
CANNES 2025: SIRÂT DE OLIVER LAXE. NARRACIONES SIN SUTURA, ESPECTROS DEL VIENTO
Por Arnau Martín desde Cannes
Cuentan las lenguas antiguas que los padres del desierto eran guías espirituales con la potestad de encarnar y orientar los designios de grandes comunidades. Entre El salario del miedo, El diablo sobre ruedas y el último Antonioni, la obra más reciente del director de Lo que Arde versa también, a su modo, sobre la idea de comunidad. También, el enfoque sobre este espacio desértico, en primer lugar, nos recuerda lo fértil que es el terreno de tránsito entre el género wéstern y su derivado, la road movie. Para Oliver Laxe y para su habitual colaborador, el guionista y también cineasta Santiago Fillol, el borrado de la trama es también un borrado de la identidad dentro de estos códigos. En Sirât, el desierto es el marco general que acoge una rave a la que llegan un padre con su hijo, en busca de su hija. No hay explicaciones sobre su procedencia, el espectador tampoco las requiere.