ya resonaban en los últimos días como poderosos candidatos. Anora es quizás el filme que ha logrado concentrar más unanimidad en la crítica internacional, mientras que Emilia Pérez suscitó un entusiasmo general que, pese a sus inmediatos detractores, se prolongó hasta el final del certamen.

El reconocimiento del Gran Premio del Jurado lo ha obtenido la delicada y compasiva All we imagine as light, de la cineasta india Payal Kapadia. En su película, Kapadia sitúa el deseo femenino en el centro de la imagen, y pergeña un relato muy cuidado estéticamente que sigue la vida cotidiana de una enfermera. Por otro lado, el premio especial del jurado fue para The Seed of the Sacred Fig, obra que viene envuelta en una fuerte protesta de su director, Mohammad Rasoulof, y de su equipo, ante el régimen opresor iraní. Los creadores sufrieron un encarcelamiento a manos de dicho gobierno, cuya praxis se pone en tela de juicio en un drama que recuerda al cine de Jafar Panahi o de Asghar Farhadi.

El galardón a mejor guión fue para The Substance, la atrevida película de la cineasta francesa Coralie Fargeat que cuestiona, desde el subgénero del body horror, los modelos de representación y los patrones de la mujer en el audiovisual y en la sociedad contemporánea, sobre todo en relación con la cosmética. Por otro lado, la mejor dirección fue para Miguel Gomes, cineasta portugués que con Grand Tour culmina un difícil viaje lastrado por las consecuencias de la pandemia. A efectos de resultado, el filme se mantiene compacto e impoluto.

El premio a la mejor interpretación masculina lo ha recibido el camaleónico y virtuoso Jesse Plemons por su triple papel en Kinds of Kindness, de Yorgos Lanthimos, mientras que se ha valorado como mejor interpretación femenina el reparto entero de Emilia Pérez. Esta se conforma por Zoe Saldaña, Selena Gomez y Karla Sofía Gascón, quien pone sobre la mesa la necesidad de adquirir una conciencia social ante las agresiones diarias que sufren las personas transexuales.

La película Volveréis, de Jonás Trueba, se alzó con el galardón a mejor película europea en la Quincena de Realizadores. Trueba presenta una comedia romántica de aliento rohmeriano que despunta dentro de la presencia española en Cannes, que ha venido liderada por este proyecto y por una remasterización de Tasio, de Montxo Armendáriz, y por la presencia del último mediometraje de Elena López Riera, Las novias del sur.

Finalmente, el jurado de Un Certain Regard, presidido por el director y actor canadiense Xavier Dolan, coronó a la comedia dramática Black Dog, firmada por el director chino Guan Hu, como el mejor largometraje de la sección.

Según determinadas consideraciones, se ha percibido a esta edición del festival como decepcionante o deslucida, sensación que en parte se asocia con una gestión de las expectativas que se debe persistentemente a una inmediatez circundada por el marketing, sin embargo, ya con los premios concedidos, el año cinéfilo puede arrancar y es turno del público empezar a juzgar.