NATALIA SANTA SOBRE “MALTA”: “LO MÁS BELLO DE LA ESCRITURA ES PODER ENTENDER A OTRAS PERSONAS DESDE LUGARES DISTINTOS”

NATALIA SANTA SOBRE “MALTA”: “LO MÁS BELLO DE LA ESCRITURA ES PODER ENTENDER A OTRAS PERSONAS DESDE LUGARES DISTINTOS”

Por Alberto Acuña Navarijo

Mariana, una chica en sus veintitantos años, se despierta en la casa de un desconocido. La noche anterior flirteó con él en algún bar de Bogotá y por la facilidad y ligereza con la que abandona el lugar, cualquiera puede intuir que nunca más lo volverá a ver. Rutina de ocio nocturno y sexo casual para posponer indefinidamente el confrontamiento con sus fracturas más profundas, relacionadas con la ausencia paterna y la incomunicación con su madre. Se trata de la película colombiana Malta (2024), segundo largometraje de la directora y guionista Natalia Santa.

A propósito del reciente estreno de la película en la plataforma Netflix (tras su paso por salas colombianas y mexicanas, así como por los festivales South by Southwest y el de Morelia), compartimos la entrevista con la realizadora, quien habló, entre otros temas, acerca de los momentos que más disfruta en el proceso de escritura de sus guiones: cuando los personajes se le revelan imperfectos, con cicatrices y temores.

Desistfilm: En el centro de Malta se encuentran las relaciones familiares y sus propias dinámicas. Por una parte, vemos que la ausencia paterna es el detonante del conflicto interno de Mariana, el personaje principal, y que ha influido en las conductas de los otros integrantes de la familia, como Rigo, el hermano, quien rehúye a la responsabilidad de ser papá. Por otro lado, notamos cómo la mamá quiere mostrar un cariño, un cuidado, pero no sabe cómo hacerlo, incluso es un poco torpe al intentarlo. ¿De dónde surge el interés de abordar ese tema para tu segunda película?

Natalia Santa: Creo que como creadora estoy alimentándome siempre de distintas fuentes, pero justo cuando empecé a escribir esta historia, mis hijos estaban pequeños, en esa etapa en donde una tiene que dedicar el 100% del tiempo a su cuidado; entonces digamos que la maternidad era un poco omnipresente. De alguna manera, la maternidad me llevó a mi propia infancia y a verme cómo era yo de hija, a ver a mi madre y también a proyectarme hacia el futuro, cuestionándome qué tipo de madre quería ser.

Aunque Malta no es una película autobiográfica en términos de ese núcleo familiar y sus conflictos -pues me relaciono bien con mi mamá y mi padre siempre estuvo presente-; esos cuestionamientos que yo estaba teniendo, me llevaron a escribir una historia en donde la relación madre e hija termina siendo el eje central, pero de eso me fui dando cuenta a medida que yo iba desarrollando el personaje principal, porque originalmente era solo una chica que pasaba las noches en las casas de otras personas y que a través de sus objetos descubría quiénes eran sus amantes fugaces. Esas eran las primeras pistas que tenía del personaje. No se mencionaba el motivo por el cual se ausentaba por varios días de su casa. La escena inicial de la película, con esa chica en una regadera ajena, siempre fue la escena inicial en mi cabeza, y a partir de esa imagen fui construyendo esa historia y ese universo, más a partir de preguntas que de certezas.

Desistfilm: El título de la película, representa ese lugar idealizado por Mariana al estar viendo sus rincones en mapas tridimensionales; un destino que ve interesante para viajar, inclusive para vivir una larga temporada y esconderse del resto del mundo. Pero también representa esos planes a futuro que empiezan a posponerse indefinidamente, esas expectativas que no se cumplen, esos limbos laborales. ¿Cómo fuiste desarrollando Malta como espacio y como imagen?

Natalia Santa: Habiendo desarrollado al personaje y su conflicto, entendí que el destino era lo menos importante. Mariana es una chica que está huyendo todo el tiempo, no solo de su casa, sino de sí misma. Malta termina apareciendo de una manera un poco accidental en su vida: ella ve un documental sobre ese país, le causa curiosidad, empieza a averiguar y decide que quiere ir a ese lugar, pero no es como que haya tenido desde siempre el sueño de hacer ese viaje.

Malta es el lugar donde ella cree que puede empezar de cero, donde no tiene que arrastrar todos los pesos de esa historia familiar que le resulta dolorosa. Pero finalmente, en la película nunca llegamos a ver Malta, porque lo que a mí me interesaba como guionista era el viaje interior de ella, lo que va ocurriendo mientras se decide en salir o no de casa.

Malta (2024)

Desistfilm: Otro de los temas de la película es el miedo a la toma de decisiones. En el caso de Mariana, todo el tiempo se encuentra en una balanza, no sabe si quedarse o irse, resanar la relación con la madre o dejarla como está, permitirse un vínculo sentimental o seguir coleccionando amantes, continuar estudiando alemán o abandonarlo. Es un miedo que se siente muy cercano, me atrevería a decir que es algo universal. ¿Qué opinas al respecto?

Natalia Santa: Para mí, la película está sostenida en los subtextos, en aquello que no se dice y no se hace, y eso tiene que ver con el miedo a confrontar, que, efectivamente, puede ser algo universal. Para Mariana es más fácil idealizar a su papá ausente que aceptar el hecho de que él no está porque no ha querido o es más sencillo culpar a su madre por su presente que el ver sus heridas para poder sanarlas. Y esquivar eso se extiende a todas las demás facetas de su vida, porque creo que en última instancia lo que le da más miedo es sentir dolor. Entonces, ella está siempre en la barrera, porque sabe que si da un pequeño paso y se compromete con algo o alguien, se va a quebrar por completo. Podríamos decir que tiene arraigada la idea de que si no se juega, no se corre el riesgo de perder.

Desistfilm: A la mitad de la película, existe una secuencia reveladora: Mariana habla con Mónica, su hermana mayor, acerca de un recuerdo infantil que involucra una casa de muñecas, anécdota que Mariana desmiente; los hechos descritos están en total disparidad con la realidad. Parecería que los personajes viven atados a recuerdos, aunque estos sean distorsionados, como manera de sobrevivir. Platícame de esta secuencia.

Natalia Santa: Creo que todos estamos reconstruyendo constantemente nuestra vida desde lugares más convenientes, donde podemos ocupar el rol que queremos. Entonces, Mariana hace eso para protegerse. Sin embargo, su hermana mayor, quien ha gestionado desde otro lugar emocional la separación de sus padres y la relación con su mamá, le dice que la anécdota no es así; no solo la casa de muñecas nunca existió, sino que el papá les pegó por usar la casa para conejos que él había comprado. Y creo que es de las cosas que más me gusta de la creación de los personajes y su historia, cuando estos se dan cuenta de que están equivocados o cuando aceptan que las cosas no son como ellos piensan; como guionista, eso me parece un gran momento dramático.

Desistfilm: En la película todos los personajes, por sus conductas y omisiones, son proclives a ser juzgados. Sin embargo, tú no lo haces, al contrario, los vas arropando, incluso encontrando momentos breves, pero significativos, por ejemplo, cuando las mujeres de esa familia juegan en la azotea echándose agua o cuando los hermanos están bailando frente a la televisión o cuando la mamá se acerca a Mariana para entregarle sus ahorros, que posiblemente le sirvan para el anhelado viaje. En este sentido, como guionista, ¿cómo resistir la tentación de la sentencia?

Natalia Santa: Yo quería justo lo que acabas de decir, no juzgar, pero que tampoco el espectador pudiera hacerlo. Deseaba que los personajes funcionaran como dilemas a descifrar, que es lo que nos pasa en la vida real cuando conocemos a una nueva persona y no sabemos muchos aspectos de su vida, digamos que conocer a alguien es abrir interrogantes: ¿quién es esta persona?, ¿de dónde viene?, ¿qué estudió?, ¿qué ama?, ¿a qué le teme? Como guionista, siempre que estoy frente a un nuevo personaje, me hago ese tipo de preguntas, porque yo tampoco sé quién es este. Las respuestas, que en algún momento se me revelan, las comparto con el espectador.

Entonces, en el caso de Malta, lo primero que hice fue alejarme de los estereotipos y los clichés de cómo se supone que es una joven a los veinticinco años. También me alejé de cualquier statement o discurso sobre la vida sexual de las mujeres o las familias fragmentadas o la precariedad laboral; nada de eso quería que estuviera en esta película. Me interesaba más mostrar de una manera honesta que ninguno de los personajes es completamente bueno ni completamente malo; todos tienen varias capas y también son dignos de vivir

Así, Julia, la madre, es una mujer que le responde a su hija de manera seca y torpe como decías hace un momento, con lo que fácilmente se podría pensar que no se ha encargado de sus hijos como debería, pero poco a poco sale a la superficie su alcoholismo y su incapacidad para manejar su vida. O el caso de Rigo, el hermano, un tipo que desde el inicio está escondiéndose y es fácil que diera la impresión que es el típico chico de pandilla de barrio, pero en realidad está escondido porque va a tener un hijo y está muerto de miedo y la única forma que él conoce para asumir eso es no hacerse cargo, porque es lo que enseñó su padre y porque socialmente no está mal visto que el hombre pueda irse de la casa.

Creo que lo más bello de la escritura es poder entender a otras personas desde lugares distintos, comprender las razones de cada personaje, dónde están sus heridas y sus miedos. En la escritura, pero también en la dirección y la propuesta audiovisual de mis películas, existe la intención de que cualquiera se pueda poner en la posición del otro y que las lecturas que tenga el espectador hacia algún personaje sean más amplias.

Malta (2024)

Desistfilm: ¿Cómo es la producción de una película como la tuya?

Natalia Santa: Malta fue una película relativamente sencilla de hacer y, a nivel de producción, no fue demasiado exigente. Realmente el peso y el corazón de la película estuvo en las actuaciones, eso fue lo que requirió más tiempo y en lo que me volqué a la hora de la preproducción y el rodaje. A nivel financiamiento, Malta es una película hecha con fondos públicos, lo que implicó un proceso muy largo de búsqueda de apoyos que a mi equipo y a mí nos tomó un poco más de tres años. Posteriormente, tuvimos la fortuna de formar una coproducción con compañías de Argentina (Oh My Gómez!) y Noruega (Hummefilm), y así, poco a poco fuimos uniendo esfuerzos, llamando gente que creía en el proyecto.

Con mis películas, obviamente yo nunca pienso en la cantidad de dinero ideal o en lo que quiero o en lo que sueño, sino en lo que sí tengo y ahí entra una conversación conmigo misma: “Ok, esto es lo que tengo, necesito ponerme a rodar ya, no me puedo quedar toda la vida pidiendo o buscando más financiamiento. ¿Cómo puedo usar estos recursos de la mejor manera posible para hacer la película?”.

Desistfilm: Ahora que mencionas el peso que tenía el aspecto actoral en la película, ¿cómo fue el trabajo con tu protagonista, Estefanía Piñeres, tomando en cuenta que ella, además de actriz, tiene experiencia como directora y guionista?

Natalia Santa: Fue un trabajo maravilloso. Estefanía es una mujer muy generosa y de una gran sensibilidad. Entonces estuvo siempre súper abierta en que tuviéramos largas conversaciones, hablando de su personaje, pero también acerca de nuestras propias experiencias de vida. Vale mencionar que yo soy varios años mayor que Estefanía y que el personaje, entonces escuchar cómo creía Estefanía que Mariana abordaría determinada situación o reaccionaría ante las palabras de algún hombre, me hacía voltear a ver otras características del personaje.

También hablamos mucho sobre los posibles backgrounds de los personajes, o sea, una cosa era lo que estaba escrito en el guion y otra cosa lo que sucedió antes. Entonces, además de los ensayos, hicimos improvisaciones de situaciones que no se ven en la película, pero que nos imaginamos que pasaron antes. Por ejemplo, con el actor Edwin Riveros hicimos el momento en que Rigo le cuenta a Mariana que Luisa, su novia, está embarazada, lo que provocó en Mariana una serie de enojos y reproches hacia él, o con Patricia Tamayo, quien interpreta a su mamá, hicimos el momento en el cual Mariana no llega a su casa por primera vez, entre las tres pensamos cómo podía haber sido ese día y se volvió en un proceso fuerte, poderoso, pero también lindo. Igualmente, hicimos improvisaciones de una fiesta y de una cena navideña con toda la familia.

Así, con Estefanía y el resto de los actores, fuimos creando situaciones para que ellos ya tuvieran una carga emocional y una historia emotiva presente. Cuando llegamos a la filmación hicimos otros ejercicios, por ejemplo, nos imaginamos que Mariana sí viajó a Malta, entonces Estefanía y Patricia cada una escribió una carta en sus papeles de hija y madre; en ambas cartas pusieron aquello que sus personajes no se pudieron decir, pero las cartas no se las dieron ni las leyeron hasta el día en que filmamos la escena en la que ellas se abrazan después de mucho tiempo. Para mí, el trabajo con los actores siempre fue la prioridad, entonces fue un proceso intenso, pero con varios momentos lúdicos incluidos.

Malta
Dirección: Natalia Santa
Guión: Natalia Santa
Producción: Kiran Fernandes, Pablo Ingercher, Ramiro Pavón y Gudny Hummelvoll
Fotografía: Iván Herrera
Edición: Rosario Suárez y Kiran Fernandes
Reparto: Estefanía Piñeres, Patricia Tamayo, Emmanuel Restrepo, Ángela Rodríguez, Edwin Riveros y Diego Cremonesi
Compañias productoras: Perro del Monte, Oh My Gómez!, Hummelfilm y EFD
País: Colombia, Argentina, Noruega, 2024, 97 min.