Por Mónica Delgado
Paula Dinamarca encarna a Yermén, transexual que trabaja en un call center de Santiago leyendo el tarot y que desea recibir el apoyo de un reality de cirugías plásticas para lograr el cambio de sexo. Es en la sala de espera del canal de televisión donde conoce a una muchacha extranjera que quiere verse como Naomi Campbell, la famosa modelo, y que en el fondo se convertirá en su motivación, o tal vez en la confirmación de la distancia entre sueños y deseos. A partir de este personaje en búsqueda y afirmación es que la dupla de directores conformada por los jóvenes Nicolás Videla y Camila Donoso registra el interior del barrio La Victoria, así como la intimidad seca de Yermén, que pasa sus días entre visitas de amigas y amantes, entre la soledad y el regreso al trabajo monótono, donde el ejercicio de adivinación ha perdido el factor sorpresa.
En la puesta en escena de Naomi Campbel (Chile, 2013), a doble camino entre la ficción y el documental, Yermén cobra protagonismo a través de su propia sensibilidad en la cámara, que toma y registra, por sus paseos nocturnos y donde contempla perros callejeros y pasajes vacíos en plena madrugada. La cámara le pertenece, y esta visión se va insertando a lo largo de la película como revelación interior de la espera ante la respuesta del reality. No solo es su contemplación de la noche que pasa, sino también el ritmo de la incertidumbre o simplemente el deseo del registro que controla y decide. La cámara en mano de Yermén, nerviosa y mientras ella va narrando lo que ve o siente (y que se detiene varias veces en sus rituales religiosos), poco a poco va a crear un nuevo recurso narrativo, como cuando es seguida en un travelling con steadicam y mira a la cámara, rompiendo la cuarta pared, a la manera clásica.
Producir una nueva Campbel, así sin una “l” que falta en el apellido, es la representación de una posibilidad negada en la misma Yermén, que ve en su compañera de postulación el reflejo de su mismo deseo. En la escena de la entrevista con el productor del programa es que Yermén revela su necesidad de cambio como cura física, y como afirmación vital, confrontado con el deseo de su nueva amiga, una prostituta centroamericana que quiere imitar el cuerpo de una modelo extranjera, como arquetipo de artificio e irrealidad, y que a la larga presenta más atención y atractivo dentro del ambiente televisivo.
Lo interesante de Naomi Campbel es precisamente la negación de la conversión, y de cómo el personaje principal afronta la decepción e invitación a la aceptación de ser tal como se es a la fuerza, donde apenas hay espacio para el azar bajo una puesta en escena que busca captar el entorno dentro de esas posibilidades vedadas a la transformación.
Duración: 83 min.
Formato: digital / color
Idioma: español
País: Chile
Guión: Nicolás Videla, Camila Donoso
Reparto: Paula Dinamarca, Ingrid Mancilla, Josefina Ramírez, Camilo Carmona
Producción: Catalina Donoso, Rocío Romero
Dirección de fotografía: Matías Illanes
Montaje: Daniela Camino, Nicolás Videla
Sonido: Carlos Collio