Por Mónica Delgado
En una superficie el film del inglés Scott Barley podría remitir a las atmósferas de Un Lac de Philippe Grandrieux o a los expresionistas paisajes del Madre e Hijo de Sokurov. Sin embargo esta idea inicial se difumina de inmediato, ya que el propósito del cineasta no tiene que ver con las motivaciones de los cineastas mencionados, sino que su filiación estética se va encadenando a otro tipo de referencia, incluso de ascendencia más pictórica, como si los mundos profanos de Caspar David Friedrich cobraran vida.