Por Mónica Delgado
Las comedias satíricas de Bruno Dumont son un género propio. Sin embargo, France es un punto y aparte dentro del estilo identificable de este cineasta, que con obras como las series P’tit Quinquin y Coincoin et les Z’inhumains o el largo Ma Loute propuso un tipo de humor desde el nonsense, la caricatura y el esperpento. Si bien este reciente largometraje es una crítica social más abierta y directa, no logra igualar el nivel alcanzado con esos trabajos previos, aunque Ma Loute tampoco sea un film logrado.
En France, Léa Seydoux encarna a una periodista y presentadora de TV famosa, parte del showbiz y de toda una cultura de la prensa sensacionalista. Formar parte del sistema de estrellas de TV y de un entorno de clase alta, debido a su relación con un esposo escritor también conocido (encarnado por el músico Benjamin Biolay), la inserta dentro de un universo de frivolidades que se confronta con la realidad de guerras y masacres que debe cubrir constantemente. Este juego de oposiciones, entre el glamour de France de Meurs y la construcción del horror a través del efectismo de los reportajes que lidera en zonas de conflicto, da cuenta de un estado de la cuestión del papel de la TV para generar ficciones y crear realidades según conveniencia, likes en redes sociales y rating. Sin embargo, la crítica a este sistema, que incluye cameos del presidente Macron, asoma débil y predecible. Por ello, el film resulta más atractivo, y menos tedioso, cuando Dumont se centra en describir la interioridad y ambivalencia de un personaje en crisis.
Los mejores momentos de este irregular, y decepcionante film, aparecen cuando el cineasta se centra en el retrato mordaz de esta France de Meur, tras un suceso significativo para el personaje de Seydoux, pero irrisorio para los espectadores: mientras lleva a su pequeño hijo al colegio, France choca con un motociclista de delivery, quien termina con una pierna fracturada, pero sin gravedad. Este hecho aterriza a France en el “mundo”. Desde ese momento se vuelve un ser susceptible, incluso entregado a acciones que ella denomina “de caridad”, que no puede aguantar las lágrimas ante cámaras y que se siente tan conmovida que termina alislada en un centro de atención psiquiátrica o de sanación en los Alpes. Luego de varias idas y venidas, de índole amorosa, laboral y familiar, y de diversas situaciones como reportera y entrevistadora, emerge en el personaje un sentido de la realidad de ribetes existenciales: el acto de llorar, incluso ante alguien que patea violentamente una bicicleta, la vuelve humana.
Estrenada en Cannes 2021 y dentro de la sección de presentaciones especiales de Toronto, France es quizás uno de los films que genera más altibajos en toda la carrera de Dumont, debido a decisiones en la trama y puesta en escena que provenientes del director de Humanité, Hors Satan o Jeanne lucen inexplicables.
Special Presentations TIFF
Dirección: Bruno Dumont
Guion: Bruno Dumont
Edición: Nicolas Bier
Producción: Rachid Bouchareb, Jean Bréhat, Muriel Merlin
Fotografía: David Chambille
Reparto: Léa Seydoux, Blanche Gardin, Benjamin Biolay, Emanuele Arioli, Juliane Köhler, Gaëtan Amiel, Jewad Zemmar, Marc Bettinelli
Francia, Italia, Alemania, Bélgica, 2021, 134 min.